La encuesta de Morena es la más vigilada de la historia y la más transparente. Los candidatos participaron para la elección de las casas encuestadoras. En total son cinco. Una, fue elegida por Morena y las otras cuatro por los participantes mediante sorteo para realizar encuestas espejo y dar certidumbre. Los aspirantes se han mantenido informados durante el proceso, conocieron las reglas, compitieron y ahora tendrán que esperar nerviosos y ansiosos los resultados.
Se aplicarán 12,500 cuestionarios en todo el país: 2,500 por cada una de las casas elegidas por los aspirantes y otros 2,500 por la que fue elegida por Morena. Los datos serán procesados durante el 4 y 5 de septiembre. El próximo 6 de septiembre se anuncia el ganador o ganadora de la encuesta de Morena. Por esta razón la encuesta de Morena ha tardado, porque ha sido vigilada, porque hay seriedad. Los del Frente Amplio no supieron o no quisieron, o nomás organizaron una simulación en la que cayeron muchos políticos experimentados que ambicionaban la candidatura, y quienes fueron desechados en el transcurso.
La candidatura más importante de Morena se decidirá mediante una pregunta que tendrá todo el peso en la encuesta: “¿A quién prefiere como coordinador o coordinadora de los comités de defensa de la Cuarta Transformación rumbo a las elecciones de 2024?” Esta pregunta tendrá un valor del 75% en todo el cuestionario.
Los demás reactivos, serán a los atributos de los aspirantes como: honestidad, la cercanía con la gente y el compromiso. Si alguno de ellos sale bajo en los resultados de estos atributos, este resultado no le impedirá hacerse candidato.
La decisión, fue comunicada personalmente por Mario Delgado a los aspirantes de Morena. Delgado aclaró: “el alto valor que le dan a esa pregunta, es porque van a un proceso donde debe haber un ganador claro, para evitar ir a un escenario en el que se presente polémica o que haya un empate. Debe haber claridad en cómo se va a definir al ganador o ganadora”.
La encuesta de Morena va en serio. No hay trampa. No hay mano negra. El proceso de selección es transparente. Los candidatos desde el arranque estuvieron de acuerdo con las reglas. La carrera comenzó hace dos meses, los aspirantes arrancaron todos con la misma aspiración, todos con ímpetu salieron a recorrer el país, seguros de que los resultados no serán manipulados; irán haciendo su mejor esfuerzo para convencer al pueblo que la Cuarta Transformación seguiría bajo su bastón, ése que entregará el ahora presidente Andrés Manuel López Obrador. Saben, los candidatos, que el ganador o la ganadora será elegido por el pueblo, no por dedazo.
“Dedazo” fue la contienda de Frente Amplio por México conformado por el PRI, PAN y PRD y otros sin partido. Fue una simulación.
Entusiasmados, cada uno cargando con su pasado priista, panista o perredista o sin partido, mostraron orgullosos sus registros, posaron para la foto. Mientras, la mano negra, la manipuladora, la del dinero, la poderosa empezó a mover los hilos tras bambalinas.
Quién sabe dónde quedaron algunos, los de sin partido y Quadri del PAN. Los bajaron en silencio de la contienda. Ni siquiera fueron recordados. Los que bajaron a la fuerza a mitad del camino y que indignados reaccionaron fueron Silvano Aureoles y Miguel Ángel Mancera. Ambos con largo historial delictivo. La sonrisa se les congeló, así como sus aspiraciones.
Jorge Luis Preciado renunció por presuntas irregularidades en el proceso interno para elegir el candidato a la presidencia. También tal vez porque salieron a relucir serias acusaciones que hay en su contra.
Siguieron algunos el trayecto. El que de plano no fue a registrarse para evitar que lo capturaran, fue el ex gobernador Francisco Cabeza de Vaca, mandó a sus familiares a que lo registraran. Cínico.
Enrique de la Madrid, se bajó de la contienda al darse cuenta que no pasaría a la siguiente fase; sus discursos priistas no causaron efecto. De la Madrid fue un poco más realista se retiró guardando los trapos sucios que le sacaron cuando fue Secretario de Turismo en el sexenio de Peña Nieto.
Santiago Creel, quiso expresar su emoción y el amor a México. En un discurso, no pudo contenerse y lloró tan falso como López Portillo. Sus lágrimas no borraron su oscuro pasado; el desvío de 800 mdp del FONDEN. Al final, Creel tuvo que declinar por Xóchitl Gálvez, por órdenes de los jefes o por ser en realidad algo bondadoso y caballero.
Gálvez, la que anhelaba la jefatura de gobierno de la Ciudad de México fue impulsada, alentada para estar en la contienda para la presidencia. Ella es mucha pieza para nomás ser jefa de gobierno. Los amigos de Xóchitl, aquellos poderosos y millonarios que están y han estado siempre en contra de la Cuarta Transformación la aventaron al ruedo. Su simpatía, su indigenismo y originalidad la harían identificarse con el pueblo.
Xóchitl Gálvez crecía, todos los medios de oposición la adulaban, aplaudían su forma tan desparpajada de hablar. Gálvez olvida que hay lugares para todo y más que ahora que todo puede ser grabado y difundido, para correr como pólvora. Como cuando se creyó original y se encadenó a una silla o cuando se tiró al suelo con otros compañeros entre ellos Madero dentro del senado; cuando con desprecio roció con sanitizante a mujeres policía, y lo más reciente cuando fue grabada dándole mordidas a un desagradable platillo. Ésa es, en realidad Xóchitl Gálvez.
Sus discursos han sido repetitivos, con grandes tropiezos y telenovelescos. También ha recurrido a las lágrimas, ha querido convencer que su vida ha sido difícil, que surgió desde abajo. Gracias a su esfuerzo salió adelante sola, caminando kilómetros para poder asistir a la escuela. Vecinos e incluso parientes de su pueblo natal, la han desmentido.
El show Gálvez hizo que todos se olvidaran de Beatriz Paredes. De esa mujer con experiencia quien tenía buenas jugadas para derrotar fácilmente a Gálvez. Todos, hasta los creadores de esta simulación menospreciaron la experiencia e inteligencia de Paredes.
Las encuestas fueron manipuladas. En una de vivienda hubo empate; antes de que hubiera votación difundieron otra en la que Gálvez le daba una paliza a Beatriz con una sorpresiva ventaja de 15 puntos.
Paredes comenzó a acercarse a Gálvez, con la estrategia del conocimiento, de la experiencia, cordura y sensatez que le han dado los años en la política. Paredes hizo pedazos a Gálvez, por ende se convirtió en un peligro para Xóchitl Gálvez. Alguien ordenó, y el mal prestigiado Alejandro Moreno le atestó la puñalada trapera a Beatriz y la sacaron de la contienda. Sí, desde el principio era Gálvez, hasta el presidente López Obrador lo dijo antes de que diera inicio toda esta farsa.
Hubo un acuerdo al final, sin duda Beatriz les estorbaba, y la bajaron. En esta contienda solo hubo engaños. El Frente Amplio, nunca les dio ninguna información a los candidatos, ellos jamás supieron ni participaron en nada. Fueron tan solo nombres, peones, alfiles, que fueron eliminando dejando en el tablero sola a la reina, a la escogida por dedazo: a Xóchitl Gálvez Ruiz.
La encuesta del Frente Amplio por México fue una simulación, la de Morena sí va en serio.