El día de ayer el New York Times publicó que la FIFA está en avanzadas negociaciones con la empresa tecnológica Apple TV, para darle la exclusividad de todos los juegos del Mundial de Clubes que se jugará en junio y julio del 2025 en los Estados Unidos.
Este nuevo Mundial, en el que participarán 27 equipos (en Catar jugaron 32 equipos), sólo se jugará en los Estados Unidos. La distribución de equipos por regiones será: 4 de África, 4 de Asia, 12 de Europa, 4 de América del Norte, Centro y Caribe, 1 de Oceanía y 6 de América del Sur.
Este nuevo torneo de FIFA está metiendo mucha presión en las ligas de todo el mundo para que durante un mes (15 de junio al 13 de julio del 2025) los clubes presten jugadores a sus selecciones nacionales, en lo que ya es un calendario complicado para estos. Por ello las asociaciones de futbolistas, sobre todo los europeos están criticando el Mundial de Clubes, pues el verano era la única época de descanso de los jugadores.
No habían quedado claras las razones por las que la FIFA, a finales del año pasado, anunció la creación del Mundial de Clubes-2025, estando a meses de la inauguración del Mundial de Norteamerica-2026. La razón central ahora apunta a que la FIFA habría llegado a un acuerdo con la empresa Apple TV para que sólo ellos tengan los derechos de transmisión del Mundial de Clubes. Por esos derechos Apple TV estaría pagando a la FIFA poco más de mil millones de dólares (lo que equivale $17 mil millones de pesos).
Este nuevo torneo, a la par de restarle espectacularidad al Mundial tradicional y de meter presión a todas las ligas para facilitar a sus jugadores, cambia por completo el racional de la FIFA: ahora mandará el dinero.
Esto cuando desde sus inicios FIFA había abogado porque sus juegos, el deporte, los viera la mayor parte de la población mundial y por eso tenía la obligación que en cada país al menos una televisora transmitiera sus juegos. Claro, pagando por ellos. Nada es gratis. Pero se aseguraba amplia cobertura e ingresos importantes.
Ahora, la FIFA cierra la posibilidad de la TV abierta en todo el mundo y sus juegos sólo estarán disponibles para los suscriptores que dentro de Apple paguen una cuota adicional. Así funciona la Season Pass de Apple para ver la MLS en los Estados Unidos (EU). Será pues, al igual que en la MLS, un pago por evento premium para suscriptores en una plataforma de video cerrada.
Con ello, Apple, la empresa que maneja Tim Cook, apuesta a crecer el volumen de sus suscripciones –ahora tiene 25 millones de usuarios en todo el mundo– y la FIFA deja atrás su misión de llevar los valores del deporte a todos los rincones del Mundo, al buscar privilegiar arreglos económicos. Digamos que la FIFA, bajo la dirección de Gianni Infantino se está convirtiendo más en una gran empresa y menos en una federación deportiva, con los riesgos que eso implica.
Otras dos pruebas que dejan ver que la FIFA piensa ya primordialmente en el dinero y no en el deporte ni en sus jugadores es la selección de los siguientes dos mundiales: para el 2030 será en Europa, Sudamérica y Norte de África. No hay ningún racional detrás de esto más que sacar dinero y por ello insertaron con calzador, de vuelta, a Europa, con todo y que ahí ya se jugó el mundial del 2018. Y poco les importó que de la península ibérica tengan que volar a Uruguay o Argentina, en vuelos de más de 12 horas.
Y, también, y poco conocido, que el mundial del 2034 será en Arabia Saudita y que su proceso de selección fue tan o más opaco que el de Catar. Pero los recursos que han de haber ofrecido los sauditas deben de haber sido cuantiosos.
Así, habrá más partidos de futbol tipo Mundial, pero estos serán cada vez menos vistos. Sólo contadas personas tendrán derecho a ello. Con lo que la dinámica mundialista que emocionaba a naciones enteras está por desaparecer. Ahora, al parecer, ya sólo mandará el dinero. El Mundial del 2026, en México-EU, está considerado por la FIFA “como el más inclusivo y diverso” de todos los mundiales. Con el nuevo diseño de la FIFA será también el último. Ya sólo lo podrán ver contados suscriptores de TV por internet y dejará de ser un deporte masivo para ser uno de elites.