Mientras que a nivel mundial continúan los importantes reacomodos bélicos y geopolíticos, en México la oposición sigue perdida entre la atomización y disputas intestinas que dejan pocas esperanzas en su futuro inmediato.
Lo mismo la eternización de Alito Moreno en el PRI, que el nuevo y flamante máximo dirigente del PAN, Jorge Romero, quién aparentemente no tiene bien clara la duración de los embarazos en su atrabancada “defensa a la vida”, los principales dirigentes de la derecha están perdidos.
Y del políticamente fracasado “junior tóxico”, mejor ni hablemos. Sus años al frente de la oposición en México han sido un fiasco.
A esta situación, se le suma el anuncio de la ex candidata presidencial Xóchitl Gálvez, quién anunció la formación de un nuevo (¡otro!) partido político... de derecha. Ahora la pregunta será ¿quiénes serán los personajes descalificados que se sumarán a este proyecto que aparenta estar muerto de origen? ¿Felipe Calderón? ¿Fernando Belaunzarán? ¿Acosta Naranjo? ¿Algún otro cartucho quemado?
En fin. Mientras que en una parte considerable del mundo las fuerzas políticas reaccionarias se hacen del poder y comienzan una campaña de de más políticas represoras y anti derechos, México sigue siendo un faro de luz en medio de la oscuridad. Con lo perdida que anda la derecha en México, este proyecto va para largo.