La bienvenida al cambio de gobierno fue un incendio presuntamente provocado en el Baby’O. La antesala del inicio de mandato fue la evidenciada misoginia que impera en los usos y costumbres de varias regiones, particularmente, sobre la venta de niñas, el matrimonio infantil forzado y la violación legitimada por policía comunitaria.

Claudia Sheinbaum tiene toda la razón: Referirse a una mujer por su vínculo con hombres es tremendamente misógino, así se trate los padres, maridos, hijos, jefes o padrinos políticos. Como si el actuar en sociedad fuese propiedad de un patriarca o como si las mujeres estuviesen mutiladas para actuar a nombre propio.

También es cierto que en Guerrero, el machismo es ley. Tan es así que las niñas continúan a la venta; las mujeres que luchan continúan perseguidas y las jovencitas de a pie viven con el miedo de un día ser levantadas por el narco o por la policía, por quien se cruce, y que nadie las vuelva a ver.

Félix Salgado Macedonio es una mancha dolorosa que sigue ejemplificando la impunidad, el amiguismo, la falta de empatía y el peso de los hombres con poder sobre las víctimas sin fuero. Aunque Evelyn Salgado sea mujer y sea la primera mujer en gobernar, tendrá dos grandísimos retos que mostrarán qué tan “ella misma” gobierna y qué tanto cumple el sueño frustrado de su padre:

Combatir a todos los grupos delictivos y desactivar sus cotos de poder

Guerrero dejó de ser el paraíso de los 90′s gracias a la violencia e inseguridad desde hace unos años, sin embargo, desde 2005 la tensión ya crecía y en 2006 estalló el terror. La gobernadora tenía tan sólo 22 años y la confianza de su padre para dirigir el Sistema de Desarrollo Integral para la Familia (DIF).

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Eliminar el manto de la impunidad distinguiendo entre familia y gobierno probablemente será la gran disputa. Aunque en los mensajes de sororidad hacia Salgado incluyan honores por su sexo, no he encontrado un solo ataque en su contra referido a que sea mujer. Todas las críticas serias tienen que ver con ese linaje que retrataba la periodista Anabel Hernández como una red de complicidades, remontándose a un reporte de inteligencia elaborado por el Centro de Planeación, Análisis e información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi) del gobierno de México sobre el periodo de 2012, cuando Joaquín Piedra era identificado como integrante del Cartel de los Beltrán Leyva (CBL) y dirigente del Cartel Independiente de Acapulco (CIDA), la célula delictiva que nació de los Beltrán Leyva, creada por “La Barbie”, Edgar Valdez Villarreal.

Su forma de amenazar y cobrar derecho de piso, de ser violentos hasta el extremo y sembrar el terror con actos como la masacre en Acapulco de 20 personas michoacanas en 2010 y el asesinato de 15 personas en 2011 les dio la fama suficiente como para ser temidos. Félix Salgado Macedonio gobernó Acapulco entre 2005 y 2008, pero su poderío se remonta a décadas anteriores.

Anabel Hernández documenta con sus investigaciones al reporte del Cenapi cómo es que Joaquín Alonso, suegro de la gobernadora Evelyn, actuó con cercanía de Víctor Aguirre Garzón, señalado como líder del CIDA, Carlos Antonio Barragán Hernández mejor conocido como “El Melón” o “La Melona”; Víctor Hugo Galeana, Isidro Juárez Solís, alias “El Kirry”, Benjamín Flores Reyes alias “El Padrino”, un sicario coloquialmente llamado “El Mudo”, y otros. Todos ellos protegidos del poder entre 2006-2008.

Solo de pensar que el Gobierno de ese estado pudiera asumir el uso del monopolio de la violencia en favor de cualquier grupo, me llena de preocupación.

Eliminar la vigencia de cada práctica violenta contra las mujeres

Las legítimas protestas para defender que una persona con al menos 6 acusaciones de violación estuviese lejos de un cargo público no pueden ser objeto de persecución. Durante años, las víctimas directas en Guerrero y quienes las defienden o entrevistan han tenido que desplazarse, silenciarse y distanciarse de sus hogares con tal de mantenerse con paz. No son solamente las niñas y mujeres de la montaña quienes enfrentan atrocidades, prácticamente son todas las mujeres las que viven menor o mayores niveles de violencia. Esa violencia que llega a los niveles de terror incluye las desapariciones forzadas, trata de personas, explotación sexual infantil, matrimonio forzado, secuestro, violaciones, mutilaciones, golpizas y formas de esclavitud.

Suponiendo y sin conceder que los orígenes no definirán el gobierno de Salgado, la primera mesa de paz tendría que establecerse con las víctimas para garantizar que no habrá impunidad, al menos, por lo que a la Fiscalía respecta. El simple hecho de pensar en los vínculos familiares que pueden obstaculizar la objetividad de Evelyn Salgado, es motor de desaliento. Si es que no habrá actos de justicia o esclarecimiento, al menos, debe existir el juramento de la no-persecución ni hostilidad.

Los cargos por sangre o complicidad también son violencia política

Dice el Protocolo para la Atención de la Violencia Política contra las mujeres en razón de género que la violencia política contra las mujeres “comprende todas aquellas acciones u omisiones de personas, servidoras o servidores públicos que se dirigen a una mujer por ser mujer (en razón de género), tienen un impacto diferenciado en ellas o les afectan desproporcionadamente, con el objeto o resultado de menoscabar o anular sus derechos político-electorales, incluyendo el ejercicio del cargo. La violencia política contra las mujeres puede incluir, entre otras, violencia física, psicológica, simbólica, sexual, patrimonial, económica o feminicida”.

Me parece que, en el caso de Evelyn Salgado, no solo se le ha reconocido, sino que justamente por ser mujer, se le ha respetado. Así lo han hecho igual funcionarios que empresarios. Yo me pregunto -y también a la jefa de Gobierno- si es que Evelyn Salgado habría ganado, para empezar, la encuesta interna de Morena si se hubiese enfrentado al senador Macedonio; me pregunto también si es que habría ganado la gubernatura y los adeptos sin un apoyo como el que recibió de la estructura construida por mas de 20 años por La Jornada Guerrero y las organizaciones vinculadas a la familia.

Evelyn Salgado le debe mucho a las feministas, pues ella hoy se sienta en la silla que ocupa gracias a todas las valientes que se atrevieron a alzar la voz. Morena le debe también bastante a todas las guerrerenses pues si por alguna razón, los vínculos personales y privados colocan en riesgo a las activistas, periodistas y mujeres que luchan… habrá fracasado en su misión.

Ningún mensaje será poderoso para las niñas de Guerrero si es que no recuperan la tranquilidad de salir a las calles sin terror. Sin ser idealista, otorgando la justa duda, entre más lejos tenga la gobernadora a su padre, mejor. No solo a veces se gana perdiendo; en ocasiones, se pierde ganando. Que no sea el caso.

Frida Gómez en Twitter: @FridaFerminita