Con una asistencia relativamente pequeña de aproximadamente 3 mil personas, se realizó este domingo pasado el mitin “Rage Against the War Machine”, en contra de la guerra entre Ucrania y Rusia, donde el país gobernado por Zelenski ha recibido abiertamente ayuda bélica y económica de los Estados Unidos.

Mientras que según informes recientes dos terceras partes de la población norteamericana vive al día ante la inflación y el estancamiento de los sueldos, y cada vez más personas viven en las calles de las principales urbes estadounidenses, la administración de Biden envía dinero a raudales a Ucrania, incluso el presidente de EU realizó una visita “sorpresa” a Zelenski, quién ha encabezado la destrucción y privatización de su país provocando una guerra que será incapaz de ganar.

Los participantes en la manifestación contra la guerra, realizada en Washington con algunas reuniones en otras ciudades fueron una combinación de personajes libertarios, cómo el racista ex aspirante presidencial Ron Paul, así como periodistas tales cómo Max Blumenthal, Anya Parampil y Chris Hedges, lo que queda de la izquierda completamente marginada de los medios corporativos de EU.

La reunión parece incongruente y lo es, pero es lo que hay. Un siglo de antisocialismo y macartismo han causado estragos y el movimiento antibelicista en EU ha estado prácticamente extinto desde hace dos décadas, cuando apareció en oposición a la ilegal guerra en Irak y Afganistán de George Bush.

No me parece que esta protesta será suficiente, pero por algo se empieza. Veamos si trasciende más allá de lo anecdótico.