A las y los Mayo-Yoremes se les nota la viveza en su mirada. Así describía en mi entrega del 27 de junio a las mujeres y hombres de raíces indígenas que habitan el norte de Sinaloa. Son herederos de una cultura brava que se resistió a la conquista hasta el último momento. En la sangre llevan el orgullo y amor por su tierra.
El 9 y 10 de este mes, a petición de ellos y por mandato judicial de nueva cuenta se citaron con la historia. En sus manos estaba la decisión final sobre una inversión directa sin precedentes para el estado. La controversial planta de amoníaco que desde el sexenio de Mario López Valdez había estado detenida por una serie de amparos por irregularidades. Su desaseado sexenio puso en riesgo de origen el proyecto. Con el paso del tiempo y superando instancias legales, el 28 de noviembre de 2021 se llevó a cabo una consulta popular en el norte de Sinaloa para decidir sobre la edificación de la factoría. El 82% de los votantes lo hicieron en favor de la industria. Con esa etapa procesal terminada, una nueva disposición legal ponía en manos de los pueblos originarios la decisión final.
Pueblos indígenas de Sinaloa avalaron la inversión de GPO para Topolobampo
El resultado de la consulta a los Pueblos Indígenas fue contundente: 12 de 13 asambleas deliberativas resultaron en favor de la inversión por parte de Gas y Petroquímica de Occidente (GPO) en el puerto de Topolobampo, Ahome. Quedaron pendientes para agosto otras tres asambleas, mismas que, aun resultando en contra, no superan al número de pueblos que ya avalaron dicho proyecto.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador lo anunció desde “La Mañanera”. La Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Gas y Petroquímica de Occidente (GPO) firmaron un convenio para suministro de gas natural por 15 años en la Planta de amoniaco que se construirá en el Puerto de Topolobampo, Sinaloa. Un hecho histórico que encabezaron el director de CFE, Manuel Bartlett; el directivo de GPO, Arturo Moya Hurtado; y el Secretario de Economía de Sinaloa, Javier Gaxiola Coppel.
Tal convenio es la rúbrica de que definitivamente el proyecto va. Mientras AMLO emite decretos para tildar el Tren Maya como de seguridad nacional y garantizar la continuidad de su construcción, en Sinaloa el mismo pueblo apoya esfuerzos de gran calado -aunque proviene del sector privado- porque sabe que para el desarrollo y bienestar se requieren inversiones que generen empleos.
Existe todo un contexto económico en torno a esta inversión que ya analizaremos después. Pero en tiempos donde Estados Unidos y Canadá pretenden consultar las políticas energéticas de México en el marco del T-MEC, el mensaje de la consolidación de una inversión de este tipo es más que relevante.
AMLO busca cumplirle a los pueblos indígenas de Sinaloa
Sin definir fecha, el mandatario nacional estará reuniéndose próximamente con los gobernadores líderes de las etnias del norte de Sinaloa. A López Obrador le gustan las minorías. Al pueblo Yaqui en Sonora le ha cumplido. Siguen los Mayo-Yoremes. Los escuchará y atenderá sus peticiones de manera personal. El objetivo es que aun quienes se oponen al proyecto, reciban inversión del estado en beneficio de sus familias y comunidades.
Gobernador Rubén Rocha Moya tiene exitoso encuentro con líderes indígenas
En esa tesitura, el Gobernador Rubén Rocha Moya atendió en Palacio de Gobierno a un nutrido grupo de gobernadores tradicionales y representantes indígenas. En el aún vigente argot taurino, el mandatario cortó oreja y rabo en su encuentro. Le fue muy bien. Los líderes de los pueblos originarios se dijeron conformes y favorecidos con el trato del ejecutivo estatal.
La mano izquierda del Dr. Rocha Moya se dejó sentir. La diatriba de las voces en contra cada vez es menor. En la foto, las expresiones de los asistentes son no sólo de conformidad sino de alegría. Vienen cosas buenas para los pueblos originarios de Sinaloa.
Lo dicho, las etnias sinaloenses son aguerridas, pero se les nota la viveza en la mirada.