En la página de internet mexico.justia.com pude consultar uno de los artículos más claros y breves de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el 33, “De los extranjeros”. Lo reproduzco:

“Son personas extranjeras las que no posean las calidades determinadas en el artículo 30 constitucional y gozarán de los derechos humanos y garantías que reconoce esta Constitución”.

“El Ejecutivo de la Unión, previa audiencia, podrá expulsar del territorio nacional a personas extranjeras con fundamento en la ley, la cual regulará el procedimiento administrativo, así como el lugar y tiempo que dure la detención”.

“Los extranjeros no podrán de ninguna manera inmiscuirse en los asuntos políticos del país”.

Artículo 33

Lógicamente, tal prohibición a las personas extranjeras solo tiene sentido si residen o están de visita en nuestra nación. La Constitución no podría de ninguna manera impedir que, desde otros territorios, intentaran influir en la política mexicana.

Si hay un gobernante verdaderamente libertario es el de México, Andrés Manuel López Obrador. Hace tiempo, en una de las mañaneras, le preguntaron sobre el artículo 33 y esto fue lo que dijo:

“Se ha usado (el art.33) como medida represiva en otros gobiernos; nosotros nunca lo hemos aplicado y no lo vamos a aplicar, aquí pueden venir extranjeros y manifestarse con absoluta libertad”.

“Hay que analizar la posibilidad de quitarlo, reformarlo. No nos ayuda, porque nosotros no tenemos propósitos autoritarios ni de censura a nadie, queremos garantizar las libertades plenas a todos, además es muy bueno el debate”.

AMLO

Hay un español en México que molesta a la derecha

Él se llama Abraham Mendieta. No lo conozco y, la verdad sea dicha, no me interesa conocerlo. En su país era un personaje bastante menor ligado a algún partido de izquierda. Desde hace tiempo reside entre nosotros y participa en debates políticos. En 2021, la querida senadora panista Lilly Téllez exigió a AMLO aplicar todo el rigor del artículo 33 contra Mendieta. Meses después, Felipe Calderón dijo sobre el mismo personaje:

Artículo 33 de la Constitución Mexicana:

“El Ejecutivo de la Unión… podrá expulsar del territorio nacional a personas extranjeras…”.

“Los extranjeros no podrán de ninguna manera inmiscuirse en los asuntos políticos del país”.

“#FueraMendiETA por metiche!”.

PALABRAS DEL ESPOSO DE LA SEÑORA ZAVALA

¿Qué han dicho Calderón y Lilly acerca de lo que hizo una extranjera recientemente en México, la marquesa y diputada española Cayetana Álvarez de Toledo, quien en una conferencia lanzo mierda contra AMLO y apoyó a la candidata de derecha Xóchitl Gálvez? No sé si se atrevan a pedir la misma pena contra ella que contra Mendieta.

Las columnas más leídas de hoy

Hay diferencias entre Cayetana Álvarez de Toledo y Abraham Mendieta, y no solo porque ella sea de derecha extrema y él de izquierda —quizá también extrema—. Veamos.

  • Cayetana es marquesa, Mendieta no.
  • Cayetana es rica, Mendieta no.
  • Cayetana es una figura conocida y hasta influyente en algunos sectores de la política española, Mendieta no.
  • Cayetana es diputada en España, Mendieta no.
  • Cayetana tiene un montón de apellidos (Álvarez de Toledo y Peralta-Ramos), Mendieta no.
  • Las palabras de Cayetana fueron difundidas en redes sociales mexicanas apoyadas con muchísimo dinero, las de Mendieta solo las promocionan los enojos de Lilly y Calderón.

¿Era un cuento lo de la ley es la ley?

Cuando AMLO dijo aquello de que “no me vengan con ese cuento de que la ley es la ley, no pocas personas con conocimientos de derecho se escandalizaron. Durante bastante tiempo juristas de prestigio que conozco y con quienes dialogo al menos una vez a la semana, han criticado mi evidente apoyo al tabasqueño con el argumento de que les parece escandaloso que el presidente diga que la ley es un cuento.

