El pasado fin de semana se conmemoró el quinto aniversario del triunfo histórico del 2018. Recuerdo que, ese día, se había sentado un precedente importante en la vida pública del país. La alternancia, por fin, tocó la puerta de Palacio Nacional y, con una victoria contundente, López Obrador ganó una elección popular.
Tuvieron que pasar dos procesos presidenciales llenos de irregularidades y manipulaciones de parte de la derecha que, por obvias causas, trataron de impedir su llegada al gobierno, pues nunca han tolerado la idea de que un programa de nación con las características de progreso social para los sectores más vulnerables del país, llegase a las instituciones del poder público
Y eso, en este gobierno que encabeza el presidente Obrador, ha definido su programa sexenal. Los programas sociales, en ese sentido, son una causa que atendió el mandatario federal y, con ayuda del legislativo federal, lograron que fuera un derecho constitucional. Es decir, un beneficio colectivo para los adultos mayores, estudiantes y de más población civil que requiera asistencia del gobierno por situación de vulnerabilidad. Dicho en otras palabras, ese esquema de atención se ha convertido, ni más ni menos, en una plataforma que está diseñada para mejorar la calidad de vida.
No ha sido una tarea sencilla, dada la necesidad de desterrar el lastre de la corrupción que, en sexenios pasados, estaba carcomiendo el presupuesto público que, hoy en día, está destinado a quienes en verdad lo necesitan. Eso hay que destacarlo, sobre todo porque es un gobierno distinto a los demás. De hecho, esta administración seguirá echando raíces en un futuro inmediato. Eso lo confirmó el propio respaldo con el que goza el presidente Obrador. Es, sin lugar a dudas, un fenómeno social que ha construido las bases en torno a la lucha democrática que encabezó.
No sé si será la última aparición pública de López Obrador en el Zócalo de la Ciudad de México, que se ha convertido en el principal epicentro lopezobradorista. O sea, el corazón de la lucha social. Lo que sí es un hecho es que, ese movimiento, será testigo de otras manifestaciones de esa índole, pues Morena, en 2024, ganará la elección presidencial. Se trata de un hecho inexorable que las propias encuestadoras confirman. Lo mismo, basta con ver el inmenso respaldo de grandes sectores sociales y, de paso, con un movimiento unido en vísperas de definir quién será el abanderado.
Más allá de eso, son tiempos de refrendar el respaldo al presidente López Obrador. Lo he dicho abiertamente: en tres ocasiones he votado por él. Sigo creyendo en el proyecto de gobierno que él encabeza. Es verdad, hay temas que faltan por fortalecer, como la seguridad que no podemos soslayar. Sin embargo, soy de los que comparten la opinión del mandatario federal en relación con la herencia que dejaron los gobiernos de la derecha. Es decir, un tejido social sumamente lastimado, el que dejó Calderón y Peña Nieto.
En definitiva, el pasado sábado se vivió una fiesta popular. Hubo música y folclor que fueron el color de la manifestación social en favor de la llamada Cuarta Transformación que, a todas luces, es la palanca del desarrollo y progreso que hoy vive el país, lo cual debemos destacar porque son tiempos para festejar que, la 4T, ha llegado para quedarse.
Notas finales
Las 32 entidades federativas tuvieron participación activa en la conmemoración del quinto aniversario del triunfo electoral de Morena. Además de ello, los gobernadores y gobernadoras, emanados del lopezobradorismo, cerraron filas para acompañar al presidente López Obrador. Y no solo ellos, también activos importantes de los territorios estatales, encabezaron contingentes que nutrieron la fiesta popular. En ese sentido, nos cuentan que Michoacán no fue la excepción y, en medio de esa efervescencia, transitaron figuras como Giulianna Bugarini y José Luis Cruz Lucatero. Ambos, protagonistas claves del proceso de transformación en el territorio Purépecha, pero, también, perfiles que son considerados por la opinión pública, para competir en la próxima elección popular en busca de un espacio legislativo.