La gran transformación política de México no tiene un origen reciente y menos en la elección del 2018, viene de mucho tiempo atrás. Una lucha que data de los años sesenta y que tuvo un auge en los ochenta con la corriente democrática que encabezaron Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo.

Se sumaron además personajes como Ifigenia Martínez y Oscar Pintado, Valentín Campa, Arnaldo Córdova, Heberto Castillo, Mario Saucedo y muchos otros quienes lograron que en 1976 se alcanzara la primera gran reforma electoral que permitió que las minorías tuviesen representación gracias a la participación de todas las fuerzas políticas en los procesos electorales.

Posteriormente la Corriente Democrática dio origen al PRD, partido con el cual AMLO tuvo sus momentos de gloria.

La decepción de Cuauhtémoc

Algunos de estos personajes hoy ya están en la historia, pero otros han expresado su decepción y preocupación por el rumbo que ha tomado el país en manos de AMLO y eso, no es cosa menor. Nadie puede olvidar que fue su lucha la que abrió el camino para que AMLO se convirtiera en presidente del PRD, en jefe de Gobierno de la CDMX y dos veces candidato presidencial.

Cuauhtémoc Cárdenas ha comentado: “La iniciativa de reforma electoral es un obstáculo que enfrenta actualmente la democracia en el país. De ser aprobada la reforma se quitaría poder al Instituto electoral para entregárselo al mandatario federal”. Calificó como necesaria la defensa que se debe hacer del INE y particularmente de su presupuesto. Cabe recordar que, en 1988, Cárdenas fue víctima del mayor fraude de la historia moderna, precisamente a manos de Manuel Bartlett, hoy miembro distinguido de la 4T.

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Desde tres años antes de que López Obrador asumiera la presidencia ya había señalado: “Estoy viendo al país con muchos rezagos todavía y sin propuestas sobre cómo superar estos problemas de pobreza, empleo, seguridad, escaso crecimiento económico, deterioros ambientales, todas las cuestiones que tienen que ver con género, etcétera”.

El experimentado político ha dicho que el gobierno de Andrés no es de izquierda, pues no observa que haya una verdadera defensa de la soberanía nacional ni una estrategia efectiva de combate a la desigualdad y que, para enfrentar la inseguridad y la ingobernabilidad, el gobierno sigue aplicando la “misma medicina” de décadas anteriores que sólo acentúa los males que pretende remediar.

La preocupación de Porfirio

Muñoz Ledo, el hombre que colocó la banda presidencial a Andrés Manuel, aclaró que el tabasqueño, entonces presidente del PRI en su entidad no inició en la Corriente Democrática: “Nos vino a ver, yo lo llevé con Cuauhtémoc. Lo vimos como una persona sana, un líder natural. El problema es en qué terminó, en una gente que ha confundido la realidad con la ficción y que puede dejarnos un país terriblemente comprometido”. Para él, AMLO “pasó de la demagogia a la tiranía”.

En su opinión, el presidente ofrece un programa de Gobierno como el del “viejo PRI”: Primero se retracta, luego “López Obrador presiona al congreso y a la Corte para que aprueben la supeditación de la Guardia Nacional a las fuerzas armadas, lo que es contrario al texto constitucional que él mismo propuso. ¿Se retractó o lo retractaron?” Y advirtió que, con la reforma para trasladar la Guardia Nacional a la Sedena, AMLO pretende poner un estado de excepción en México el último año de su mandato presidencial y crear un bloque hegemónico y dictatorial.

“La forma de gobernar de López Obrador se basa en sembrar el miedo… Andrés tendrá poder mientras nos agachemos. Es hora de salvar a México”.

Incluso, tras su reacción a la manifestación del 13 de noviembre en defensa del INE, pidió la renuncia del presidente: reaccionó con “incoherencias e injurias desorbitadas reveladoras de perturbaciones psicológicas graves”.

Consideró que el gobierno de AMLO es “antijuarista”,“populacherista” y desordenado, porque es contrario al Estado de derecho.

“El señor presidente le tiene horror a todo lo que no controla. No puede pasar [la reforma electoral], hay que tener mucho cuidado, se puede apoderar de la Junta de Gobierno, y se apodera del INE, cuidado”.

“Yo no tenía ninguna señal de que Andrés fuera quien es ahora: un mentiroso porque miente como habla. Hay dos maneras de mentir, y es la peor, decir verdades a medias o mentiras completas”.

La tiranía de Andrés

Pero no son solo ellos, muchos han manifestado su preocupación por la tiranía antidemocrática de AMLO, ahí están Gilberto Guevara Niebla, Gibran Ramírez, Roger Bartra, Raúl Flores o quienes salieron del Gabinete, unos al percatarse de sus rasgos autoritarios y su desmedida ambición de poder, otros por decepción o por los conflictos internos como Carlos Urzua, Arturo Herrera, Víctor Manuel Toledo, Jaime Cárdenas, Irma Eréndira Sandoval, Martha Bárcena, Julio Scherer y Tatiana Clouthier.

Al final Cárdenas y Muñoz Ledo tienen mucha razón, ya es hora de preocuparnos.