Estimados lectores, el día de hoy les traigo una charla que sostuve hace unos días con Edgardo Aníbal Llano, secretario general de la Asociación Sindical del Personal Aeronáutico (APA) y secretario adjunto de la Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina (CTA), quien es además el presidente a nivel mundial de la Sección de Aviación Civil de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF por sus siglas en inglés).
Le agradezco públicamente el tiempo que se tomó para platicarme la situación por la que están atravesando los trabajadores de la industria aeronáutica en el Cono Sur. Me comentó que durante las campañas electorales, el entonces candidato Javier Milei habló de la posibilidad de entregarles la aerolínea a los trabajadores. Una medida que en ese punto podría sonar “bien”.
Sin embargo, su propuesta durante las campañas electorales para la presidencia de Argentina, era una manzana envenenada que les daría en el marco de la apertura de los cielos argentinos. Y aquí en México sabemos muy bien lo que eso significa: imposibilidad de competir contra las grandes compañías aeronáuticas extranjeras.
El contexto es que Aerolíneas Argentinas, a pesar de ser una línea aérea muy exitosa, cuenta con una flota de 81 aviones y de esta empresa dependen 12 mil trabajadores.
Los gremios aeronáuticos sabían desde las campañas, que la propuesta de Milei era un dardo envenado para la aviación argentina, pues solamente podrían ser operativos durante un año. La realidad es que se requiere del Estado para la sobrevivencia de la aerolínea austral, pero no porque sea un rotundo fracaso, al contrario, Edgardo me comentaba que el año pasado Aerolíneas Argentinas aportó al Producto Interno Bruto (PIB) poco más de 6 mil millones de dólares.
Para entender esta historia, hay que conocer su origen; durante la charla Edgardo habló del pasado, para comprender el presente. La historia de Aerolíneas Argentinas sufre un giro de timón cuando Carlos Saúl Menem, en 1990, privatiza la empresa aeronáutica que nació bajo la presidencia de Juan Domingo Perón; ya saben, con el viejo cuento que las manos privadas sí saben administrar, además de quitarle una responsabilidad al Estado, que es la de proveer transporte aéreo público.
Durante 20 años sufrieron la privatización, con las consecuencias que trajo aparejadas como el decrecimiento de la aerolínea, al favorecer a españoles y norteamericanos a través del Grupo Marsans. Sus dueños redujeron a la compañía aérea a 26 aeronaves, en beneficio de sus propias aerolíneas (Iberia y American Airlines), a tal grado que Aerolíneas Argentinas estuvo a punto de desaparecer.
En 2008, después de una larga lucha por parte de los trabajadores, se buscó estatizar la empresa, y una vez logrado, podemos decirlo sin temor a equivocarnos, Aerolíneas Argentinas volvió a brillar en los cielos. Actualmente cuenta con una flota de más de 80 aeronaves y vuela a más de 60 destinos, conectando lugares a donde otras aerolíneas extranjeras comerciales no van.
Un recordatorio muy puntual que Edgardo hizo durante la conversación fue la aportación de Aerolíneas Argentinas al país austral durante la pandemia de Covid-19, destacando que tanto las aerolíneas norteamericanas como las europeas recibieron apoyos económicos de sus gobiernos (y detrás de ello hay una razón), y fue gracias a la aviación argentina que se pudo repatriar compatriotas que quedaron varados, además de que también en sus equipos se trasladaron insumos médicos a Argentina.
Gracias a Aerolíneas Argentinas pudieron llegar las vacunas a dicho país, y con ello hacerle frente a la pandemia de Covid. Sin esa aviación estatal, hubiera sido mucho más complicado, pues estarían a expensas de las aerolíneas extranjeras y su agenda; pero afortunadamente pudieron llegar los insumos médicos, tan necesarios en esos momentos de crisis sanitaria a nivel mundial.
También me comentó que el próximo 24 de enero planean un “Paro General” en el que buscan movilizar a más de medio millón de personas, no solo del sector aeronáutico, sino también de otros sectores, que están siendo afectados por las medidas del ahora presidente de la nación argentina, Javier Milei.
Señaló que esperan la participación de varias centrales extranjeras de trabajadores, quienes se manifestarán afuera de las embajadas argentinas en sus países de origen. El gobierno de Milei busca una política de cielos abiertos (DNU70/2023), además de la privatización de Aerolíneas Argentinas, junto con más de 41 empresas entre las que destacan Correo Argentino, Energía Argentina Sociedad Anónima (Enarsa) y Banco Nación, por nombrar algunas.
Edgardo Aníbal Llano aprovechó para recordar que ha venido varias ocasiones a nuestro país: en 2010, en el marco de la bajada de vuelo de Mexicana de Aviación, y en 2022 cuando se empezó a discutir el tema de abrir los cielos en México, lo cual afortunadamente fue desechado, al escucharse las razones por la cuales esa idea no solo es pésima, sino que en caso de que se hubiese aceptado abrir los cielos, estaríamos permitiendo la extinción de la aviación comercial nacional, dejando el mercado libre a las aerolíneas extranjeras.
En caso de “abrir los cielos” en Argentina, no solamente se afectaría a los 12 mil trabajadores que laboran en su aerolínea bandera, sino que el impacto alcanzaría aproximadamente a 30 mil empleos más, que dependen de la línea aérea de forma externa.
Ese es, entre otros, uno de los reclamos que quieren dejar claros en el paro del día miércoles 24 de enero., tanto APA, CTA como otros organismos sindicales, estudiantiles y de la sociedad civil se van a reunir fuera del Congreso de la ciudad de Buenos Aires, en franca resistencia, junto con varios políticos, quienes estarán proponiendo a la Cámara de Diputados de aquella nación el rechazo, así como la prohibición a la privatización de Aerolíneas Argentinas.
Sobre este punto Edgardo fue muy enfático, al aseverar que Aerolíneas Argentinas es la única línea aérea que conecta a todo el país, punto importantísimo para el desarrollo económico de todas esas entidades, pues no solo se transportan personas, sino también se transportan mercancías, y con ello se coadyuva al bienestar de la población.
Finalizamos la charla hablando de que él está más que agradecido con México, por abrirle las puertas a miles de argentinos que tuvieron que huir de su país por la dictadura militar. Además de afirmar que desde la presidencia de la ITF se tiene una excelente relación con los sindicatos mexicanos, por supuesto que en estos momentos todo el apoyo que puedan ellos recibir por parte de otros países es bienvenido. Señalando que México ha sido muy solidario.
No me puedo despedir sin agradecerle de nuevo a Edgardo que nos compartiera los momentos por los que están atravesando los trabajadores, incluidos los del ramo aeronáutico. Desde este espacio, toda nuestra solidaridad con ellos, esperando que vengan vientos de cambio, que los dejen virar el timón lejos de las intenciones privatizadoras del presidente Milei.