Hace tiempo que señalo en cualquier conversación que el portal El Deforma, miembro de esta casa editorial que fundamos hace más de 13 años, tiene más credibilidad que el diario Reforma, un poco en broma, un poco en serio.
Pero... después de su patética pataleta después de la inauguración del primer tramo del Tren Maya, en donde se quejan de los sandwiches del menú, del “sopor” y el “aburrimiento” del trayecto, creo que ya es totalmente canónico que El Deforma (nada más chequen las infografías, por ejemplo) es más creíble que el Reforma.
Yo no sé qué creían los nuevos encargados de la línea editorial del diario de derechas. Pero en cualquier vuelo o viaje en tren de velocidad normal o en los trenes más rápidos del mundo, ubicados en la República Popular de China, algunos pasajeros se quedan dormidos en el trayecto.
Otros, como el que escribe, no podemos dormir pero nos concentramos en algún libro, películas en el smartphone o algún juego.
Es en serio. No sé qué pretendía el Reforma respecto a los pasajeros del Tren Maya. En cualquier viaje nacional o internacional en el que he estado la mayoría de las personas se quedan dormidas en algún momento.
Quizás faltó -según ellos- algún DJ, o algunas bailarinas, o adaptar un vagón para los voladores de Papantla.
Neta, no mamen, Reforma. Qué pueriles.