Leo con asombro la investigación que hizo la periodista Peniley Ramírez en donde da cuenta de que el gobierno del presidente López Obrador ha mandando investigar las cuentas bancarias y todo lo que tenga que ver con dinero del conductor de noticias Carlos Loret de Mola, de su esposa, de Latinus y en contra también de Víctor Trujillo que encarna a un payaso que cuenta las noticias del país. Bueno, pues sí, hasta a un payaso mandó investigar.

El presidente siempre ha sido obstinado en decir que él no es vengativo y que no sabe de rencores.

Pero al final de su sexenio pareciera que ya no le importa lo que digan los demás de él y sí, a mostrado su parte más vengativa y rencorosa de todos los tiempos.

Sabemos que si un personaje le fue incómodo fue la dupla de Carlos Loret de Mola y Víctor Trujillo.

Pero no porque hicieran éstos una crítica de él, sino porque se metieron con sus adorados retoños. Ahí sí el presidente no lo pudo tolerar.

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El ya lo había dicho y advertido en varias de sus mañaneras: “conmigo lo que quieran, con mis hijos no”.

El caso es que el que se utilice la UIF ( Unidad de Inteligencia Financiera) para perseguir a un ciudadano que incomoda al presidente me parece de lo más grave. Pues pone en tela de juicio la honorabilidad de estos mismos ciudadanos tratándolos como delincuentes en lugar de estar poniendo su atención en atrapar a los verdaderos.

La expresión de “es que le pagan a Carlos Loret de Mola” por golpear al gobierno y su distinguido presidente y familia, pues sí, es que me refiero a que él lo que hace no lo hace por hobbie.

Trabajar para Latinus es eso, un trabajo. Y por ello debe de ser pagado.

Así como el presidente le paga a múltiples paleros en la mañanera para aplaudirle y recibir halagos de ellos.

Necesario e interesante saber si el día de mañana lunes por la mañanera alguien tendrá el valor de cuestionarle al presidente esto.

Seguramente lo negará o de plano ya en un estado de valemadrismo puro, dirá que sí, que estaba en su derecho de mandarlos investigar porque los ataques contra él y sus hijos ya eran muchos. (me lo imaginé diciéndolo casi llorando).

Es un poco predecible que el presidente actúe así contra Carlos Loret y contra Víctor Trujillo pero ¿contra la esposa de Loret de Mola?

Manda un claro aviso amenazante de que hasta la familia puede estar involucrada si osan hablar de él, así como ellos involucraron a sus hijos.

¿Porqué se da a conocer esto a pocos meses de la toma de protesta de Claudia Sheinbaum? Las preguntas son muchas:

¿Es una venganza del presidente que ya va de salida y a quien no le importa nada?

¿Es el aviso de que no se trate de hacer lo mismo con la doctora Claudia Sheinbaum y su familia porque ya saben lo que puede pasar?

¿Es el aviso para todo aquel ciudadano que lejos de qué sea periodista o no, pueda terminar siendo investigado por la UIF sin miramiento alguno si se atrevieron a cuestionar al gobierno entrante?

Sinceramente yo no veo que haya maldad en Claudia Sheinbaum como lo he percibido en el presidente.

Tampoco pienso que ella esté arrastrando como arrastró López Obrador toda una carga de rencores y resentimientos del pasado .

Claudia Sheinbaum tendría que llegar a la presidencia libre de sentimientos negativos, porque realmente ella no la ha pasado difícil como lo ha pasado el presidente, quien ni siéndolo, pudo llegar nunca a ser feliz.

Así que no estoy tan segura que Claudia Sheinbaum tenga como objetivo vengar a su gran líder de la nación, a menos que éste le solicite hacerlo, claro.

Pero en contraparte diría que habrá que esperar a ver cuál es la relación que toma y adquiere Claudia Sheinbaum con la prensa, los periodistas y los columnistas, ¿o de plano no tendrá ninguna relación y los ignorará tal como ignoró a Xóchitl Gálvez en los debates ?

¿Cómo pondrá a trabajar Claudia Sheinbaum a la UIF? ¿A su beneficio y en contra de los ciudadanos que señalen su gobierno o para lo que fue creada, para cazar y atrapar a verdaderos delincuentes?

Yo soy una simple ciudadana que disto mucho de ser una reconocida periodista pero que escribo con libertad acerca de lo que no me parece de este gobierno.

Y así lo seguiré haciendo.

Me han preguntado si no tengo miedo y la verdad es que no. Estoy más allá del bien que del mal. Pero creo que mi lucha se concentrará en que mi voz no sea callada y pueda seguirme expresando libremente como espero que todos los periodistas y columnistas sigan contando con tal libertad porque muchos de ellos fueron asesinados durante estos 6 años.

Tengo esperanza en que nuestra nueva presidenta abone para que la libertad de expresión sea un derecho en nuestro país.

Sé que a ella le cuesta la confrontación. Tiene poca tolerancia, pero segura estoy seguirá trabajando en el manejo de sus emociones y encontrará la manera de no estallar al primer cuestionamiento que se le haga que la incomode o la perturbe.

Tengo esperanza que ponga a trabajar en verdad a las instituciones que fueron creadas para atrapar a la delincuentes como la UIF.

Y ¿porqué no? En una de esas pueda aceptarle alguna entrevista a Carlos Loret de Mola.

Claro, imaginando el ataque y la rabieta que le daría a López Obrador de tan solo imaginar que este encuentro se diera entre ellos.

Yo como columnista, estaré muy pendiente y esforzándome mucho para que no se me cierren las puertas y poder seguir escribiendo acerca de lo que pienso y siento.

Creo que un mandatario con inteligencia (ahora mandataria) tendría que darse la oportunidad de leer todas las columnas que se publiquen en torno a ella y aprender con qué cosas quedarse y cuáles desechar.

A veces de las críticas salen muchos aprendizajes.

Sueño con un gobierno que participe con aquellos que escribimos de él y que con ello la libertad de expresión siga abierta para todos y todas.

Me gusta soñar.

Es cuánto.