Para poder empezar a redactar esta columna, he estado dándole vueltas en la cabeza a una idea. Mi mente ha ido de un lado al otro, tratando de encontrar “la cuadratura del círculo”. Y no, no necesito recurrir a la metáfora resuelta por Carl Louis Ferdinand von Lindemann en 1882; será más fácil decirlo sin cortapisas: estoy convencida de que hay mucha gente interesada en que le vaya mal al país.
Es bien cierto que los medios de comunicación y las redes sociales nos dan un vistazo de los acontecimientos locales y globales, pero también debemos saber que la realidad siempre distará mucho de lo que un “post” pueda decir.
Para mayor claridad, debemos retrotraemos al año pasado, cuando varios medios y redes sociales intentaron crear artificialmente la “sensación de inseguridad” en el transporte aéreo de pasajeros, magnificando los incidentes ocurridos como si se tratasen de accidentes; y ni modo, aunque no me guste, debo reconocer que hubo consecuencias; afortunadamente no las que ellos hubieran deseado, pero la mella causada en inocultable.
Traigo a cuento un caso, y permítaseme la digresión: hay algo que caracteriza a los países del continente asiático, como Japón o Corea del Sur, y es su obsesión por la perfección. Son extremadamente cuidadosos en sus procesos, y por eso el fatídico accidente sufrido por la aerolínea Jeju Air en la parte sur de la península coreana, desató una “ola de histeria” que ha tomado dimensiones colosales.
Por eso hay que leer entre líneas, y saber qué tipo de publicidad se le brinda a una noticia en torno a una aerolínea, porque no son cosas baladí; uno de los efectos de esta histeria colectiva generó más de 60 mil cancelaciones en dicha línea aérea, pues la gente tiene miedo de volar, aunque esa idea sea más bien irracional.
Lo digo sin empacho, es una actitud carente de razón, y no exagero, lo afirmo con los pelos de la burra en la mano, pues que haya sucedido un accidente, no significa que se vaya a tener otro igual en la misma aerolínea; eso es tener un total desconocimiento de cómo funciona la industria aérea.
Al contrario, cuando pasan este tipo de hechos tan lamentables en que pasajeros y tripulantes pierden la vida, se refuerzan todos y cada uno de los protocolos de seguridad, tanto en tierra como en vuelo. Tengan la certeza que la seguridad que se verifica se hace con mayor profundidad, para que las aeronaves cumplan íntegramente con el mantenimiento correcto requerido para operar, en aras de mantener altos niveles de seguridad aérea.
La aerolínea de bajo costo Jeju Air, recibió 33 mil cancelaciones en vuelos internacionales, y 34 mil correspondientes a vuelos domésticos para los próximos meses. Esto ha obligado a la línea aérea a reducir sus operaciones de forma dramática, por lo menos dentro del primer trimestre del 2025.
Existen diversos ejemplos de aerolíneas que terminan por quebrar después de un accidente fatal, pues ante los usuarios pierden la credibilidad y dejan de ser una opción para viajar. Estuve revisando distintas redes sociales, y pude ver opiniones de la gente que no trabaja en la industria aérea, y aunque no me sorprende, sí es patente que la gran mayoría opina con base en miedos totalmente infundados.
Mención especial merece TikTok, red social en la que los pasajeros suelen grabarse mientras abordan una aeronave, así como durante el vuelo. Ahí pueden comprobar que cualquier ruido que ellos consideren “extraño”, es motivo suficiente para quejarse de lo mala que es la aerolínea.
Hay varios videos hablando de lo “viejo” de los aviones de Viva, eso es falso; en nuestro país afortunadamente estamos muy por encima del promedio mundial de edad en las flotas aéreas. Los aviones de nuestras aerolíneas comerciales tienen un promedio de edad de 10 años, e incluso Aeroméxico ha reducido su métrica a solo cinco años de antigüedad, porque van renovando la flota de manera constante.
Pueden revisarlo, a nivel mundial la antigüedad de la flota aérea promedia los 14 años, y en ese rubro México se posiciona muy bien. Entonces la queja de los aviones “viejos” de Viva es falsa e infundada. Si a los ojos de ciertos pasajeros “no reciben mantenimiento porque les suena todo”, se debe a que desconocen cuáles ruidos son normales dentro de una aeronave; pero es un hecho, grabar un video con quejas sirve mucho para generar tráfico en sus redes sociales.
Desafortunadamente este tipo de comentarios termina permeando en la memoria colectiva de los posibles usuarios, y no faltará el que simplemente repita como una verdad que los aviones de Viva son “viejos”, porque así lo vio en un video de TikTok. Y no habrá poder humano que le haga entender que está repitiendo una falacia.
