El índice de precios al consumidor aumentó un 6.2% con respecto a octubre del año pasado, según reportó el portal especializado en temas financieros, CNBC.
Algunos de los mayores aumentos se vieron reflejados en puntos clave de la economía tales cómo energéticos, vivienda y vehículos, lo cual, estima el portal, acabó con las ganancias económicas en sueldos alcanzadas este mes.
La inflación en un amplio abanico de productos ha sido “peor” de lo que se esperaba a inicios de año, echando de por tierra la versión de que esta sería “transitoria”, conforme la economía comenzara a “reactivarse” tras “vencer” al covid a punta de vacunas.
Pero ni las vacunas han vencido al covid, ni la economía se ha reactivado del todo, ni todos los trabajadores se han visto dispuestos a regresar a empleos mal pagados en el área de servicios, en dónde también se ven expuestos a malos tratos por parte de las sectas antivacunas.
Mientras los ricos son cada vez más ricos (al menos en papel, como Elon Musk), los trabajadores comunes y corrientes, quienes llevan el peso de la economía estadounidense y mundial sobre sus hombros ven las cosas cada vez más lúgubres.
Incluso, se ha visto una escena no esperada tras la reapertura de la frontera terrestre con Estados Unidos por parte de nuestros vecinos: la gente no está yendo, ya sea por los altos precios o por no querer exponerse a enfermarse allá.
Mientras tanto, la popularidad de Biden y de su posible reemplazo, Kamala Harris, se desploma cada vez más, ante la percepción de que están haciendo un mal trabajo en el gobierno.
Y lo que falta...