Jorge Ramírez González es un poblador de Tula Allende, quien se dice desesperado por la situación ambiental de su ciudad. La principal causa: la termoeléctrica “Francisco Pérez Ríos”, ubicada en Tula-Jorobas, Hidalgo.
“La operación de la termoeléctrica nos ha generado muchos problemas de salud respiratorios y diversos tipos de cánceres a quienes vivimos cerca de esta central”, comentó para el portal SDPnoticias.
Al respecto, la Secretaría de Salud de Hidalgo dio a conocer que los casos de cáncer de mama incrementaron en el estado durante los primeros nueve meses del 2021, en comparación con el mismo periodo del 2020. Sin embargo, la institución no mencionó cuáles podrían ser las razones de dicho aumento.
Algunos pobladores como Ramírez González, quien aseguró tener más de 50 años viviendo en Tula, han notado que muchos bebés están naciendo con males congénitos, “pero el Gobierno no quiere hablar de esta situación”.
Hablé con un médico de aquí de Tula, me dijo que sí, que muchos bebés están naciendo descerebrados por la contaminación; pero no puede hablar porque puede perder el trabajo. Me dijo: “No sé qué intenciones puedan tener los medios”, destacó.
También aseguró que los habitantes ya han recurrido a las autoridades del estado para informar sobre las consecuencias y mostrar su inconformidad ante la contaminación que genera está termoeléctrica.Incluso agregó que hace cinco años metieron una denuncia, pero ésta nunca les fue contestada. “Nosotros lo que buscamos es que se transforme o se cierre la termoeléctrica de Tula”, subrayó.
Sin embargo, hay otras preocupaciones que agobian a los residentes de Tula, Ramírez González comentó que durante la administración del expresidente Felipe Calderón, el Gobierno compró diversos terrenos a los pobladores porque supuestamente construirían una refinería llamada “Bicentenario”, pero el proyecto nunca se llevó a cabo, por lo que dichas tierras se quedaron desiertas e improductivas.
“Estos baldíos son focos de delincuencia. Mucha gente aprovecha estos terrenos para robar gasolina de los ductos, (para incurrir en el delito huachicol)”, agregó.
Ante esta situación, Jorge Ramírez González pidió al Presidente Andrés Manuel López Obrador que mire a los tuleños y que los deje trabajar dichas tierras baldías, porque de esa manera se generarán trabajos y se mitigará con la delincuencia presente en la zona.
Tula, un municipio “inhabitable”.
Pablo Guerrero Alvarado, especialista en ingeniería mecánica y sistemas energéticos, explicó para SDPnoticias que la termoeléctrica de Tula, cuya planta es operada por Comisión Federal de Electricidad (CFE), cuenta con cincounidades generadoras de electricidad de vapor convencional y usa como combustible gas natural y combustóleo.
Respecto al porqué produce altos niveles de contaminación, el experto señaló que dicha central opera con combustible fósil, el cual contiene altos niveles de azufre, más de 4% por ciento, “lo que provoca que tenga principales fuentes de emisión de partículas PM 2.5 y óxido de azufre”.
Las PM 2.5 son partículas respirables presentes en la atmósfera, capaces de generar múltiples enfermedades respiratorias.
Igualmente, recalcó que, tanto por las altas emisiones de gases, así como por la quema de combustóleo, la termoeléctrica de Tula es de las “más contaminantes del país”. Agregó que debido a la presencia de esta central y una refinería llamada Miguel Hidalgo, en el año 2019, el entonces titular de la Secretaría del Medio Ambiente (Semarnat) Víctor Toledo advirtió que Tula era una zona prácticamente “inhabitable”.
De hecho, desde el 2006la Organización de las Naciones Unidas (ONU) catalogó a Tula como la ciudad más contaminada del mundo.
“La refinería en conjunto con la termoeléctrica aportan casi el 90% del óxido de azufre y el 80% de los gases de nitrógeno de la emisión total del estado de Hidalgo”, detalló el experto en ingeniería mecánica.
Ante este panorama, Guerrero Alvarado aseguró que es imperativo que las autoridades mexicanas permitan la inversión extranjera en materia energética, con el objetivo de fomentar el uso de energías renovables.
“México es uno de los países que podría albergar todas las energías renovables, porque tiene todos los distintos climas que se pueden tener. Eso no lo tiene ningún otro país del mundo y no lo aprovechamos para nada”, agregó.
Por separado, la ingeniera ambiental Jessica Montufar comentó que la contaminación de la termoeléctrica de Tula es altamente nociva para la población, pues el material particulado perjudica la salud respiratoria de la población aledaña, y el dióxido de azufre causa lluvia ácida.
Agregó que las sustancias dañinas que emite dicha planta no solo afectan al estado de Hidalgo, sino también a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, porque dichos gases pueden ser arrastrados por el viento a través de las diferentes corrientes.
De acuerdo con el último estudio sobre la calidad del aire, elaborado por el Gobierno de la Ciudad de México en 2018, la capital mexicana exceder siete veces las tasas de dióxido de azufre recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y contiene el doble de los niveles de ozono. Los altos niveles de contaminación violan todas las normas nacionales e internacionales sobre la presencia de partículas PM 2.5.
También el programa de gestión para mejorar la calidad del aire en la Zona Metropolitana del Valle de México registra que la Termoeléctrica de Tula y su contigua, la refinería Miguel Hidalgo, son las principales fuentes de emisiones de gases tóxicos para la capital mexicana.
Para mitigar la contaminación generada por la termoeléctrica de Tula, la experta coincidió con Pablo Guerrero, sobre la necesidad de que el Gobierno de México haga cabida a las energías limpias. Sin embargo, subrayó que “en primera instancia”, el combustible se podría reemplazar con gas natural, porque este último es mucho menos contaminante.
Finalmente, Jessica Montufar señaló que, aunque es posible regular la termoeléctrica de Tula para que contamine menos, lo ideal sería modificar el proceso, para atacar el problema de raíz.
“No podemos seguir explotando una construcción que ha sobrepasado su vida útil sin haberle hecho ningún estudio, mantenimiento o tratamiento de cualquier forma y no esperar consecuencias negativas para el ambiente y población. Es imperativo voltear a ver dichas obras y poner por encima de los beneficios económicos, a la sociedad y el ambiente”, demandó.
La contaminación y la salud
De acuerdo con Alejandra Macías, doctora de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), la contaminación puede producir enfermedades respiratorias (casos nuevos), y empeorar la calidad de vida de las personas con una enfermedad respiratoria ya establecida. Agregó que la crisis ambiental también puede generar en la población enfermedades pulmonares graves, así como irritaciones en la piel.
Por su parte, Eduardo Esquivel, médico de la Universidad Autónoma de México (UNAM), confirmó que el exceso de contaminación puede vincularse con diversos tipos de cáncer.
Pese a la crisis ambiental presente en el municipio de Tula y sus múltiples consecuencias, según un estudio realizado por el Consejo Estatal de Población del estado, publicado en 2021, 27 mil tuleños no están afiliados a ninguna institución de salud pública, de un total de 115 mil 107 habitantes que registra dicha zona.
Datos de la termoeléctrica de Tula
La Central Termoeléctrica “Francisco Pérez Ríos”, ubicada en el municipio de Tula de Allende, Hidalgo, fue construida en 1975, durante la administración encabezada por el presidente Luis Echeverría Álvarez.
Esta empresa paraestatal de la Secretaría de Energía se creó con el fin de aumentar la oferta de energía eléctrica del centro del país.
De acuerdo con un informe de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, la central de Tula emite cada año más de 130 mil toneladas de dióxido de azufre, entre otros gases contaminantes.