Sonora Power
Ayer 15 de agosto tuve el honor de asistir a uno de los actos que marcarán el camino de México en la historia, con el reconocimiento de Claudia Sheinbaum Pardo como la primera mujer que asumirá el cargo de presidenta de la república, y mire me detengo en el punto de llamarle presidenta porque se trata de una reivindicación de la lucha de las mujeres por la igualdad.
Claudia Sheinbaum es así, se detiene en los detalles, porque es una mujer de lucha, formada en la izquierda, como activista y como política, como gobernante y llega a este punto, que para muchos sería el corolario de su vida política con enormes retos.
No debe pasar desapercibido que justo en el 2024 se cumplen 200 años de la república mexicana, y que de Guadalupe Victoria a Claudia Sheinbaum han pasado 65 personajes por la máxima magistratura de este país y que ella es la primera dama en acceder al poder.
No fue fácil, para empezar Claudia Sheinbaum enfrentó las resistencias internas, la misoginia de algunos de sus compañeros y debió emprender un camino complejo, largo y azaroso, en el que muy pocos vimos desde el inicio, al péndulo de la historia marcando el rumbo.
Yo a la actual presidenta electa se lo dije en Nogales hace exactamente 1 año, en agosto de 2023, que yo pensaba que ella sería la sucesora y que por lo tanto en ella depositaba mi confianza, todavía recuerdo los ojos con que me regresó la mirada, en parte de sorpresa, en parte de angustia, pero sobre todo de esperanza.
Conozco y tengo noticia de la presidenta electa desde 1985, en especial por las conversaciones que escuchaba en mi hogar materno, pues crecí en un hogar feminista y con un profundo compromiso con las luchas de izquierda, ahí se hablaba del CEU como la última línea de resistencia contra el ánimo neoliberal para privatizar la educación superior, que para aquél entonces era pública y gratuita.
Claudia Sheinbaum no era la activista más notoria, ni la más famosa. Pero fue quien al final de ese proceso histórico resultó ser la más disciplinada y comprometida con la causa.
Mi papa, Don Rubén Duarte Rodríguez (QEPD), me decía que en la vida hay que cumplir lo que se pregona, es una enseñanza de vida muy valiosa, y creo que el mayor valor que tiene Claudia Sheinbaum es que es una persona congruente, no se desvía del rumbo, cumple su palabra, es disciplinada y congruente y sabe cumplir.
Ellos, el CEU, fueron fuente de inspiración para nosotros en Sonora, que 6 años después (en 1991) debimos enfrentar el ánimo autoritario y privatizador, al convertir la oligarquía gobernante en aquél tiempo a nuestra Universidad de Sonora en otro laboratorio, como intentaron años antes con la UNAM.
En aquél momento (1991) Manlio Fabio Beltrones apoyado justamente por la oligarquía política y empresarial sonorense, logró imponer la llamada Ley 4, y los estudiantes entonces formaron el CEUS, que dio férrea pelea a la imposición, de ahí fue que nos enteramos con mayor claridad de quién era desde entonces la hoy presidenta electa.
Claudia Sheinbaum siguió con su vida, sus proyectos, desplegó sus talentos, logró su trayectoria como científica y académica, pero nunca se despegó de sus ideales, regresó con Andrés Manuel López Obrador a la política, en este caso como secretaria de medio ambiente del entonces jefe de gobierno en el 2000 y a su lado construyó una sólida trayectoria, primero como secretaria, luego como jefa delegacional en Tlalpan, para llegar después a ser jefa de gobierno a la Ciudad de México.
Su principal argumento ha sido justamente la congruencia y su honestidad, esto es cumplir lo que pregona, y hoy es una mujer que está haciendo historia.
A mi me da gusto por Claudia, la presidenta, pero me da más gusto por mi país. Creo que ella tiene la capacidad, el talento, la disciplina y la constancia para llevar al país a nuevos niveles de desarrollo.
Claudia Sheinbaum entiende como nadie la visión de Andrés Manuel López Obrador, comprende el concepto de lo que es el humanismo mexicano y ante todo es una persona congruente, que lejos de actuar por ambición personal, es una mujer, una dama, a la que le mueve el interés colectivo y el orgullo de estar en el lado correcto de la historia.
México es su proyecto y su visión es que a todo México le vaya bien.
México con Claudia Sheinbaum emergerá como una gran nación y claro, el proyecto del lopezobradorismo está en las mejores manos, en una mujer talentosa y comprometida, que ofrece la garantía de que cumplirá lo que ha venido pregonando.
¿Cómo no estar con Claudia Sheinbaum?
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