Para la vida diaria, una persona común requiere beber alrededor de dos litros de agua al día. Al practicar ciclismo, o cualquier otro deporte, la hidratación es fundamental para rendir lo necesario y evitar una deshidratación. Con bajar solamente el 1% del agua total del cuerpo, el rendimiento deportivo bajará significativamente así que hay que beber periódicamente mientras hacemos ejercicio, aunque no tengamos sed.
Ten cuidado de aquellos “entrenadores” que te recomiendan no beber agua en toda la sesión de entrenamiento con el objetivo de aclimatarse, ¡estas prácticas son peligrosas y atentan contra tu salud!
Al hacer ejercicio, el cuerpo entra en calor y requiere de la sudoración para regular la temperatura corporal y no solamente eliminamos agua, se desechan sales minerales fundamentales para los procesos vitales. Además de aumentar el gasto calórico para mantenernos haciendo ejercicio.
La mayoría tomamos agua cuando nos da sed, pero andando en bici o al activarse en cualquier modalidad deportiva, debemos tener un método para hidratarnos. Es muy fácil dejarse llevar y olvidarse del abastecimiento, pero si perdemos entre un 3 o 4% del agua total del cuerpo nos deshidratamos, provocando calambres y otros daños a la salud. Sobre todo, debemos tener especial atención en los adultos mayores y en atletas de resistencia.
Para evitar llegar a sufrir el bajo rendimiento o los efectos de la deshidratación leve o severa, debemos beber por lo menos 200 mililitros de agua cada 30´ después de haber iniciado nuestra sesión de ejercicios y continuar bebiendo líquidos así hasta el final de la jornada.
Los calambres, causados por desequilibrios de electrolitos, se pueden producir si no seguimos un buen método para hidratarnos correctamente y se incrementan en condiciones de alta humedad, en altas temperaturas y aunque usted no lo crea, aunque haga frío, también se pierden una gran cantidad de sales minerales.
Si no sigues un método para hidratarte sistemáticamente entras en un estado de deshidratación tal que la sudoración puede ser escasa o prácticamente nula y las consecuencias pueden ser muy graves. Además de beber líquidos andando en bici, también debemos comer: melón, sandía, naranjas, etcétera, que apoyarán a la hidratación y a mantener la energía perdida durante la actividad física.
No solamente el agua pura o las frutas nos mantendrán hidratados correctamente, debemos añadir sales minerales y carbohidratos, que ya están en el mercado en diferentes marcas y presentaciones.
Hay que tener cuidado al adquirir estas ya que las que más nos sirven para andar en bici son las hipotónicas, o con menor concentración de azúcares, menor al 4%, estas son las que se absorben con mayor facilidad y nos aportan los requerimientos para una actividad de larga duración.
Las Isotónicas son las que contienen entre un 6 u 8% de azúcares más electrolitos y son las que más se encuentran en el mercado pues además de sales minerales aportan una cantidad moderada de carbohidratos y se absorben con facilidad, pero el exceso de ingesta, sobre todo en una rodada de más de 5 horas, te puede llegar a causar malestares intestinales.
Las bebidas Hipertónicas que tienen azúcares por encima del 10% se absorben de manera más lenta y durante la actividad física, producen malestares estomacales durante el pedaleo, estas más bien se recomiendan para la recuperación.
No importa qué método utilices para hidratarte, lo recomendable es hacerlo a intervalos de 30′ o de 15′, tampoco importa qué tipo de mezcla de electrolitos y azúcares uses. Lo importante es que cuides tu salud y te hidrates correctamente durante el ejercicio.