Con los resultados que anticipan las encuestas, dada la exactitud de algunas, pudimos comprobar que, muchas de ellas, tienen una metodología muy eficaz que han logrado consagrarse en ese universo cuantitativo al que la oposición no le dio mucha importancia por una sencilla razón: jamás le favoreció una tendencia que pudieran presumir en pro de Xóchitl Gálvez. Todos los estudios, sin excepción alguna, coincidían en el margen prolongado a favor de Claudia Sheinbaum. De hecho, esas mismas estadísticas que han comenzado a divulgar datos concretos, nos dan una perspectiva bastante clara como para ir visualizando el escenario de las elecciones intermedias del 2027. Lo que es una realidad, más allá de la sacudida que recibirá la oposición, es el triunfo contundente que tendrá Morena en la mayoría de entidades en las que habrá relevo del ejecutivo estatal. Eso lo podemos atribuir, además del buen desempeño de la presidenta constitucional, a la crisis profunda en la que ha caído el conservadurismo.

La oposición tiene muy claro que, a como está el panorama, tienen todas las condiciones dadas para perder Querétaro, Aguascalientes, Nuevo León y Chihuahua. Al PAN, de hecho, no le será suficiente gobernar tres de las cuatro entidades que mencionamos, pues lo que realmente es fundamental, quedó claro en 2024, es la decisión del pueblo de México para respaldar el proyecto de nación. Dadas esas circunstancias, las mismas encuestas, de alguna u otra forma, nos vienen advirtiendo lo que acontecerá y, de paso, ya está previsto en la propia dirigencia nacional de Morena que buscará ganar carro completo; es decir, las 16 gubernaturas que estarán en disputa, eso sí, con hombres y mujeres que demuestren estar en el mejor nivel para garantizar la competitividad y, sobra decir, contener la guerra sucia que propagará la derecha.

Desde hace algunas semanas, en efecto, la oposición ha creado un clima de desinformación en lo que se refiere a las acciones que ha llevado a cabo la presidenta constitucional de México, Claudia Sheinbaum. Pero eso, ya lo dijimos, paradójicamente facilita el camino para que Morena siga afianzándose en el ánimo de la población civil. Y como el PRIAN no tiene entre sus prioridades renovarse ni cambiar la narrativa, el lopezobradorismo aprovechará al máximo esa capacidad de arrastre que demostró el pasado dos de junio. De hecho, los pronósticos que auguraban esa monumental cifra de más de 36 millones de votos, en este momento, comienzan a esbozar cifras que, en realidad, deben preocupar a la oposición. Eso camina en la misma dirección. Será otra confirmación o ratificación del buen trabajo que ha realizado el proyecto de transformación.

Solo para poner un ejemplo, Morena, de 16 entidades que estarán en juego, es favorito en trece territorios. En los demás, claro está, el partido guinda ha cerrado la brecha y, téngalo por seguro, pondrá a prueba a la oposición para medir esa capacidad de movilización que la izquierda ha demostrado en las urnas. En pocas palabras, estamos en presencia de un escenario similar a lo que atestiguamos el pasado dos de junio. Y como la sociedad, en su inmensa mayoría se inclinaría por la coalición Seguimos Haciendo Historia, será otro de esos momentos históricos que, para la posteridad, quedará grabado. Eso, a propósito de ello, lo han confirmado esas mismas encuestas que atinaron a todos los pronósticos que llevaron a cabo hace unos meses. Puede sonar muy exagerado, pero Morena, tan solo en Baja California, trae a su favor más del 46% de preferencia. De hecho, nos hemos apoyado en esas propias metodologías que se acercaron más al resultado del cómputo final que divulgó el INE, para ir visibilizando los estudios demoscópicos que se han divulgado en los últimos días.

En Tlaxcala, por ejemplo, Morena arrasará en las urnas. Esa entidad, como Baja California, tiene una intención del voto a favor de la causa lopezobradorista de más del 44%, considerando únicamente la proporción que midió sólo al partido guinda; o sea, falta la suma de los partidos aliados que, seguramente, ratificarán el compromiso con Claudia Sheinbaum. Y como el clima preelectoral ya se intensificó en todas las entidades, donde por cierto hay posicionamiento y recorridos territoriales, la efervescencia, tal y como pasó con las llamadas corcholatas, se vive en su mayor apogeo. Eso, sobre todo en Tlaxcala, está marcando la pauta, especialmente por la fuerza sólida que constituye la izquierda en ese territorio. Será, para ser precisos, una maquinaria que aplastará a la oposición que no podrá ni meter las manos ante el tsunami que se les avecina.

Las columnas más leídas de hoy

Y ya que hablamos de ventajas holgadas de Morena en Tlaxcala, lo sabe toda la población de aquella entidad, hay una clara favorita en la imagen de la senadora de la República, Ana Lilia Rivera, que ha ganado dos veces consecutivas la fórmula para acceder a la cámara alta. Y ella, haciendo lo propio, se asoma a los reflectores y, de paso, juega un papel preponderante en las reformas constitucionales que ha propuesto la presidenta constitucional de México.

A la vez, queda claro, otra de las entidades donde arrasará Morena es Sonora. El trabajo que ha realizado Alfonso Durazo, a la par de sus altos índices de aprobación, tienen en la cima de las preferencias al partido guinda en aquella entidad. Las encuestas, en concreto, comienzan a indicarnos la aplanadora que, para desgracia de la oposición, mantiene una tendencia muy alta a favor de la coalición de izquierda. Buena parte de esa votación, indudablemente, saldrá de las filas de la militancia morenista que han venido ratificando el compromiso. De hecho, el PRIAN se enfrentará a una poderosa fuerza que, sin exagerar, promediará más del 50% del escrutinio público en Sonora. Y como la oposición no tiene liderazgos que ofrecer, Morena sacará a relucir su dominio como lo hizo hace unos meses. No es que exageremos, sino en la mismísima realidad que nos muestran las encuestas que, por cierto, gozan de buena credibilidad después de ser un mecanismo confiable para el ejercicio presidencial.

Notas finales

En Michoacán, es casi un hecho, la dirigencia nacional de Morena integrará en la encuesta definitiva a Reginaldo Sandoval de cara al proceso democrático del 2027. Y él, que actualmente coordina la fracción parlamentaria del PT en San Lázaro, es uno de los liderazgos más consagrados de la entidad. A propósito de ello, nos hemos dado cuenta que Luisa María Alcalde, al igual que armó la estrategia López Obrador con las corcholatas, busca un acuerdo al más alto nivel para garantizar la unidad y, de paso, refrendar el triunfo abrumador en tierras purépechas.