El día de ayer, el gobierno de Estados Unidos, liderado por su presidente Donald Trump, aplicó sanciones arancelarias a México bajo el argumento de que este país no hace lo suficiente para combatir el problema de las drogas. Sin embargo, surge la pregunta: ¿qué está haciendo Estados Unidos para combatir este problema en su propio territorio?

Estados Unidos no solo es el mayor consumidor de drogas a nivel mundial, también es el principal proveedor de armamento para los cárteles y el país donde se mueve la mayor cantidad de dinero proveniente del narcotráfico.

La demanda de drogas: el motor del narcotráfico

Estados Unidos no solo es el mayor consumidor de drogas a nivel mundial, sino también el epicentro financiero del narcotráfico global. Este fenómeno tiene un impacto devastador en países como México, donde los cárteles se fortalecen gracias al flujo de armas y dinero proveniente del norte. El mercado de drogas en Estados Unidos mueve billones de dólares.

-Datos clave:

- Se estima que el mercado de drogas en Estados Unidos mueve entre $100,000 y $150,000 millones de dólares al año.

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- Más de 20 millones de estadounidenses consumen drogas ilegales regularmente, según la Encuesta Nacional sobre el Uso de Drogas y la Salud.

Esta demanda no solo enriquece a los cárteles, sino que también los incentiva a expandir sus operaciones, generando en gran parte la crisis de violencia en México y otros países productores.

Armas estadounidenses: alimentando la violencia en México

Mientras Estados Unidos culpa a México por el flujo de drogas, ignora su responsabilidad en el flujo de armas hacia los cárteles. Según un informe del Departamento de Justicia de Estados Unidos, el 70% de las armas incautadas en México provienen de Estados Unidos. Estas armas son adquiridas legalmente y luego desviadas ilegalmente, fortaleciendo a los cárteles y facilitando su control sobre rutas de tráfico y territorios.

-Datos clave:

- Entre 2014 y 2018, más de 200,000 armas fueron traficadas desde Estados Unidos hacia México.

- Estas armas incluyen rifles de asalto, pistolas y municiones de alto calibre, que son utilizadas en enfrentamientos entre cárteles y contra las fuerzas de seguridad mexicanas.

Otro dato: el mercado de armas a civiles en EEUU equivale a más de 20,000 millones de dólares anuales.

Lavado de dinero: beneficiando a la economía estadounidense

El dinero generado por el narcotráfico no se queda en las calles; se integra a la economía formal a través del lavado de dinero. Estados Unidos, como centro financiero global, es el lugar ideal para este proceso. Los cárteles utilizan negocios legales, como restaurantes, inmobiliarias, casinos y servicios financieros, para blanquear sus ganancias.

Datos clave:

- Se estima que entre $20,000 y $30,000 millones de dólares provenientes del narcotráfico se lavan anualmente en Estados Unidos.

- Este dinero distorsiona los mercados, infla los precios de bienes raíces y financia actividades ilegales, beneficiando indirectamente a sectores económicos clave.

El lavado de dinero no solo fortalece a los cárteles, sino que también tiene un impacto positivo en la economía estadounidense, algo que el gobierno rara vez reconoce.

La hipocresía de señalar a México

El gobierno de Estados Unidos ha culpado repetidamente a México por el problema de las drogas en su territorio, ignorando su propia responsabilidad. Mientras exige que México combata a los cárteles, no hace lo suficiente para reducir la demanda interna de drogas, controlar el flujo de armas o combatir el lavado de dinero.

Ejemplos de hipocresía:

- El presidente de Estados Unidos afirmó que “México no hace lo suficiente para detener el flujo de drogas”, omitiendo mencionar que su país es el principal consumidor.

- Mientras tanto, las políticas de control de armas en Estados Unidos siguen siendo laxas, facilitando el tráfico hacia México.

- El dinero producto del narcotráfico fluye impunemente en la economía estadounidenses, sin que se haga casi nada por parte de ese país para evitarlo.

La narrativa de que “México es el culpable” no solo es injusta, sino que también evita abordar las raíces del problema: sin demanda, se acabaría con la oferta. Es economía básica. Nadie produce algo que no se consume.

Conclusión

El narcotráfico es un problema complejo que requiere la aceptación de responsabilidades compartidas. Estados Unidos no puede seguir señalando a México como el único culpable mientras se beneficia indirectamente de esta industria ilegal. Es Estados Unidos quien financia, arma y lava el dinero del narcotráfico; eso no se puede negar. Para avanzar hacia una solución real, es esencial que Estados Unidos reconozca su papel en este ciclo y tome medidas concretas para reducir la demanda de drogas, controlar el flujo de armas y combatir el lavado de dinero.

Finalmente, recordemos que Estados Unidos ha defendido la venta libre de armas en su país, alegando que “no son las armas ni sus fabricantes los que matan, sino las personas que las usan”. Bajo este argumento, las drogas no serían el problema, sino quienes las consumen.