Hablo del Critérium du Dauphiné, la carrera por etapas que servirá de preparación a dos de los favoritos para ganar el Tour de Francia que arrancará el próximo 29 de junio.

Cuatro extraordinarios ciclistas pelearán por el primer lugar en el Tour, la carrera más importante del mundo: el danés Jonas Vingegaard, los eslovenos Tadej Pogačar y Primož Roglič y el belga Remco Evenepoel. De los mencionados, solo dos —Roglič y Evenepoel— estarán en el Critérium du Dauphiné. Los otros se abstendrán por las exigencias de lo que ha sido la temporada para ellos: Vingegaard estuvo fracturado y le conviene esperar para volver a la competición y Pogačar recientemente triunfó en el Giro de Italia y debe tomar las cosas con calma para evitar el agotamiento.

En el Critérium habrá cinco llegadas cuesta arriba en las montañas franceses y una contrarreloj individual de más de treinta kilómetros. Será el Critérium du Dauphiné una durísima carrera de 8 etapas que espero pueda ser vista en en México en algún sistema de televisión.

Por cierto, el próximo año seguramente veremos en esta competición y en el Tour de Francia al joven mexicano —hoy de 20 años de edad— Isaac del Toro, de Ensenada, Baja California, quien tiene capacidad de sobra para vencer en las grandes vueltas del ciclismo mundial. En 2025 la presidenta de México entregará a Del Toro el reconocimiento al deportista mexicano del año, que el ensenadense lo será; de hecho ya podría aspirar a tal premio.

La contienda durísima de este 2 de junio es el Critérium du Dauphiné. Durísima y sin claro ganador. Podría ser Roglič, pero las mismas posibilidades tiene Evenepoel. El enigma acerca del vencedor hace que esta carrera sea tan apasionante.

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¿Y las elecciones presidenciales mexicanas? Desde luego, estas son más importantes, pero la única coincidencia entre la comentocracia ha sido durante muchos meses que no hay enigma por resolver. Quizá habrá cierta —no demasiada— emoción electoral en los próximos días, mientras queda claro qué partidos dominarán el Senado y la Cámara de Diputados y Diputadas y con qué clase de mayoría. A las 11 de la noche habrá información sobre eso, pero la verdad de las cosas es que el proceso de impugnaciones puede cambiar el escenario. Tampoco es algo tan interesante: legisladores y legisladoras no son tan importantes para la gente, así que este asunto será seguido solo por una minoría de personas morbosas relacionadas con la política —morbo, en efecto: “con interés malsano” por esa actividad, cito a la RAE—.

Iré a votar, desde luego. Primero acudiré a mi casilla y después acompañaré a mi hija a la suya porque ella tiene ciertos problemillas de movilidad —ya van de salida, afortunadamente—. Dos de mis nietos ahí estarán, espero que se porten bien.

El lunes, eso sí, a especular todos y todas acerca del gabinete de la primera presidenta de México. Es decir, la grilla a la mexicana volverá a empezar, y qué bueno. Así es nuestra democracia, cada día más consolidada... y qué bueno.