Desde hace muchos años, el sector aeronáutico había sido ignorado por las administraciones anteriores, dejándole al propio mercado la posibilidad de imponer sus propias reglas.

No debemos olvidar que las aerolíneas son concesiones que otorga el Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, hoy Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT).

Por ello un número considerable de la gente que trabaja dentro de la industria aérea ve con buenos ojos que este gobierno esté interesado en el sector, con la importancia debida, poniendo orden de una buena vez. Durante muchos años, diferentes actores llevaron este tema a diversos foros, tratando de poner en la agenda de las autoridades, de diferentes niveles, con el objetivo de que el gobierno ejerciera sus facultades legales, y tomara las riendas de la aviación.

La verdad es que desde hace muchísimos sexenios ha sido un clamor por parte de la gente que trabaja en la aviación.

Y hablemos de las rutas y de los slots (franjas de horarios de despegues y aterrizajes). Con el paso del tiempo, las aerolíneas que por una u otra razón dejaron de operar los han dejado “libres” -por llamarlo de una manera-, y los han usufructuado aerolíneas tanto nacionales como extranjeras, con el objetivo de que no se pierdan, pero al final se han convertido en decisiones que quedaron “al garete” y sin regularización.

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Cuando AeroCalifornia se declaró en huelga, esta empresa le vendió a Interjet sus rutas y slots que tenía operando en La Paz, Baja California; hora que Interjet a su vez está en huelga, esas rutas y slots se han quedado literalmente “en el aire”, y no se puede permitir que cualquiera haga uso de ellas, ni que se pierdan.

Es el caso de Mexicana de Aviación, cuyas rutas y slots fueron “prestadas” a otras aerolíneas desde 2010, por decisión de la SCT, bajo el pretexto de que no podía perderse la conectividad aérea. Interjet operaba algunas de ellas, pero ahora que desconocemos cuál será su destino.

Sabemos que Volaris, Viva y Aeroméxico siguen usufructuando las rutas y slots de Mexicana. Lo digo sin ambigüedad: las están monetizando, sin dar nada a cambio a los trabajadores de la empresa que seguimos esperando que alguno de los Tres Poderes de la Unión (Ejecutivo, Legislativo o Judicial) nos saque de este limbo jurídico en el que estamos desde hace 12 años, y contando.

Por todo esto, resulta alentadora (solo eso, alentadora) la reunión que se tuvo en la Secretaría de Gobernación para hablar de la migración de operaciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Resulta inteligente y lógico hacer el movimiento de manera ordenada, primero con los vuelos de carga, de las líneas aéreas que se dedican a ello, y posteriormente los vuelos charteros. En México tenemos una aerolínea cuyo mercado son exclusivamente este tipo de vuelos: Magnichartes.

Es lógico y sensato también que más adelante, tal vez en el mes de julio, se abra la oferta de vuelos de VivaAerobus, Aeroméxico y Volaris. Todas ellas han sacado comunicados informando cuáles serán las rutas que comenzarán a operar desde el AIFA en dicho mes. VivaAerobus acaba de anunciar que en la segunda mitad del mes de julio se sumarán cinco nuevos destinos en el AIFA: ACA, CUN, OAX, PXM y HAV (Acapulco, Cancún, Oaxaca, Puerto Escondido y La Habana). Mientras, la otra aerolínea de bajo costo Volaris anuncia que trasladará 20 rutas, es decir 40 operaciones al AIFA, en el mismo mes.

A Aeroméxico no le conviene quedarse atrás, por eso la aerolínea que encabeza Andrés Conesa es la que más operaciones va a mover: 30 rutas, o sea 60 operaciones. Sabemos que en días próximos dará más detalles de cuáles serán estas nuevas opciones para los usuarios.

Buscamos desahogo de operaciones del AICM, y lo estamos encontrando. Si mal no recuerdo, esa fue la razón de construir el AIFA, ¿o me equivoco? Santa Lucía se reconfiguró para ser una terminal complementaria del principal aeropuerto de la Ciudad de México.

Un punto poco abarcado, pero sin duda importante, es que la propuesta de mudar operaciones no sólo será para el AIFA, sino que se tiene contemplado también el Aeropuerto Internacional de Toluca (AIT), que puede ser una gran opción para todos los que viven en la zona poniente de la ciudad. De llevarse a cabo, ya no tendrán cruzar toda la mancha metropolitana, si pueden tomar su vuelo en una terminal mucho más cercana la zona donde habitan.

