Sonora Power

La deferencia para que Sonora sea el invitado de honor en la Edición 51 del Festival Internacional Cervantino, ya desató toda una intriga en la comunidad cultural y artística de la entidad, y es que grupos que en el pasado controlaron la cultura y el modo en que se creaba en Sonora, han decidido hacerle la guerra a la actual titular del Instituto Sonorense de Cultura, Beatriz Aldaco.

La historia no es del todo nueva, y es que a ella le han inventado y argumentado de todo, desde su condición de mujer al frente del aparato estatal de cultura, hasta su enfermedad, el caso es que no la quieren ahí.

Son fuertes intereses económicos y de control los que se oponen y no dejan que el aparato institucional de cultura en Sonora despunte, en el desarrollo de programas artísticos y creativos.

Los intereses son tantos, que en esta ocasión el director de la Orquesta Filarmónica de Sonora Héctor Acosta ha decidido desacatar el cambio de dirección, y está posesionado del control de esa agrupación musical, que depende presupuestal y artísticamente del estado.

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El Instituto Sonorense de Cultura es una instancia del estado, con autonomía de acción y de gestión, pero que depende de la Secretaría de Educación y Cultura, cuenta con diversas áreas, como artes plásticas y visuales, exhibiciones, publicaciones y las orquestas Filarmónica y Sinfónica del Estado, además de bandas típicas, centros culturales, museos y salas de exhibición.

Lo curioso es que a pesar de los músicos y artistas que integran a la Filarmónica del Estado, el señor Acosta está empeñado en mantenerse en el cargo.

La mayoría de los músicos de la Orquesta están de acuerdo con el cambio, debido a que Héctor Acosta no cuenta con estudios de Dirección Orquestal; no le dedica tiempo debido a su trabajo en el ISC, porque tiene plaza de tiempo completo en la Unison y como acompañante de piano con cantantes.

El berrinche es que quiere estar en el Festival Cervantino a como dé lugar, siendo esta la instancia en que Sonora buscará presentar su cultura a nivel nacional e internacional y es evidente que el diseño de la participación del estado en el Festival Internacional Cervantino resulta vital para el impulso y relanzamiento de la entidad como destino para el turismo y las inversiones.

El gobierno de Alfonso Durazo ha puesto vida y corazón en ese empeño y la directora del Instituto Beatriz Aldaco busca dar los resultados del caso, por lo que hay una gran expectativa para Sonora.

Incluso ya se presentó un elenco completo y hay una visión renovada para este relanzamiento.

Sin embargo actitudes atávicas de los grupos que controlan la cultura, que se han caracterizado por actuar como una “mafia cultural”, buscan torpedear ese relanzamiento y por eso es que secuestran a instituciones como la Orquesta Filarmónica.

El esfuerzo de relanzar Sonora y presentarlo en una vitrina de alcance nacional e internacional como el Festival Cervantino, no puede ni debe ser opacado por intereses particulares.

Correspondencia a demiandu1@me.com | En Twitter @Demiandu