Lo mismo pasa con el caso de la antigua Mexicana de Aviación. Hasta la fecha se sigue reiterando con total impunidad que la aerolínea quebró por una huelga de los trabajadores, y eso es una creencia completamente falaz.
Ninguno de los trabajadores agremiados a la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación de México (ASSA), a la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA), al Sindicato Nacional de Trabajadores de Transportes, Transformación, Aviación, Servicios y Similares (SNTTTASS), ni tampoco los trabajadores de confianza al servicio de Compañía Mexicana de Aviación, ¡jamás estallamos una huelga!; fue el gobierno de Felipe Calderón -a través del prestanombres Jorge Gastelum Miranda, primo de Santiago Creel, en entonces Senador de la República-, quien dio la orden de bajar la cortina de la aerolínea.
Quienes sí estallaron una huelga -misma que ya concluyó con un laudo emitido por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA)- fueron los trabajadores de Interjet (ABC Aerolíneas), agremiados en la Sección 15 de la Confederación de Trabajadores de México (CTM). Dicho laudo condena a la familia Del Valle, dueña del 95% de las acciones de la aerolínea, a pagar más de 3 mil millones de pesos.
Actualmente, ¿cómo va a “despegar” la nueva Mexicana con la campaña de desprestigio en su contra? La publicidad es algo fundamental dentro de la industria aérea; una buena publicidad genera confianza en el usuario, y la mala consigue que la gente no quiera volar contigo.
Antes de la llegada del internet y de las redes sociales, más que comprar publicidad en medios de comunicación tradicionales, la antigua Mexicana le apostaba muchísimo a la publicidad “de boca en boca”; era la manera más efectiva de convencer a la gente de enamorarse del servicio brindado por la aerolínea.
Hoy por hoy las aerolíneas le apuestan todo a las redes sociales y a los “influencers” para que la gente viaje con ellos, y por eso se dedican a crear historias positivas de cómo los trataron.
De hecho en la actualidad diversos “influencers” participan e intervienen para potenciar los viajes en avión y cada empresa aérea promueve estas “colaboraciones”. La publicidad en medios tradicionales quedó atrás, y es mucho más potente el mensaje si un personaje popular te recomienda viajar por cierta aerolínea.
Por eso no dudo ni un ápice que personajes obscuros, que no pertenecen a la industria aérea, pero con una marcada agenda en contra del actual gobierno, sean los primeros en generar una campaña negativa en torno a la Aerolínea del Estado Mexicano, comercialmente llamada Mexicana de Aviación.
Son personajes dedicados diariamente a generar tráfico en redes sociales con posteos negativos; todos los días hablan del “fracaso” del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y de lo mala que es la aerolínea “del bienestar” como llaman despectivamente a Mexicana.
Todo esto genera desconfianza en el usuario, y por ende no ven a la nueva Mexicana de Aviación como una opción viable para viajar, ya sea ahora por el tema de la reestructura que están pasando, o por magnificar que había vuelos con muy poco pasaje.
Pero esto es consecuencia de la mala publicidad, cuya meta es que fracase la nueva aerolínea, a como dé lugar. Hay gente que no se cansa de decir un día sí, y otro también, que la empresa ya “quebró”. En esas circunstancias es muy complicado lograr un buen posicionamiento mediático, con una campaña negra en contra, publicada diariamente.
No hay línea aérea que lo aguante, por eso todas las aerolíneas comerciales del país priorizan una buena opinión en medios y redes sociales, porque la imagen importa, y mucho; es un factor decisivo para tomar un vuelo o no.
Como dicen en la península ibérica, “lo he dicho por pasiva y por activa”, pero su campaña de desprestigio no afecta a Claudia Sheinbaum, ni a los políticos que hoy integran a la 4T; quien va a terminar pagando estos platos rotos es la clase obrera, que ya pasaron las penurias de quedarse sin empleo cuando bajaron a la antigua Mexicana, o los que se quedaron con una mano adelante y una atrás con el cese de operaciones de Interjet.
Un terrible golpe para todos aquellos que hoy han encontrado en la nueva empresa del gobierno la manera de seguir trabajando en lo que más les gusta: la aviación.
Es a ellos a los afecta esta campaña negra en medios de comunicación y redes sociales, y terminará lanzándolos de nueva cuenta al desempleo, cortando sus alas una vez más, porque resulta que es más “negocio” golpear a los políticos, en lugar de apoyar a una línea aérea que sí hace falta. Nuestra aviación es pequeñísima a nivel mundial, y claro que hay mercado para más competencia.
Cierro con esto, la buena publicidad es vital para un buen manejo de una línea aérea, luchar contracorriente no es nada fácil, peor aun cuando hay políticos de la oposición a los que se les va la vida en generar publicidad negativa.
X: @xime_garmendia