Cuando se pierde la dignidad para expresarse públicamente, como lo han hecho los dirigentes del PAN se ha perdido todo. El hecho del asesinato de dos religiosos es profundamente lamentable. Y se está revelando en el curso de las investigaciones, que es parte de la violencia incontenida pero también de la impunidad en las regiones y Estados de la República mexicana y de la incapacidad de los gobiernos estatales para contener al crimen ordinario.
Pero le viene “como anillo al dedo” al Partido Acción Nacional (PAN) ante las graves responsabilidades de corrupción y asociación criminal imputadas al gobernador saliente de Tamaulipas Francisco García Cabeza de Vaca, a quien sí se le han documentado hechos y evidencias –conforme a investigaciones de la UIF en el periodo del Dr. Santiago Nieto y por periodistas mexicanos serios, además de la apertura de expediente judicial en EU por parte de la DEA-, ya que le ha permitido al PAN de manera temeraria y canalla continuar su ofensiva mediática contra el presidente AMLO ahora con el doble asesinato. Cuán grande es la decadencia del PAN que se la pasa atacando al Jefe del Poder Ejecutivo con todo cuanto pasa. Sólo le ha faltado culparlo de la guerra Rusia-Ucrania y todas sus consecuencias regionales e internacionales.
Es inaudita la forma tan irresponsable y vil con la cual se expresan los dirigentes del PAN sobre los procesos de la vida nacional, cuando ellos tuvieron en el primer círculo del poder a un Genaro García Luna, el primero en importancia en el gabinete presidencial de Felipe Calderón, hoy preso y acusado en la corte de justicia estadounidense por asociaciones diversas con el crimen transnacional organizado, dentro y fuera de México. Ellos son presuntos responsables de no haber obstruido la instalación del narcotráfico internacional en el gabinete presidencial mediante la interacción centre el mismo y el Secretario de Seguridad Genaro García Luna, hechos extraordinariamente graves, pero dicen “nadie se percató”. Cuánto cinismo.
Divina distracción, contar con la protesta de la Iglesia incluyendo al Papa Francisco, porque le dio una cobertura ad hoc a su “grilla canalla” para lanzarse contra el presidente, a pesar de que el hecho sucedió en un Estado gobernado sucesivamente por los partidos de la hoy alianza PRI-PAN desde hace más de 40 años. Y cuyo responsable político, no criminal, inmediato es la gobernadora constitucional del Estado, Maru Campos al tratarse de un crimen del orden común, ordinario, que corresponde plenamente al gobierno del Estado procesar.
Esta ofensiva mediática entre muchas más, sigue a la que “Tlatelolco Lab” (adscrito al Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad de la UNAM), mediante los investigadores Eloy Caloca y Martín Zumaya han estudiado y estructurado en sus términos para denunciarla en la que se trata de vincular al presidente AMLO y a Morena como instituciones aliadas del narcotráfico internacional, a la que se unió hace poco el senador Marco Rubio desde EU:
“Sin aportar pruebas, opinadores, periodistas y políticos de oposición participaron en una estrategia digital de manipulación de tráfico para posicionar la narrativa de que el gobierno de López Obrador y el partido Morena cooperan con el narcotráfico (…) destacan el uso de bots y de medios de comunicación en esta campaña” Y agregan: “esta acusación ha tenido tres momento climáticos: el primero se ubica a inicios del sexenio de López Obrador, cuando éste fue vinculado con el narcotráfico sin que se hayan aportado evidencias de eso; el segundo, en la elección de 2021 cuando se comenzó a hablar en los medios de un supuesto ‘pacto’ entre Morena y el crimen organizado; y el tercero, días previos a la jornada electoral del pasado 6 de junio de 2022 cuando se incrementó el número de tuits con hashtags que asociaban la palabra ‘narco’ con ‘gobierno’, ‘presidente’, ‘AMLO’ y ‘Morena’. Estos hashtags conformaron una narco-narrativa que buscaba incidir en la conversación electoral”. (Entrevista de Contralinea al Dr. Eloy Caloca Lafont).
