Con una participación masiva de 16 millones de personas, la inmensa mayoría (más del 90%), pronunciándose a favor de que el presidente Andrés Manuel López Obrador se mantenga en el cargo, pese a todas las trampas y obstáculos puestos por el propio partido de oposición en que se ha convertido esa entelequia antidemocrática llamada INE y con la abrumadora certeza de que ese es el “voto duro” de Morena y AMLO, más que suficientes para ganar una elección, la oposición mexicana no se sabe otra más que seguir haciendo espectáculos repugnantes y seguir en su intento de saquear el patrimonio de todas y todos los mexicanos.
Fueron pocas las “figuras” de la derecha que prefirieron enfrentar la realidad y no esconder la cabeza en el suelo, como supuestamente acostumbran las avestruces: el senador del PAN Damián Zepeda decidió participar en la consulta, misma que su partido y sus aliados mediáticos se dedicaron a denostar; el troll y operador de granjas de bots en redes, Luis Alberto Rosas, salió a aceptar de forma sospechosa que el resultado del domingo representó un triunfo para AMLO y su proyecto, por ahí otro comentarista de derecha señaló, no exento de razón, que más de 15 millones de votos no son el techo del obradorismo “duro”, sino su piso.
La respuesta del PRIANRD, después de su enorme derrota de este fin de semana, siguen siendo el espectáculo, los gritos y los sombrerazos. En el marco de la próxima votación para la muy necesaria Reforma Energética, los diputados del PRI decidieron hacer la payasada de “acampar en el congreso”, los perredistas grabaron un video “cómico” digno de la “Familia Peluche” y por el PAN, salió un prófugo de la ley, Ricardo Anaya, a grabar un video patético diciendo cualquier cosa. Caso especial es la intrusión de un lobista italiano en pleno congreso, sentado en una curul y “orientando” a los corruptos legisladores que buscan volver a nuestro país un infierno con altos precios energéticos, como ahora lo son España o Alemania.
Van a volver a perder. No tienen nada que ofrecerle a la gente. Están totalmente derrotados.