Los devenires de mi vida como sobrecargo de aviación que prestó sus servicios para Mexicana de Aviación, me abrieron muchas puertas en diferentes momentos; algunas incluso me permitieron hacerle llegar la clase política mis inquietudes sobre lo que estábamos viviendo.
A Mario Di Constanzo lo conocí cuando era el Secretario de Hacienda del Gobierno Legítimo de AMLO, junto a Bertha Luján. En aquellos ayeres el tema que me aquejaba, y del que requería de su apoyo, era la Demanda Colectiva de Naturaleza Económica que había interpuesto la administración de Gastón Azcárraga en contra de nosotros, los sobrecargos de Mexicana de Aviación.
Ahora que resurge el tema de sacar de nuevo una línea aérea, una de las principales voces detractoras es precisamente Mario Di Constanzo. No me espanta, sé muy bien que todo el mundo de la política suele aprovecharse de este tipo de movimientos y coyunturas para llevar agua a su molino, eso y solamente eso, es lo que precisamente hace Don Mario.
Y es que un personaje clave que estuvo involucrado en el cese de operaciones de Mexicana, fue justamente Mario, con quien compartí múltiples reuniones y estuvimos juntos en diversos mítines. Incluso él, junto con el abogado Eddie Varón Levy, viajaron a Estados Unidos por mandato del sindicato de sobrecargos para comprobar la existencia de los llamados “intangibles” de Mexicana de Aviación, así como analizar la posibilidad de que la aerolínea se acogiera al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos.
Sin embargo, una vez que el gobierno de Enrique Peña Nieto le encargó la dirección de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) -lo digo sin temor a equivocarme- su percepción del momento político-social cambió diametralmente, cosa que pude comprobar en una de las últimas ocasiones que tuve contacto con él, cuando un grupo de trabajadores de Mexicana acudimos a verlo en su nuevo puesto administrativo.
Por lo tanto, no me sorprenden las feroces críticas y acérrimas a la actual administración. Que no me sorprendan no quiere decir que las comparta, ni mucho menos que considere que tiene razón.
Primero porque Di Constanzo, además de ser licenciado en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), tiene una trayectoria laboral que pasa por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la de Relaciones Exteriores, la de Turismo, e incluso por la Lotería Nacional, y en todas desempeñó cargos relacionados con temas económicos, financieros y de finanzas públicas. Pero de aviación, él sabe lo que yo conozco de Sociedades Anónimas Promotoras de Inversión de Capital Variable, es decir, nada.
Si se sumergió en el mundo aeronáutico fue gracias a Andrés Manuel, quien desde 2007 nos abrió las puertas del Gobierno Legítimo, y nos encaminó con Bertha Luján y con Mario Di Constanzo para darnos asesoría.
Ya después, como buenos políticos, vieron que el movimiento de los trabajadores de Mexicana podría ser políticamente redituable, y vaya que lo fue, pues doce años después le permite presentarse en medios como “experto en aviación”.
Sin embargo, desde mi particular y siempre respetuoso punto de vista, su primer gran error es salir a dar declaraciones de que la idea de hacer una nueva aerolínea es “la mayor tontería del actual gobierno”, sin antes ver cómo estamos actualmente en la aviación comercial, y alegando que a las actuales aerolíneas les es difícil operar, pero sin cuestionar el por qué. En una entrevista dada al medio EMEEQUIS, señala:
“No es un país donde puedan coexistir muchas líneas aéreas, a diferencia por ejemplo de Brasil, que para ir de Río de Janeiro a Curitiba a fuerzas lo tienes que hacer en avión, pues evidentemente el tipo de desarrollo de la industria aeronáutica es uno, aquí en México realmente existen cuatro o cinco rutas rentables, México-Tijuana, México-Cancún, México-Guadalajara y México-Monterrey, de ahí párale de contar, en cuanto a viajes internos.”
Mario Di Constanzo
Con bonhomía y buena fe, diré gentilmente que tal declaración solo denota el limitado conocimiento que tiene sobre el tema. Él es quien califica de “tontería” una iniciativa gubernamental.
Yo sugiero que revisemos cuál idea merece tal epíteto, si la propuesta o su declaración. A mí que queda claro que Mario Di Constanzo no conoce a la industria, y opina sin conocimiento de causa.
Tijuana, Cancún, Guadalajara y Monterrey, son en efecto rutas importantes, no hay lugar a dudas, pero veamos, ¿acaso son las únicas rutas rentables? ¡Claro que no!, en su declaración quedan excluidas rutas tan importantes como Mérida, Villahermosa, Tampico, Hermosillo, Mexicali, que también son muy rentables, tanto como Monterrey-Tijuana, Guadalajara-Cancún, Monterrey-Guadalajara, Tijuana-Guadalajara.
Otra vez lo digo con la contundencia necesaria: la industria aeronáutica no se centra en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, sobre todo cuando tenemos aerolíneas cuya base de operaciones no son el aeropuerto capitalino, como lo es VivaAerobus (base Monterrey), o Volaris que tiene varias bases (Tijuana, Guadalajara, Cancún), además la de la Ciudad de México.
Afirmar que no se requiere de una nueva línea aérea es igual a no querer ver la realidad de la aviación en nuestro país. Hasta donde tengo información, el gobierno ha estado trabajando arduamente en la creación de la nueva línea aérea, y lo que sale a relucir en medios son meras especulaciones, como la de incluir el Boeing 787 Dreamliner en la flota a operar, lo cual ya quedó descartado, porque ese es un avión para vuelos de largo alcance, además de que es una chatarra con alas adquirida por el Gobierno de Felipe Calderón, con insultante sobreprecio.
Siendo honesta, hubo un momento mientras leía la citada entrevista en que de plano solté la carcajada, cuando declara que además de ser un grave error, generaría una competencia desleal.
Veamos, cuando estaba el gobierno de Vicente Fox y se abrió la aviación a las aerolíneas de bajo costo, solo teníamos dos aerolíneas troncales, Mexicana y Aeroméxico ¿ahí si no les importó la competencia?
Un país del tamaño como el nuestro, con una aviación mucho menor que los Países Bajos ¿por qué? ¿acaso nuestros genes mexicanos nos imposibilitan de competir?
No se dan cuenta que hay mercado para todos, creen que es uno solo cuando el tipo de pasaje es vario pinto y las empresas de aviación no son todas tradicionales o de bajo costo, sin contar a las regionales, las ejecutivas, y también las que son híbridas, como era el modelo de Interjet.
La aviación es una industria muy compleja, en la que intervienen muchos factores; una realidad es que sí requerimos de una nueva línea aérea, porque a Mario se le olvida convenientemente todos los estudiantes que tenemos, y que cuando concluyan sus estudios no habrá aerolíneas suficientes para acomodarse.
Tenemos un grave déficit en cierto personal, porque no se ha tomado en serio a la aviación desde sexenios anteriores, Nos falta gente que quiera estudiar para ser controladores aéreos, o los verificadores que nos hacen falta, que es una de las grandes razones por las que seguimos degradados a Categoría 2.
Como lo dije al principio, conozco bien a Mario y no es que su crítica esté sustentada en conocimiento; todos sabemos que terminó peleado con Andrés Manuel porque “no le dio hueso” y de ahí pa´l real, todo lo que haga la 4T está mal. Sí, por supuesto que se requieren punto de vista diferentes, que cuestionen, critiquen y censuren lo censurable, pero hay que entrarle de verdad al análisis de fondo. Lo demás, son “acomodos”.