“’- Yo opino…
-Tú no opinas nada”
Diálogo entre Óscar Ortiz de Pinedo y Sara García en la película: “El inocente”
Una opinión es una valoración o un juicio que realiza una persona desde su perspectiva sobre un suceso en particular, por lo tanto, es personal e intransferible, aunque, obviamente, sí puede ser reproducible.
Particularmente, en la práctica médica, la opinión de los que la practican es la base de su acción, y nadie puede criticar la opinión de un médico, ya que es personal, podrían rebatirla, e incluso, combatirla, pero jamás, criticar su origen personal, ya que es, repito parte de la personalidad del médico que la emite.
Por lo tanto, si un médico opina, por ejemplo, que determinada persona por cuestiones que él considera de afección a su salud no puede presentarse a un trabajo, evento político o legal, sin importar la causa real, no puede ser criticado, porque es, repito, su pensamiento transmitido en una opinión personal, y la libertad de pensamiento, al igual que la de expresión, son derechos humanos universales e incambiables.
Existe en la cotidianeidad una costumbre muy arraigada de todos los tiempos, y no sólo en medicina, que consiste en pedir una segunda opinión, y claro, que ésta podría ser igual o totalmente opuesta a la inicial.
De una opinión muy poderosa puede surgir una costumbre, e incluso, una ley, y en México tenemos la oportunidad constitucional que incluso pueda ejercerse jurisprudencia con ella.
Las opiniones, como todos los actos humanos, son susceptibles de ser erróneas, tal como recientemente le ocurrió al empresario Elon Musk, por la opinión que hizo del gasto del erario estadounidense para comprar condones para países en desarrollo, incluso nuestro expresidente Andrés Manuel López Obrador utilizó en alguna mañanera la muy conocida frase: “Es de sabios cambiar de opinión”, al referirse a una opinión propia.
Finalmente, una opinión médica debe respetarse, aún al estar en contra o en desacuerdo, por la sencilla razón de provenir de alguien juramentado que está intentando llevar la ética universal a su máxima expresión en su práctica profesional.