Una de las cosas que los seres humanos debemos combatir, si es que queremos seguir viviendo en este planeta, es el cambio climático. Por tal motivo todo crecimiento humano debe ir de la mano con la sostenibilidad; por eso cuando se planean proyectos, en este caso aeroportuarios, debe analizarse su impacto ecológico.
En esta columna he hablado largo y tendido sobre todas las medidas y acciones que aerolíneas, armadoras y fabricantes han emprendido con miras a reducir sus emisiones contaminantes. Pero hoy nos enfocaremos a una arista silenciosa, pero igual de importante: ¿los aeropuertos contaminan?
La respuesta es categórica: ¡claro que sí!, y aunque son los aviones los que emiten CO2 -entre otros contaminantes-, una realidad es que depende mucho de la infraestructura de los aeropuertos que lo hagan en mayor o menor medida.
Un pasajero promedio jamás se enterará de todo lo que pasa con los equipos antes y después de que aborda, pero para eso estamos aquí, para contarles de la manera más sencilla posible, que es responsabilidad del aeropuerto contar con la infraestructura necesaria para que las operaciones de los equipos sean lo menos contaminantes posibles. Y en términos llanos y sin tecnicismos, podría decir que “entre menos tiempo tengan encendidos sus motores, será menos la contaminación”.
De ahí la importancia de no saturar los aeropuertos de operaciones. En ese sentido fue publicado el informe de “Airport Tracker”, en colaboración con “Transport & Environment”, en el marco del programa de Clima y Sostenibilidad de ODI, organización no gubernamental integrada por expertos independientes en asuntos globales que trabajan para inspirar a las personas a actuar ante la injusticia y la desigualdad.
Tal documento, este 2024 arroja datos sumamente interesantes. Monitorearon más de 1,300 terminales aéreas y este año no nada más se les dio seguimiento a los vuelos de pasajeros, sino que ahora se incluyó a los vuelos que manejan exclusivamente la carga aérea.
Este estudio va enfocado en develar cuáles son los aeropuertos que más contaminan en el mundo. La primera vez que se realizó esta investigación fue en el año 2021, y Jo Dardenne, la franco-británica que dirige Transport & Environment en el rubro de aviación, expresó para el medio Euronews: “La contaminación en torno a los aeropuertos crece año tras año. Afecta a millones de personas, que respiran emisiones tóxicas y desarrollan problemas de salud como consecuencia de ello; sin embargo, los políticos responsables esconden el problema debajo de la alfombra”.
Yo solamente puedo decir que estoy totalmente de acuerdo con ella, no es un tema menor, y menos después de conocer el estudio realizado, que arrojó que alrededor de 20 terminales aeroportuarias fueron las responsables de emitir más de 231 millones de toneladas de CO2.
Para darles más contexto de esta cifra y se entienda, es el equivalente a lo que contaminan 58 centrales eléctricas que trabajan a base de carbón. Pero también mencionan en dicho informe la contaminación por emisiones de NOx (óxido de nitrógeno) y PM2,5 (materia particulada 2.5), que contiene sustancias químicas, orgánicas, hollín, polvo y metales.
Creo que a nadie nos debe sorprender que el Aeropuerto Internacional de Dubái sea el que más contamina. Según los datos arrojados en el informe, esta terminal aeroportuaria emite las mismas emisiones de CO2 a la atmósfera que cinco centrales carboníferas.
Los aeropuertos que siguen en la lista pertenecen al continente europeo, entre los que encontramos al de Schipol, en Ámsterdam; el Charles de Gaulle, en París; y el de Frankfurt, en Alemania.
La ciudad más afectada por la contaminación fue Londres, Inglaterra ya que sus seis aeropuertos generaron 27 millones de toneladas de CO2, el equivalente a lo que contaminan a 3.23 millones de automóviles, más 8,900 toneladas de NOx y 83 toneladas de PM2,5.
Esta es una de las grandes razones por las que se han tomado medidas que no han gustado a muchos, tanto en Francia como en España, de limitar los vuelos de corto alcance e incentivar el uso de trenes. Medida polémica que incluso la misma Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) ha refutado.
Luego de su entrada en vigor -en junio del año pasado-, Francia prohibió los vuelos directos de corto alcance, y la IATA señaló que solamente se afecta a tres rutas, lo que representa el 1.4% de todos los vuelos. Y en el caso español, se tiene pensado suprimir 11 rutas aéreas con la finalidad de reducir las emisiones de CO2 en casi un 10%, y que en su lugar la opción sea viajar en tren.
