EL AJEDREZ HUMANO

El periodismo tiene como principal objetivo buscar la verdad, mismo que se genera cuestionando, investigando, siempre con una mirada objetiva, alejada de los intereses personales o de grupo, imparcial, desde su definición básica, periodismo se entiende como la actividad sistematizada en la recopilar, difundir y analizar la información, todo lo que este fuera de este rubro, no se puede considerar como periodismo, relaciones públicas tal vez, pero no periodismo, la pregunta es ¿Existe en el deporte este tipo de periodismo?

He sido reportero durante 15 años, las diversas facetas de mi trabajo me hicieron entender, valorar y respetar la profesión, no me jacto de ser periodista, respeto a quien así se profesa, aunque sean pocos los que realmente la practiquen, lo que queda claro es que el primer paso para poder auto etiquetarse de eso es estar en el lugar de los hechos, las redes sociales han democratizado y dado luz en la búsqueda de la verdad, pero también es una enorme bestia que confunde y muchas veces miente, ahí se refugian personajes que con el afán de generar “likes” o “RTs” hacen y dicen cualquier cosa, nada más peligroso, cuando el concepto más básico del reportero o periodista es ser un transmisor nada más, dejar que la nota sea la que tenga los reflectores, no uno mismo. No sé si este concepto en la actualidad es una falacia, una idea romántica de lo que me enseñaron durante tantos años grandes profesionales, lo que sí me queda claro, es que cada quien entiende periodismo de acuerdo a sus valores, educación e intereses y ahí es donde se abre el verdadero debate.

Toda esta reflexión sale por lo ocurrido el fin de semana, cuando un reportero le pregunta a Gerardo Martino sobre un tema táctico referente al perfil de los delanteros que utiliza acorde a las necesidades de su estilo de juego en el parado táctico, su formación pues, “demore cuatro años para que alguien me hiciera una pregunta de esa naturaleza, así que te agradezco muchísimo. Todo lo que dijiste es tal cual, te agradezco, iría a darte un abrazo” le dijo el técnico de la selección al reportero, por cierto, el abrazo entre ambos llegó al final de la conferencia.

Para entender la respuesta de Martino primero entendamos el contexto el cual vive el estratega argentino. Cuestionado desde sus fracasos perdiendo las finales de la Copa Oro y Nations League contra Estados Unidos, una eliminatoria pobre en funcionamiento, goleadas ante Uruguay y Argentina, criticado por la falta de claridad en la manera de ejecutar su posición ante la negativa de Carlos Vela de jugar el mundial, su pleito con Chicharito al que nunca recibió ni buscó para darle una solución, su aferrada decisión de convocar a jugadores con un pobre nivel en sus equipos, entre otras cosas, han creado un abismo muy palpable entre el “Tata” y los medios, los cuales, se han encargado de criticarlo por el pobre nivel que tiene México de cara a la copa del mundo.

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Y no es que no se analice como juega, o sus variantes, las cualidades de cada jugador, recorridos, estrategia, táctica y demás, créanme, se ha hecho, pero cuando no encuentras la respuesta en la cancha, entonces el deber del reportero o el periodista está en buscar esas respuestas fuera de ella y es ahí donde viene el tema, porque no tienes que rascarle mucho para encontrar esas ansiadas respuestas en el entorno, lo que al final, molesta el entrenador. No, no le demos lugar a la prensa amarillista, ni escandalosa, la que vive del chisme deportivo, esa, que existe, no hace periodismo, es más, lo denigra, por eso, la respuesta de Gerardo Martino, diciendo que demoró cuatro años para que alguien le hiciera una pregunta de esa naturaleza no es más que un dardo de incomodidad que lanzó a sus detractores, a esos que le incomodan, que le han señalado errores e incongruencias, porque créanme, las ha tenido, en el entendido que es un gran entrenador con una importante trayectoria que nos ilusionó a su llegada, la falta de resultados en los momentos claves de su gestión han acabado con esa luna de miel con prensa y aficionados, por eso al “Tata” se le ve muchas veces serio, molesto, harto en las conferencias de prensa, por eso su respuesta y abrazo de “Acatempan” al colega quien no fue más que su chivo expiatorio.

Porque así como el “Tata” dice que esperó cuatro años para que le llegara una pregunta así, quizá nosotros nos tardamos cuatro años en entender que Martino está lejos de ser el entrenador que lleve a México a trascender en una copa del mundo, mucho menos en dejar un legado y peor aún, quizá estos cuatro años han sido un retroceso en el cambio generacional que a Gerardo poco le importa, tomando en cuenta que en el 2026 la selección no tendrá eliminatoria, lo de Gerardo Martino quizá es tiempo perdido, veremos.