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Moody’s Investors Service (Moody’s) rebajó hace unos días la calificación de familia corporativa de Petróleos Mexicanos (Pemex) y las calificaciones senior no garantizadas de las notas existentes de la compañía, así como las calificaciones basadas en la garantía de P, a B1 de Ba3. La calificadora también afirmó la Evaluación Crediticia Base (BCA, por sus siglas en inglés) de la hoy empresa productiva del Estado, que refleja su solidez crediticia independiente, en caa3; mientras que la perspectiva de la petrolera estatal pasó a estable desde negativa.
El decremento en la nota de la empresa estatal fue de mala leche e implica que la petrolera tendrá que pagar un mayor interés al emitir nueva deuda, por tener un mayor riesgo, lo que complicaría el reestructura de la deuda de la empresa y significaría un aumento de sus costos financieros.
Según la calificadora “La rebaja de las calificaciones de Pemex a B1 fue motivada por la rebaja de la calificación de México, dada la importancia crítica de la solidez financiera del gobierno y el apoyo en la evaluación del perfil crediticio de la petrolera debido a su alto riesgo de liquidez”, enfatizó Moody’s.
Pemex se hunde en los especulativo para Moody’s
Con esto, la nota de la petrolera se hunde otro peldaño en el terreno especulativo por parte de Moody’s.
La calificadora estadounidense no vio o no le importó que la empresa que actualmente dirige Octavio Romero se haya sometido a una reestructura de su deuda y que la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP), publicara el pasado mes de diciembre la estrategia de apoyo en favor de la sostenibilidad de Petróleos Mexicanos.
El comunicado de la Secretaria, que tiene como su titular a Rogelio Ramírez de la O, dio a conocer que el Gobierno de la Cuarta Transformación (4T) aportará a la empresa petrolera estatal 3 mil 500 millones de dólares, esto con el fin de que la compañía realice la “recompra y manejo de pasivos principalmente enfocado en la parte corta y media de la curva de rendimientos de la Empresa, con los objetivos de reducir el riesgo de refinanciamiento y el monto de la deuda”.
La estrategia de la Secretaría de Hacienda fue que, con las aportaciones del gobierno federal, Pemex recompre a los tenedores de los bonos emitidos por la propia compañía que tienen vencimientos entre 2024 y 2030, los cuales tienen tasas muy altas en el mercado secundario que hay que pagar dado los riesgosos de estos títulos y un reducido valor nominal de estos ya que fueron emitidos por una entidad que tiene muy baja calificación de su deuda. Este plan provocará que el costo financiero de la compañía baje y que puedan emitir nuevos bonos a menor costo y con mejores condiciones.
La contribución financiera del gobierno de México no afectó el Presupuesto de Egresos del 2022 ni tampoco está teniendo efectos negativos en el gasto público de este año.
El proyecto también contempla reducir la carga fiscal de Pemex, en particular el Derecho de Utilidad Compartida (DUC) para pasar de 52% a 40%.
Petróleos Mexicanos reportó el pasado mes de mayo una ganancia neta de 6 mil 126 millones de dólares o 122 mil 494 millones de pesos en el primer trimestre de 2022, una ganancia en medio del alza mundial de los precios del petróleo.
La cifra positiva se compara con las pérdidas de 37 mil 358 millones de pesos (unos 1.868,8 millones de dólares) del mismo periodo de 2021.
Al presentar el informe, el director general de la hoy empresa productiva del Estado, atribuyó los resultados al aumento del precio de la mezcla mexicana del petróleo, el incremento en la producción, la recuperación económica y la adquisición de la refinería Deer Park en Houston, Texas (EEUU).
Desde hace muchos años las principales calificadoras a nivel internacional han sido cuestionadas, por errores garrafales como cuando el colapso financiero del gigante petrolero “Enron”, en 2001 el cual, días antes de su quiebra, Moody´s, Standard and Poor’s, (S&P) y Fitch se le calificaba con triple “A”, el grado más alto de inversión.
La quiebra de Enron
Remontarse al 2 de diciembre de 2001, es remontarse a uno de los mayores escándalos de la historia económica. Ese día, la empresa energética Enron se declaraba en quiebra. El primer distribuidor energético a nivel global que facturaba 100 mil millones de dólares anuales.
La quiebra de la empresa de energía dejó a miles de personas desempleadas, fondos de pensiones con perdidas y funcionarios en la cárcel.
Enron fue la encargada de suministrar electricidad al estado de California a principios de este siglo, pero la experiencia fue nefasta para los consumidores de esa parte de los Estados Unidos.
La empresa de energía manipuló dolosamente la crisis energética de California de finales del año 2000, cuando los precios de la electricidad se dispararon mientras se producían cortes y restricciones en el suministro, según documentos internos de la compañía hechos públicos por investigadores federales. La compañía tejana creaba excesos de demanda o congestiones artificiales cuya solución le reportaba beneficios millonarios; todo esto no lo vio nadie ni las calificadoras, ni las agencias reguladoras.
Una de las estrategias de Enron para robar a los consumidores era comprar en California electricidad al precio máximo, entonces de 250 dólares el megavatio/hora, y la vendía fuera a cinco veces esos precios.
Hay otros ejemplos de la manipulación, de los datos que hicieron las agencias calificadoras, entre las que destaca: la crisis hipotecaria del 2008 en los Estados Unidos, cuando las acciones inmobiliarias de Lehman Brothers tenían calificación AAA. Durante la corrida bancaria se demostró que dichas acciones eran activos basura, no valían nada en la economía real.
Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión más grande en los Estados Unidos, días antes de su bancarrota, en septiembre de 2008, ostentaba las mayores calificaciones por parte de Standard and Poor’s, (S&P) Moody’s y Fitch, las tres calificadoras más importantes de la Unión Americana y del mundo.
Este evento fue la peor calamidad financiera desde 1930. Durante los 19 meses que duró esta recesión económica se perdieron 8.7 millones de empleos, más de la mitad de los adultos vio perder su trabajo, recortado su sueldo o forzado a trabajar reduciendo su horario laboral. El consumo y el producto interno bruto se contrajo por la escasez de crédito y el incremento del costo de los préstamos. S&P perdió la mitad de su valor.
Standard & Poor’s pagó una multa por 1,375 millones de dólares al Departamento de Justicia
La agencia de calificación Standard & Poor’s pagó en febrero de 2015 una multa de 1,375 millones de dólares para saldar cuentas con el Departamento de Justicia de Estados Unidos y una veintena de Estados de la Unión Americana, por haber manipulado la nota de valores financieros respaldados por hipotecas tóxicas o suprime, los títulos que dieron origen a la crisis financiera de 2008.
Mientras que la agencia de calificación estadounidense Moody’s negoció un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos por el que pagó 864 millones de dólares, por haber inflado la nota de paquetes de deuda estructurados con hipotecas tóxicas.
Calificadoras no permiten que Pemex salga de la crisis
Los deliberados errores de las agencias calificadoras han traído muchos problemas a la economía y no permiten que Pemex salga de la crisis en que la dejaron en sexenios anteriores.
Moody´s no vio los esfuerzos que se están haciendo en Pemex para salir de la crisis en que la dejaron en anteriores sexenios, pero eso sí, premian a empresas con problemas financieros y que defraudan a inversionistas y consumidores, como lo hicieron con Enron.