IRREVERENTE

Les platico:

Cada vez pasamos menos tiempo en el Ejido de San Pedro Garza García y más en Santiago, donde su gente hace la magia.

En México hay hasta ahora, 177 pueblos mágicos; los de Nuevo León son, Bustamante, Linares y Santiago.

Sin menoscabo de los otros dos, creo que Santiago va por delante, porque le favorecen muchos factores.

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Es el más cercano a la “ubre” -perdón- a la urbe de acero y cemento que es Monterrey.

Su gastronomía es la mar de cosmopolita.

Lo mismo se puede comer aquí platillos regionales que lo más selecto de la cocina internacional.

Es un pueblo bien cuidado.

Hoy tiene a un alcalde muy joven que -hasta ahora- no se distrae en politiquerías baratas como esas de querer brincar de una gubernatura a la presidencia, o de una alcaldía a una senaduría.

David de la Peña va a buscar la reelección y si le sigue echando los kilos, está difícil que otro gallo se la gane.

Laguna de los girasoles

Tiene lo mejor de la sierra para actividades deportivas y recreativas y en la mera cumbre al poniente del pueblo, está la Laguna de Sánchez, irremediablemente seca, pero hoy, su cuenca está llena de girasoles, esas flores que tienen la sabiduría de darle siempre la cara al astro rey.

La Laguna de Sánchez pronto se va volver a llenar, gracias al bombardeo de nubes ordenado por el “capitán piloto aviador” Samuel García, quien comanda a una flota de naves especialmente dotadas para ese propósito.

Por supuesto, en ese escuadrón está incluido el helicóptero Hawk artillado que recién compró el gobierno del nuevo NL.

Lo que la gente no sabe es que las ametralladoras que venían con el paquete están siendo sustituidas por regaderas, de las cuales saldrán los químicos que harán llover a las nubes de esta comarca, tanto que ya nos estamos preparando para la siguiente versión de la obra de teatro “El Diluvio que Viene”, producida por los herederos del legendario Manolo Fábregas.

Total, si el plan de lluvias, presas y acueductos de Samuel no jala, el lugar se llamará “Laguna de los Girasoles” y asunto arreglado.

Las partes más bajas de la cordillera que corona el Cerro de La Silla, están también en Santiago.

Este pueblo mágico tiene su propio “mar”, jejeje, como le decía éste su irreverente servidor a la Presa Falcón, de Ciudad Guerrero, Tamaulipas y el Condado texano de Starr.

Cuando mi tío Rogelio -que en paz descanse- me llevó ahí por primera vez, los ojos del niño que era me llevaron a exclamar: ¡Wow, tío, qué bonito y grande “mar”!

Es que al de a deveras todavía no lo conocía, pero para mí, la Presa Falcón fue el primero de mi vida.

El “mar” de Santiago -la Presa La Boca- está hoy más escuálido que un charal, pero gracias a los buenos oficios de nuestro gobernador Samuel García y de su amigo el presidente López Obrador, se va a volver a llenar. No se rían, esto es serio.

Laguna de girasoles en Santiago, NL
Santiago, NL. Foto: Plácido Garza

Fiestas patrias en Santiago, pueblo mágico

La noche de este 15 de septiembre, Santiago recibió a miles de visitantes, que disfrutaron la cordialidad de la gente del pueblo y de una verbena, con fuegos artificiales, grito, cena, baile y toda la cosa.

El fervor patrio está por encima de colores partidistas.

Aquí en Santiago -como en todas partes de México- en este día nos olvidamos por unas horas de rencillas, diferencias y rencores.

Nos hermanan las tradiciones y las luces que volvieron día a la noche, deben ser presagio de mejores tiempos para México.

Cajón de sastre:

“Así sea”, detona la irreverente de mi Gaby.