El investigador universitario y profesor del doctorado menciona nombres: Héctor de Mauleón, Eduardo Ruiz Healy, Ricardo Alemán, Carlos Salazar, Federico Reyes Heroles, Fernando García Ramírez, Carlos Loret de Mola (entre el grupo de “periodistas”) y Francisco Labastida, Rubén Aguilar, Marco Rubio, que es senador en Estados Unidos, Lilly Téllez, Jesús Ortega o Porfirio Muñoz Ledo, entre los “líderes con actividad política”, e identificó comunidades de cuentas que amplificaron los hashtags durante la primera semana de junio por medio de retuits, citas o respuestas entre ellas.
Algunas de esas cuentas tuitearon o re-tuitearon cientos de veces en intervalos de 12 a 60 segundos, para luego entrar en un periodo de reposo. Por ello, su estudio concluye que “la presencia de ráfagas de publicaciones es un indicio de una estrategia digital de manipulación de tráfico”. Hashtags relacionados con la narconarrativa: “notamos un incremento importante, en especial en dos hashtags que fueron ‘Narco-presidente’, y ‘Morena-narcopartido”.
Imagínense, una de las “evidencias” que menciona Anabel Hernández que posee para probar su narco-narrativa contra el presidente es “el saludo a la mamá del Chapo Guzmán”. No entiendo cómo no sienten ni un poco de vergüenza personal y profesional al expresar estas patrañas de tan baja calaña.
Campaña orquestada que expresa una pronta, temprana decadencia de los cuadros mediáticos y líderes políticos de la oposición aliada (incluyendo los resentidos y mezquinos contra AMLO). Los grandes empresarios de México entre quienes se cuenta gente decente y civilizada, ideológicamente dispuesta a una confrontación doctrinaria y programática de otra altura ¿necesitan a este tipo y nivel de gente para su lucha contra la 4T-4R y su programa? ¿No tienen otros recursos de los cuales echar mano para ello? O ¿se están reservando para la campaña presidencial y mientras, mandan a estos reductos de la decadencia moral de la política mexicana?.
La apuesta es a torcer la percepción de la realidad de las mayorías nacionales que hoy sostienen su apoyo irrestricto al gobierno del presidente AMLO y su programa de gobierno. La experiencia subjetiva de energía física es lo que llamamos “percepción”. La percepción individual es nuestra propia realidad. Los órganos sensoriales y más específicamente sus receptores especializados se encargan de transmitir su energía física proveniente del ambiente a los órganos cerebrales encargados de decodificar la información que nos llega de dicho entorno socio-físico. Allí es en donde actúan las campañas mediáticas y en redes coordinadamente para distorsionar, torcer y cambiar nuestra percepción de la realidad efectiva. Porque nuestros receptores cerebrales están especializados en transmitir diferentes tipos de energía física y cada sentido posee sus propios receptores, por ello, nuestros sentidos y por tanto, nuestra percepción, puede ser engañada o cambiada, sin que la realidad haya cambiado, sino sólo nuestra percepción influenciada por información no probada, no confirmada, no verdadera (B. Kolb, 1995).
Esta percepción puede ser distorsionada por diversos medios, esto está comprobado en la psicología en diferentes ramas: comunicativa, social, etc. Recordemos que quienes manejaron el aparato de propaganda Nazi eran maestros en ello, para mencionar un caso icónico, aunque contemporáneamente hay muchos.
Se acude así a lo más inescrupuloso que puede haber en la lucha política, que es la manipulación de los sentidos localizados en el cerebro humano. Es la manipulación de la mente. Ello equivale a distorsionar los sentidos y la codificación que pueden realizar de la información que captan, como sucede con una droga alucinógena, como han hecho y hacen en los experimentos con seres humanos para valorar su comportamiento ante la introducción de una droga que va a alterar su percepción sensorial y la decodificación de la información que la realidad de su entorno suministra, para cambiarla, distorsionarla, deformarla.
Lo dicho, la decadencia de los opositores al no encontrar medios legítimos de oposición y resistencia, es el signo de los días que transcurren. Ojalá cambien de método, de recursos e instrumentos y vayamos a una confrontación de ideas y programas, valoraciones de la realidad nacional y búsqueda de soluciones. Los mexicanos lo merecemos.