El legado político de Andrés Manuel López Obrador continúa a pesar de haber terminado su gestión. Hablamos no solamente de la esencia y los principios del movimiento, sino de sus políticas públicas. Examinando esa concepción, es importante decir que, para el caso, están pendientes 15 iniciativas de modificación al marco constitucional que, hasta donde sabemos, se trabajarán a la brevedad posible desde el legislativo federal. Ese simple hecho sigue manifestando la visión de AMLO, especialmente el anhelo progresista y transformador, del mismo modo que ha prometido la nueva presidenta constitucional empujar. Ella, en efecto, dejó claro en su mensaje —en la toma de protesta— que ahondará para que la transformación siga siendo un mecanismo de acceso a las oportunidades.

De ese modo, veremos una política similar a la que hiló López Obrador durante su era. Es decir, una relación muy sólida y de mucha coordinación con el legislativo. Eso significa que, a lo largo de este periodo, más cambios constitucionales vendrán a fortalecer el sistema sociopolítico de México. De esta manera, la fracción parlamentaria de Morena, por el valor que tiene cada uno de los puntos, pondrá en marcha los trabajos. Eso, para el progreso del país y la democracia, vendrá a ser parte de la coronación del mandato que encabezó el expresidente de México. Siendo así, ningún tema se excluirá; el paquete de veinte iniciativas saldrá adelante sin contratiempos.

El propio Ricardo Monreal, coordinador de los diputados de Morena, ha puesto especial atención en ese asunto. Eso, por supuesto, coloca al zacatecano en una posición inmejorable que, me atrevo a decir, lo pone de nueva cuenta en los reflectores. No sé si Monreal esté pensando en otro proceso presidencial; lo que sí sé es que, por mucho, el líder de los diputados ha cobrado ese poder político que le ha caracterizado siempre. De entrada, la mayoría de representantes populares, meses atrás, han cerrado filas con él. Algo similar a la base que construyó en el Senado de la República que, al final de cuentas, logró mantenerlo sólido en la sucesión presidencial adelantada. Siendo uno de los políticos con mayor liderazgo, de igual forma, su protagonismo lo sostuvo en el nivel más elevado de los temas de la agenda pública. Hoy, con ese mismo juicio, Monreal comenzó con el pie derecho esta nueva encomienda.

En lo político, de igual manera, Ricardo Monreal ha fortalecido una columna vertebral transformada en liderazgos y posiciones claves. Uno de los ejemplos más claros, evidentemente, radica en la gubernatura de Zacatecas, donde hay una gran concentración de trabajo de base a favor del zacatecano. Y como la carrera por la gubernatura comenzará de un instante a otro, una de las principales cartas —que está claro que levantará la mano— es el senador Saúl Monreal. Desde mi punto de vista, favorito para mantener el legado. Desde luego, tendrá que medirse al mecanismo de evaluación del partido cuando los tiempos lleguen, pues el momento decisivo, recordemos, es precisamente esa decisión que toman los ciudadanos encuestados. Justamente ahí, por mucho, el menor de los Monreal es, ni más ni menos, el mayor prospecto para abanderar al movimiento.

Otras de las circunstancias del buen momento que vive Monreal, son los espacios que ocupan gente del primer círculo del coordinador de los diputados de Morena en San Lázaro. A ello podemos agregar, desde luego, la llegada de Néstor Núñez y Catalina Monreal al gabinete de la presidenta constitucional de México. En ese orden, se sabe, el excoordinador de la segunda circunscripción ocupará un rol sustancial con programas estratégicos del gobierno de la 4T. En ese mismo cauce transita Caty. Ella, dada su encomienda, tomará el timón del Instituto de la Economía Social.

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De ese modo se puede entender el buen momento que vive Ricardo Monreal. Eso, desde luego, ofrece un panorama inmejorable para un futuro inmediato. De hecho, le viene muy bien a Claudia Sheinbaum este liderazgo que ha fortalecido el zacatecano, especialmente en el seguimiento y acompañamiento de la continuidad de la política transformadora a través de las reformas constitucionales que comienzan a ganar mayor respaldo ciudadano. Para tal efecto, la misma jefa de Estado ha dejado claro que mejorará la obra e infraestructura que, evidentemente, serán diseñados para seguir catapultando al país a la vanguardia e innovación.

La misma Claudia Sheinbaum, en su proyecto que presentó, ha dicho que movilizará todo el recurso y la capacidad del Estado para mejorar la calidad de vida de la población civil. Entendemos perfectamente que eso, por mucho, hace referencia a los programas sociales, lo mismo que el mejoramiento del sistema agrícola y comercial, como una de las posiciones inherentes para la creación de fuentes de empleo. Eso, entre muchas cosas más, será el proceso de continuidad de la 4T, evidentemente. De hecho, la importancia que se le dará a la educación, al igual que lo hizo AMLO, será otro de los motores de impulso, sobre todo en la reconstrucción del tejido social.

La experiencia y el legado que nos deja AMLO, sumado a la contribución de los precursores que dieron vida orgánica al movimiento lopezobradorista, son una combinación que, desde luego, contribuirá al proceso de transformación o, mejor dicho, a la construcción del segundo piso. Hablamos de personajes claves como Ricardo Monreal y Claudia Sheinbaum.