Los mismos y las mismas juristas que tanto han cuestionado a Andrés Manuel por eso del “cuento de que la ley es la ley” ayer distribuían en redes sociales, con olímpica felicidad, la anticonstitucional intervención de la diputada Cayetana en nuestras elecciones presidenciales, lo que ella hizo en México, no en su propio país.

Les pregunté si ya habían cambiado de opinión, esto es, si ya estaban de acuerdo con AMLO es que es un cuento lo de que la ley es lay, y les dije que si ahora pensaban eso, yo encantado: encuentro numerosas disposiciones legales que me parecen pura tontería y que, por lo tanto, con bases éticas muy solidas deben ser absolutamente desobedecidas.

Una de las leyes que no debe obedecerse es el artículo 33 constitucional, ya que atenta contra las libertades. Pero no se vale que juristas y otras personas cultas enojadas con AMLO a este lo cuestionen por decir que es un cuento lo de que la ley es la ley y se pongan más que alegres porque una extranjera viole la Constitución en nuestro país.

La irresponsabilidad de Cayetana Álvarez de Toledo recibió una respuesta desde su país. Una española bastante más inteligente, más culta, más humanista, más influyente, más sencilla y más carismática la puso en su lugar. Me refiero a Yolanda Díaz, vicepresidenta y ministra de empleo de España. Esta mujer de izquierda tomó la foto de una nota periodística en la que Claudia Sheinbaum cuestionaba a la ultraderechista y comentó en la plataforma X:

Dirán que Yolanda también violó la Constitución mexicana. Pero no: ella opinó desde España. La vicepresidenta y ministra de empleo de esa nación ha visitado México y aquí ha sido prudente en sus declaraciones a los medios o en charlas ante distintos auditorios.

Posdata sobre el origen de la violencia

Ayer dije que si doña Cayetana fuera una mujer intelectualmente honesta, alguien que investiga un poco antes de hablar —la mejor fórmula para no caer en disparates— sabría algo que nadie en México ignora: que nuestro país ha vivido ensangrentado y enlutado desde finales de 2006 simple y sencillamente porque Felipe Calderón, amigo de ella, declaró a tontas y a locas —y solo para intentar que se olvidara el fraude electoral que lo llevó al poder— una fallida guerra contra el narco, que muchos años después sigue haciendo sufrir a la población mexicana.

Precisé que Calderón y la marquesa son amigos porque ella y él son muy cercanos a uno de los jefes de la ultraderecha española, José María Aznar.

Calderón reside ahora en España no por gusto, sino para mantenerse lejos de Estados Unidos: tiene miedo de que se le vaya a acusar de complicidad con el narco como consecuencia del juicio en que su gran aliado, Genaro García Luna, ha sido condenado por haber colaborador con el cártel de Sinaloa mientras ocupó el cargo de secretario de Seguridad en el sexenio calderonista.

Si Cayetana Alvarez de Toledo quiere conocer las razones de la inseguridad en México, las tiene cerca en España: porque Felipe Calderón se robó las elecciones presidenciales de 2006 y para legitimarse inició la fallida guerra contra las mafias: fallida porque desde el principio no contaba con ningún tipo de estrategia y, hoy lo sabemos, porque entregó la jefatura de las operaciones bélicas a un empleado de los capos del narcotráfico, el mencionado García Luna.

Después de Calderón, el presidente Peña Nieto no quiso saber nada de la guerra contra el narco, y la situación se complicó mucho más. ¿Que hay más asesinatos ahora que antes? Es lógico, se trata del efecto bola de nieve: el problema que se pudo haber controlado hace 10 años creció brutalmente. El gobierno de AMLO, para enfrentarlo, partió de cambiar todo el sistema de la seguridad pública. Hay ahora una desaceleración en la violencia, y seguirá si no se altera el rumbo. Pero la propaganda presenta las cosas al revés.

Curioso que quienes causaron la crisis de la violencia hoy ofrezcan soluciones como parte de su campaña para intentar volver al poder. A eso vino la tal Cayetana Álvarez, a insistir en la mentira de las causas de la inseguridad. No es decente lo que ella hizo, claro que no. Pero como dijo otra española, mucho más íntegra, Yolanda Díaz, no sorprende: mentir es propio de la derecha extrema.