“Desandaré caminos sin salidas como muros. Recorreré los cuerpos desolados sin futuro. Destruiré los mitos que he formado uno a uno y pensaré en tu amor, este amor nuestro vivo y puro.”
PABLO MILANÉS
No lleva mucha ciencia
Ricardo Monreal quiere quedar bien con unos y con otros. Con alguien; ¡con quien sea! Pero lo cierto es que su juego solo él lo entiende y al parecer solo él lo quiere jugar. O quizá, pensándolo bien, López Obrador sea el único que también lo descifra. Pa’ saber…
El senador por Morena conoce de cuentas, así que puede derivar conclusiones tanto de ‘La Encuesta de Encuestas’, como de la encuesta bimestral de tendencias rumbo a la elección presidencial del 2024 que publica SDPnoticias con regularidad. Claudia Sheinbaum continúa en primer sitio entre las preferencias ciudadanas para ser la abanderada de ese partido político en la mencionada contienda. Punto.
Subrayo: no lo digo yo, lo dicen cinco encuestas de prestigio. En todas, en la contienda interna de Regeneración Nacional, por cuanto a lo que se prevé será la determinación de su abanderado(a), la delantera la lleva la jefa de gobierno de la CDMX; Reforma le otorga la mejor puntuación (48.6%) y, la menor, SDPnoticias (37.5%), teniendo un promedio de 42.5% en las cinco encuestas consideradas. Le sigue Marcelo Ebrard y, en el caso de Ricardo Monreal, el promedio de apoyo ciudadano para que sea el abanderado de Morena en la elección presidencial del 2024 es de 11%. Para él, la puntuación más alta la reporta El Universal (14.1%) y, la menor, Reforma con 7.1%. En algunos medios aparece incluso en cuarto lugar, después de Adán Augusto López (SDP Noticias/MetricsMx y El País/Enkoll) y en otros —El Financiero— los encuestados lo empatan con el secretario de Gobernación.
Solo cuando al senador Monreal se le considera como candidato de Movimiento Ciudadano para la grande (y mismo eso cuando no se mide a Luis Donaldo Colosio Riojas), es que Ricardo se coloca en primer sitio dentro de los contendientes por ese instituto político (MC).
De brinco en brinco
Con estos y otros números que se reportan al momento, Monreal sabe que no le da para ser presidente. Y surge entonces la pregunta: ¿por qué tanto brinco estando el suelo tan parejo (y más cuando se hacen desde la Arena México de la Lucha Libre)?
Sí, la Arena estuvo de “bote en bote; la gente loca de la emoción”. Más de 13 mil almas se dieron cita en el evento que acogió a Monreal y donde este llamó a la reconciliación nacional (que conste, no escatimo la propuesta; una tan necesaria que gente tanto de Morena como de la oposición aplauden).
Y entrado en la vernácula popular y parafraseando al gran José Alfredo Jiménez, Monreal anunció hace poco, “diciembre me gustó pa’ que te vayas”. Lo que no se sabe es si la “Amarga Navidad” sería para quienes se quedan en Morena, para él o para la oposición.
En esa ocasión, siguiendo la verbena popular (muy ad hoc en la Arena México, terrible en la arena política), se calzó su máscara de luchador. El indomable haciendo suponer que sí va contra todos. Especialmente después de haber anunciado que siempre no asiste a la “marcha” —acarreo/cargada/y anexas— del 27 de noviembre (mejor llamémosle desfile, porque es organizado desde el gobierno y para el gobierno; pero, bueno, esa es otra historia).
Haciendo un guiño para quien quiera entenderlo o, bien, busque señales donde no las hay, Monreal, viejo lobo de mar (especialmente de las aguas políticas del país), pareciera decir que ahora sí se va de Morena. Si bien, de último momento, todo puede suceder. En cuanto López Obrador lo invite a desayunar a Palacio Nacional, como hacía antaño, el legislador seguro se arrepentiría.
Nada que celebrar
Pero, bueno, ese es precisamente el punto. En otras palabras: que mientras el presidente deshoja la margarita de su amor, Monreal incurrió en lo que tanto criticaba en otros —y con razón-. Violó la ley con actos anticipados de campaña o, lo que es lo mismo, o todos coludos o todos rabones. Y es que cuando unos violan la ley es difícil que los otros no lo hagan tarde que temprano. No es justificación, pero algunos políticos de la 4T consideran que si no se apuran, quedarán fuera del ring…
En la oposición, algunos han festejado la propuesta, el anuncio y el lanzamiento de Monreal desde la tercera cuerda. Creo no deberían de celebrarlo. Es muy probable que el senador solo sea ‘el Alito de AMLO’, o ‘el Alito de la oposición’. Ya sabemos cómo actuó Alejandro Moreno y ante quien se dobló. ¿O no?
En realidad, lo realizado por Monreal son malas noticias para la oposición. Si termina dejando Morena (si lo aceptaran ya sea en el MC, en el PRI o en el PVEM) dividirá todavía más a la alicaída oposición. Fuera de los comentarios de la senadora panista Kenia López Rabadán, lo que es seguro es que en el PAN a Monreal jamás lo aceptarán.
Con lo cual, la duda cabe: ¿todo esto precisamente tiene como propósito dividir?, ¿habrá un acuerdo original con López Obrador?
A medida que pasan los días, cada vez me da más la impresión de que así es.
Por lo pronto la montaña rusa del factor Ricardo Monreal pone muchos a sudar. Vueltas y vueltas; diversión para algunos, mareo para otros y hasta vómito para unos cuantos.