¿Qué hay detrás de la obsesión de AMLO por la aprobación de una reforma eléctrica que está muy alejada de las necesidades del país? La respuesta está en lo que los tecnócratas denominan el cambio de la matriz energética del país, AMLO quiere regresarla a los años sesenta.
Lo ideal sería pasar de las energías fósiles a las renovables y hacer accesibles estas energías a toda la población, lo que implicaría dejar de generar electricidad con combustóleo y carbón y transitar del gas natural a energías renovables.
Pero ¿qué intereses lo mueven para hacer exactamente lo opuesto? La reforma eléctrica que propuso va hacia una vieja matriz energética, empezando por frenar el desarrollo de las energías renovables y privilegiando el uso del combustóleo y el carbón.
Calentamiento global
En México y el mundo se impulsa la transición energética por muchas y vitales razones relacionadas con la habitabilidad del planeta, entre ellas: el combate al calentamiento global, alcanzar la meta de bajar al menos dos grados la temperatura y disminuir la emisión de gases de efecto invernadero, además otra muy importante, son los precios, las renovables son mucho más baratas.
Otro punto es el de la soberanía. Las energías renovables, como pasa con el petróleo, no están supeditas a un mercado mundial. El sol, el aire y el agua no figuran en un mercado internacional como el petróleo y sus derivados, quienes las generan, por tanto, son totalmente soberanos.
La caja chica
Pero AMLO y el grupo Tabasco, el remix del Atlacomulco, quieren regresar a la década de los sesenta, para apoderarse de Pemex y CFE y, como antes lo eran, usarlas de “caja chica” para dádivas electorales y compra del voto.
Desde el inicio de su administración AMLO fueen contra de la transición energética iniciada en México. Atacando el sistema de transporte y distribución del gas natural, elemento fundamental en las plantas de ciclo combinado, a través de procedimientos autoritarios. Con los litigios iniciados por su perro de ataque Bartlett, de los cuales el gobierno desistió posteriormente, se pretendió intimidar a los grandes transportistas en una flagrante violación al derecho y a los tratados internacionales.
Coberturas
Aunado a lo anterior, para encarecer el gas en épocas de frio, Nahle ordenó a la CRE cancelar las coberturas, un mecanismo eficiente para comprar a futuro y asegurarse en contra de las variaciones de precio. La medida no sólo afectó a las transportistas sino y, principalmente, a la CFE y a las finanzas públicas ya que, para mantener los precios, hubo que aumentar el subsidio con recursos del erario, cosa que a AMLO y Bartlett no les importó: el dinero no es suyo, es del pueblo.
La segunda medida fue suspender las subastas de energías renovables bajo argumentos tan falases como criminales, tales como asegurar que es mentira el calentamiento global o que las energías renovables no funcionan porque son intermitentes.
Para cerrar la pinza de la propuesta de la nueva-vieja matriz energética, AMLO decidió construir una refinería cuyo mayor producto será el combustóleo y su cliente principal, la CFE. Por cierto, la gasolina que se consumirá en México vendrá de la refinería de Deer Park, pero se producirá con petróleo de Estados Unidos o de otras partes del mundo, no con petróleo mexicano, ya que es altamente pesado y no apto para los parámetros con los que opera la refinería.
Otros datos importantes que deberían considerar, principalmente quienes han participado a favor de la Reforma Eléctrica, incluyendo Bartlett y otras focas como los líderes de las bancadas de Morena y PT, que solo van a repetir la retórica de AMLO, es que desde 2015 y hasta 2018, la generación eléctrica con carbón había caído un 60% en México.
La energía eólica y solar en conjunto constituyeron, en el periodo posterior a la reforma energética, el 10% de la matriz energética del país y los aumentos en la capacidad instalada de energías renovables permitieron una significativa reducción en la generación eléctrica con carbón.
Este punto debe tener muy preocupados a aliados del presidente como el Senador Guadiana, ejemplo arquetípico de líder charro que se hizo multimillonario quemando carbón y abusando (aunque él le llama “representando”) a mineros.
El gas natural se planteó como una alternativa para sustituir la generación con carbón y combustóleo. Si bien es un energético fósil, tiene dos grandes ventajas, emite casi nada de gases de efecto invernadero y es un combustible muy barato que permitiría un rápido paso a la transición energética y la eliminación más eficaz de combustibles contaminantes y caros. De pilón, en México tenemos mucho gas natural.
Sin embargo, la idea es no permitir que nadie se meta con sus negocios que, como ya se dijo, serían la “caja chica” para las elecciones y así no volver a quedar exhibidos como con Bejarano, Pio y Martín López Obrador, captados en videos recibiendo dinero (de quién sabe cuál narcotraficante). Es el regreso del más viejo PRI clientelar.
Parlamento abierto, la manipulación
Si bien la oposición tuvo un triunfo importante para abrir el Parlamento Abierto y discutir la Reforma Eléctrica y así evitar que pasara sin que se le moviera ni una coma, lamentablemente este instrumento se ha convertido en un diálogo de sordos, donde, por ejemplo en el Foro 2 donde participó Bartlett, amenazó al líder de Concamin, diciéndole que le encanta su empresa de zapatos o se impidió la participación del líder del CCE, Carlos Salazar, para evitar que ofreciera datos duros en contra de la Reforma; o peor, mentirle a la secretaria de Energía de Estados Unidos, para luego pretender que ella habría aceptado todo. Una reverenda mentira y manipulación de la información.