Este casi 10% corresponde a suprimir más de 300 mil toneladas de CO2, lo que el gobierno español ve como algo importante para el combate al cambio climático.
Todo esto me recuerda, aprovechando que ya arrancaron de manera formal las campañas, una de las propuestas anunciadas que traerá en su agenda la candidata de “Fuerza y corazón por México”, Xóchitl Gálvez, es retomar la obra del NAIM. Obra que se canceló, dicho por los propios opositores, por “capricho del habitante del Palacio Nacional”, y es que según ellos, jamás se probó que hubiese corrupción.
Claro, ignorando puntos como que la zona es inundable; tampoco les importó el impacto ambiental, mucho menos que el terreno tiene una alta salinidad y que el subsuelo es arcilloso, y que a pesar de llevar más de 20 metros de relleno entre tepetate y tezontle, el suelo se seguía hundiendo… ¡Ah! y que se estaban usando nuestras afores para financiar el proyecto.
El NAIM tenía la finalidad de acabar con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y con la entonces base militar de Santa Lucía, pues ambas tendrían que cerrarlas de manera definitiva para poder operar el NAIM, y por supuesto, especular con las más de 746 hectáreas que quedarían “disponibles”. Una mina de oro para ese grupo que hoy conocemos como el Cártel Inmobiliario.
Por eso es importante conocer este tipo de estudios para entender que el crecimiento de una industria tan hermosa como lo es la aviación, no tiene que ser de manera vertiginosa, sino que se puede ir creciendo de forma responsable, sobre todo pensando en el impacto ecológico.
Cuando se inauguró el AIFA, la gente de la oposición de este país, pretendía que tuviera miles de operaciones de un día para otro, o en caso contrario iba a ser un fracaso, Jamás entendieron que el crecimiento debe ser lento y paulatino; lo mismo ocurre con la nueva Mexicana de Aviación, que según la nota de Alejandro de la Rosa (El Economista) en enero tuvo un factor de ocupación de 49.7%
Lo digo seriamente, ese es un número muy decente, tomando en cuenta que enero es un mes bajo en la aviación, que de manera internacional solo tiene dos temporadas altas: verano e invierno; en nuestro país tenemos además la Semana Santa.
Shandelle Steadman, investigadora en el programa de Clima y Sostenibilidad de ODI, escribió el pasado 22 de febrero la columna de opinión “Aeropuertos, contaminación del aire y cambio climático” en la que nos habla de su trabajo de investigación, y apunta:
“El sector de la aviación es uno de los principales contribuyentes al cambio climático y la contaminación del aire. Con la excepción de 2020, las emisiones procedentes de los viajes aéreos continúan con una tendencia ascendente y abordarlas presenta desafíos importantes. Ponemos estos datos a disposición para ayudar a quienes trabajan para limitar el impacto climático del sector de la aviación y brindar transparencia, responsabilidad y comparabilidad de las emisiones globales relacionadas con la infraestructura aeroportuaria.”
Shandelle Steadman
Nuestro país cuenta con 78 terminales aeroportuarias y solamente 10 de estas son las que mayor tráfico que pasajeros tienen. La lista es encabezada por el Aeropuerto de Cancún, un dato que nos obliga a pensar en un crecimiento ordenado dentro del sector, así como a darnos cuenta de que las decisiones que se han tomado recientemente como la reducción de los slots en el AICM, aunque sean polémicas, tienen la finalidad de ir desaturando el aeropuerto y migrar las operaciones aéreas a otras terminales aéreas.
El estudio “Airports, air pollution and climate change. Building and accessible global database to support advocacy” realizado por Shandelle Steadman y Sam Pickard consta de 32 hojas, viene seccionado por regiones, Asia-Pacífico, Norteamérica, Europa, Oriente Medio, África y Latinoamérica.
¿Quieren saber la lista de los 20 aeropuertos que más contaminan en Latinoamérica?
- Sao Paulo/Guarulhos
- Ciudad de México
- Santiago
- Buenos Aires
- Bogotá
- Lima
- Cancún
- Panamá
- Rio de Janeiro/Galeao
- Sao Paulo/ ViracoposCampinas
- Guadalajara
- Brasilia
- San Juan
- Sao Paulo/Congonhas
- Punta Cana
- Habana
- Tijuana
- Buenos Aires/Aeroparque
- San José
- Recife