Martín Alejandro “S”, diácono de Zapopan, Jalisco fue vinculado a proceso por agresión sexual contra un adolescente; ser perverso que aprovechó su “santa investidura” para abusar de este joven.
Letanía de nombres eclesiásticos, hombres que van por el mundo de iglesia en iglesia, de parroquia en parroquia, para abusar y violar a niños, niñas y adolescentes aprovechando su “santa investidura”.
Son presas fáciles. Los abusadores y violadores que forman parte de la Iglesia están seguros de que después de satisfacer sus perversas necesidades, sus víctimas caerán en la sima… Que el terror, la vergüenza y la culpa inmerecidas sellarán sus labios, contendrán las lágrimas y permanecerán callados, que no dirán nada, están seguros de que el miedo los enmudece. No les importa saber que esos inocentes vivirán perdidos en ese mundo oscuro lleno de confusión y de culpa, de magulladuras físicas y emocionales; estos violadores y abusadores con sotana están seguros de que el silencio se apoderará de sus víctimas, sí, de ese eterno y favorable silencio…
La vida de esos inocentes, se hace añicos. Se descompone toda, se tuerce, se llena de dolor y sobre todo de culpa. El miedo los invade. Las noches y los días se vuelven un martirio, día tras otro, mes con mes, año tras año. El abuso y la violación no tienen fecha de caducidad, las consecuencias son eternas, necias además porque carcomen un pedazo del alma con cada recuerdo. Mientras, estos abusadores siguen y cuando -escasos los casos- son denunciados, su sentencia es que los cambien de parroquia, de iglesia en donde se les provee de nuevas víctimas. Se guarda silencio, el nombre de la Iglesia debe permanecer intacto, puro…
Pero eso sí, gritan a la hora de las homilías: ¡qué terrible pecado es el aborto! ¡La unión de personas del mismo sexo! Eso va contra la natura, contra las leyes de Dios… Pero los abusos y las violaciones deben ser pasadas por alto, ésas Dios las perdonará… Indignante que estos hombres sean indiferentes a las vidas que sus integrantes destrozan, esas que hacen añicos.
El diácono Martín Alejandro “S” permanecerá en prisión oficiosa por ¡un año! Solo 365 días, después de haber aniquilado la vida de un joven que por desgracia confiaba en él. Dentro de un año, este abusador podría estar libre para seguir abusando por oficio de otros jóvenes.
La Iglesia cierra sus pesadas y costosas puertas para mantener estos abusos en el más sagrado e infame silencio. Circulan por todo el mundo pederastas con sotana, miles de niños, niñas y adolescentes no saben lo que les espera, ignoran que dentro de la comunidad religiosa donde se sienten a salvo, está o llegará pronto el asesino de su alma.
Los abusos y violaciones siguen…
El diácono Gerardo Espinosa Rubí abusó sexualmente de un niño de siete años. ¡Siete años! Un inocente sometido por un vulgar y cobarde depredador escondido tras una sotana. Aprovechó la oportunidad mientras prestaba sus servicios en la parroquia del municipio de Aquixtla, en Puebla. Habrá abusado de por lo menos diez menores…
Integrantes de la “Red Plural de Mujeres” y Esperanza González madre de una de las presuntas víctimas hablaron, “que se juzgue con todo el peso de la ley, que dé la pena máxima a este individuo que violó a mi hijo”, dijo Esperanza entre lágrimas de profundo dolor.
Dos años después, un juez encuentra culpable de abuso sexual a Gerardo Espinosa Rubí. Los padres de los demás niños no presentaron denuncias ante la Fiscalía General del Estado por miedo a ser víctimas de más agresiones. No comprenden, creo yo, que no hay peor agresión que vivir la vida o pretender vivirla siendo víctima de una violación. La vida de estos niños fue por dentro aniquilada…
El niño contaba con tan solo siete años cuando fue violado por Gerardo Espinosa Rubí, fue descubierto en flagrancia por otro sacerdote quien informó a los familiares de la inocente víctima. La mamá del niño afirma que la violación ocurrió en octubre de 2021, un día después el diácono violador fue detenido para ser liberado por el juez Aarón Hernández Chino… Este hombre carente de valores, de empatía, de sensibilidad, de humanidad, lo deja libre a pesar de que el delincuente clerical había sido sorprendido mientras violaba al niño.
Después de exigir con indignación y dolor, en diciembre de 2023 el juez Francisco Javier Orozco, en una audiencia en la Casa de Justicia de Puebla indicó que el responsable deberá permanecer en prisión. La mamá del niño exigió con profundo dolor que se emitiera un fallo condenatorio para el culpable.
Matan el alma, eso hacen los abusadores, los violadores. Los jerarcas de la Iglesia cierran los ojos, se vuelven sordos, son indiferentes, indolentes e insensibles. La Iglesia y su prestigio es primero, los abusos y las violaciones que comenten sus integrantes ya serán perdonados por Dios.
Un pederasta que llega a los 60 años de edad habiendo tenido acceso a niños habría podido abusar a más de cien…
A veces todo está mal. Todo el mundo llora, yo lo hago cuando escribo esto.