Seamos claros: El presidente es un mago en el arte de persuadir y de manipular. En el arte del engaño, vaya. Sabe cómo y tiene con qué. Es una habilidad innata en él. No cualquiera es un líder y él lo es, para bien o para mal, guste o no; no cualquiera tiene ese don de liderazgo como lo tiene él, esa manera tan brutal de jalar masas, aunque ya no tanto como antes para ser claros.

Desgraciadamente, no ha sabido ocupar ese liderazgo para bien, él hubiera podido ser el mejor presidente y estadista de toda la historia política y presidencial de México; tuvo esa oportunidad y la desperdició, porque ha decidido usar su liderazgo pero para su beneficio, ya no para beneficio del pueblo bueno y sabio que tanto dice amar. ¿Y por qué digo esto? Tan simple como es la protección, el apoyo y el cobijo que le ha refrendando en su mañanera de hoy al subsecretario de Salud Hugo López-Gatell  

Hoy el presidente fue claro y contundente al decir que teníamos al mejor especialista del mundo en pandemias, pero la verdad es que los datos son otros, son duros y son dolorosos: Ocupamos el primer lugar de muertes por Covid en el mundo, pero esto no parece incomodarle al presidente.

Lo que a él le incomoda es que se hable mal del subsecretario de salud. Y ¿por qué le incomoda? Porque él lo designó como encargado de la pandemia. El hecho de qué Hugo López-Gatell no funcione y no esté dando resultados habla de que tampoco está funcionando y tampoco está dando resultados el presidente. Como una especie de siameses, pareciera que si uno se cae el otro por ende también se caería, y por eso es que ahora lo protege, lo alaba, e incluso se atreve a decir que lo va a proteger jurídicamente. Esto desde mi punto de vista es algo muy grave porque quiere decir que el presidente nos está aceptado el día de hoy que el tiene el control judicial de las personas si le caen bien, o si las necesita las va a liberar de procesos judiciales, pero si no le conviene que ciertas personas estén en la cárcel para no dañar su imagen también las va a dejar libres y las protegerá  jurídicamente, y por el contrario si se encuentra en su camino alguien que le estorbe y que le afecte en demasía su imagen e investidura la cárcel es el destino.

Sinceramente no conozco al presidente, esto que les escribo y les comparto es lo que yo intuyo y siempre lo he recalcado: Lo que escribo aquí es sólo lo que yo intuyo: A mí me parece que el presidente sabe muy bien que Hugo López-Gatell ha sido totalmente incapaz y totalmente ineficaz e incompetente. Sí lo sabe, pero el hecho de que lo acepte y le diga a México y al mundo que no contamos con un subsecretario de Salud de primera línea podría sepultar las aspiraciones políticas del presidente en el futuro, porque seamos honestos el presidente tiene muchas ganas de quedarse en el poder, tiene muchas ganas de dejar a Claudia Sheinbaum en su lugar. 

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Si hoy por hoy reconociera que Hugo López-Gatell falló y que también a él se le atribuyen muchas muertes por el Covid-19 no nada más de personas adultas sino de niños al no querer vacunarlos y decir que no son necesarias, todas estas aspiraciones/ ilusiones políticas creadas en la mente del presidente, todos estos sueños de ser amado y de ser el gran líder que el mundo esperaba se vendrían abajo.

Es curioso, pero el presidente se mantiene vivo políticamente hablando gracias a la existencia de Hugo López-Gatell, si éste desaparece del mapa por incompetencia desaparece también el presidente y eso no lo va a permitir. Andrés Manuel López Obrador no ha terminado de entender que si él aceptara que Gatell no funcionó y que es mejor removerlo entonces quizás sí  los bonos de credibilidad del presidente se elevarían. Sin embargo, nos topamos con un hombre que es poco humilde, que no acepta que se puede equivocar; no acepta que alguien más tenga la razón o que alguien más se haya equivocado.

Entonces, la prueba está en que hoy nos dice que apoya, protege y cuida a Hugo López-Gatell desde todos los aspectos: jurídico, político, emocional o afectivo. Cualquiera diría que en verdad lo quiere. ¿Cierto? Yo estoy segura que no, que no lo quiere y que le está causando muchos dolores de cabeza, pero el costo político de hacerlo a un lado sería altísimo para el presidente, así que no importa que sigan habiendo más muertes, no importa que tengamos una pandemia pésimamente mal manejada; que no importa que no hayan niños vacunados sólo porque el subsecretario así lo dijo.

No importa nada de eso mientras el presidente no sea salpicado por la brutalidad de Hugo López-Gatell. Y ¿cómo evitar ser salpicado de su lado?: Abrazándolo, cobijándolo y demostrándole todo su amor como se lo demostró hoy, como se lo ha demostrado ya varias veces antes. Es de dar terror que sobre los intereses y el bienestar del pueblo están los intereses del presidente. Que Dios nos ampare.

Claudia Santillana en Twitter: @panaclo