Primero se quejaban de que el “Super peso” afectaba a los pobrecitos exportadores e, hipócritamente, a las remesas enviadas a los paisanos.

Nunca en su vida les importó el éxodo de mexicanos a los Estados Unidos y algunos otros países, pero ahora sí andaban muy preocupados.

Ahora que, a modo de presión ante el aplastante mandato que más de 35 millones de mexicanos le dimos a Claudia Sheinbaum y a los demás candidatos de Morena, el dólar sube unos centavos, se espantan.

Que la inflación, que las importaciones, que el fin del sexenio entra en crisis y no se que.

La realidad es que la oposición, derrotada y miserable, como dice una cosa dice otra. Es la oposición chimoltrufia, chumelesca, por recordar al bufón de la caja idiota que vociferaba “compren dólares” al inicio del sexenio sumándose al coro de agoreros del apocalipsis que señalaban que estaría a 35 o más pesos por cada divisa gringa a fines del sexenio.

¿Por qué será que nadie los toma en serio? ¿Por qué cada vez menos gente vota por la opción de la derecha? ¡Pues precisamente por estos ridículos!