Debo insistir, después de años de abandono por parte de nuestras autoridades, considero que este es el momento perfecto para que volteen a ver la industria y comiencen a poner orden. Como usuarios habrá que reeducarnos y ver las ventajas de tener no solo uno, sino tres aeropuertos que le brinden servicio a la zona metropolitana, ese gran monstruo en que se ha convertido la jungla de asfalto, hoy una verdadera olla de grillos.

Contar con diferentes terminales aéreas es un beneficio del que debemos ser conscientes como ciudadanos. Es una apuesta a modificar nuestros hábitos, en función de una mejor movilidad terrestre, que no genere tráfico innecesario, que optimice los tiempos de traslado, y se traduzca en una mejor calidad de vida.

Es imperante evitar que sea el propio mercado quien se regule solo. En nuestro caso, como el de muchos países que cuidan de su aviación, es el gobierno quien pone las reglas del juego, y los demás deben acatarlas.

Sin duda alguna, Adán Augusto López ha sabido cómo dar un golpe de timón, a tiempo y necesario. Aunque con él se vuelva evidente que en la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes lo habita un fantasma. Años de solicitarle a la autoridad poner orden y tiene que ser otra área la que logre los acuerdos.

Sin temor a equivocarme, Arganis y su gente no dan el ancho en la Secretaría. Y es que él y el Titular del Ejecutivo deben contemplar muy bien que vienen más temas relacionados a la aviación: es muy probable que Aeromar deje de existir; ha dejado de pagarle completo a sus trabajadores, y el dueño anda refugiado en Nueva York. Esta pequeña aerolínea sigue sin flujo de efectivo, y a diferencia de Interjet, están dejando que los trabajadores vayan renunciando poco a poco, y así hacerla cada vez más pequeña, hasta desaparecer.

Ojo aquí Ingeniero Arganis; hace más de dos años se les advirtió todavía del posible destino de Interjet, cuando aún estaban volando. No lo echen en saco roto. No podemos darnos el lujo de seguir dejando que empresarios sin escrúpulos sigan manoseando impunemente las concesiones federales, y pisoteando las leyes.

No queremos que las rutas y los slots del mundo maya se pierdan, si Aeromar deja de volar. Hay aeropuertos en este país que por su reducido tamaño impiden que aviones comerciales como Airbus o Boeing puedan aterrizar. Ahí está la importancia de Transportes Aeromar y sus equipos ATR.

La fecha marcada para el estallamiento de la huelga de sus trabajadores es el 18 de mayo, Están contra reloj. La pregunta es seria ¿Será necesaria una reunión directamente con el Secretario de Gobernación, los dueños de la empresa y los sindicatos? No podemos tapar el sol con un dedo. Hace falta trabajo político en estos casos, y ya vimos que ni la STPS, ni la SICT encuentran en sus leyes orgánicas el sustento legal para hacerlo. Tal vez el problema es falta de intención, o de oficio.

Tanto las idas al aire -o aproximaciones fallidas-, como los abortos de despegue, son procedimientos de seguridad, cuya finalidad es evitar a toda costa un accidente. Ya sea por mal clima o por tráfico en la pista (de una aeronave u otro tipo de vehículo ocupando la pista), no hay nada de qué preocuparse, al contrario. Hacer una tormenta en un vaso de agua como este solamente desincentiva, por miedo, el uso de los aviones comerciales.

En las más de 2 mil horas de vuelo que tuve como sobrecargo de Mexicana de Aviación, perdí la cuenta de cuántos abortos y cuántas idas al aire tuve. En ocasiones incluso sin poder aterrizar tras varios intentos, obligados a hacerlo en otro aeropuerto. Nunca por impericia de la tripulación; siempre por condiciones ajenas.

Hace unos meses el ruido y el reordenamiento del espacio era el tema de todos los días. Ahora estos procedimientos de seguridad, que ocurren en todo el mundo y son de lo más normal, les están poniendo los pelos de punta a muchos.

Yo solamente quiero decir: la aviación sigue siendo el transporte de pasajeros más seguros del mundo. Tan solo en el país al año fallecen cerca de 16 mil personas involucradas en accidentes viales, en cambio en nuestra aviación tenemos cero fallecidos; es una industria muy segura. Por eso aplaudo la decisión del gobierno de tomar las riendas en el reordenamiento del espacio aéreo, eso significa que busca seguir manteniendo los altos estándares de seguridad que tenemos en la aviación mexicana.