En Doha, Qatar, se llevó a cabo la 78ava Asamblea General Anual de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), patrocinada en esta ocasión por la aerolínea Qatar Airways. A ella asistieron cerca de 240 aerolíneas de todo el mundo, y contó con la presencia de más de 750 delegados, quienes se encargaron de discutir la situación actual por la que atraviesa la industria aeronáutica, así como las tendencias mundiales.
La reunión tuvo una duración de tres días, y el tema principal fue la recuperación de la industria tras la pandemia, y evitar que esta se vea amenazada por distintos factores externos. Se reconoció que en algunas rutas aéreas la capacidad ya se encuentra a niveles previos de la pandemia, incluidas las que enlazan Europa con América Central; Oriente Medio con América del Norte y esta última con América Central.
Felizmente han tenido un crecimiento 78.7%, según palabras de Willie Walsh, director general de la IATA. De acuerdo con él, “las aerolíneas se enfrentan a desafíos como los altos precios del petróleo, la guerra y la inflación, por lo que la reunión de Doha será una oportunidad para que el sector haga balance de los retos económicos que tiene por delante”.
Retrasos y canciones en los vuelos de Europa
Para todos los asistentes, una de las principales preocupaciones es, sin duda, el problema respecto a los retrasos y cancelaciones que están padeciendo algunas partes del sistema europeo, como lo hemos podido varios constatar en distintos post de pasajeros en sus redes sociales, quejándose de las largas filas, las largas horas para poder acceder a la terminal aérea, o del caos que se tuvo este fin de semana en la Terminal 2 del aeropuerto londinense de Heathrow, donde pudimos observar con asombro un mar de maletas esperando ser documentadas.
El tema está candente, pues la falta de personal ha afectado a grandes compañías del ramo, como la alemana Lufthansa que se ha visto empujada a cancelar vuelos; también KLM ha vivido el caos que impera en la terminal de Schiphol (Amsterdam); y ahora con la huelga que enfrentan en Bélgica, el aeropuerto de Bruselas ha anunciado que cancelan los vuelos de salida y sólo estarán recibiendo llegadas.
En esa misma altitud, tenemos en el horizonte una huelga de pilotos, los de Air Brussels -propiedad de Lufthansa- que han roto las negociaciones y presentado una convocatoria de huelga indefinida, aunque sin una fecha específica todavía para estallarla.
A esto hay que sumarle en el futuro cercano se vislumbra otro conflicto laboral: los pilotos de Air France y Transavia convocan a huelga el 25 de junio, y ¿cuál es la razón de ellos? Pues para denunciar la falta de personal, que deriva en un cansancio prolongado y riesgos de seguridad.
Así como la huelga anunciada también por los sindicatos USO y Sitcpla en Ryanair, para los días 24, 25, 26 y 30 de junio y 1 y 2 de julio. La aerolínea Ryanair cuenta con diez centros de trabajo en España situados en Madrid, Barcelona, Málaga, Alicante, Sevilla, Palma de Mallorca, Valencia, Girona, Santiago de Compostela e Ibiza.
Allá como aquí, también se cuecen habas, pero definitivamente con otros bríos. En nuestro país tenemos el ejemplo de pilotos y sobrecargos de la empresa Transportes Aeromar, S.A de C.V., que llevan ya varios años con un emplazamiento a huelga, pero que lo único que han hecho es literalmente, “patear” la fecha del estallamiento una y otra vez.
No es casualidad, desafortunadamente en nuestro país, eso de irse a huelga es muy mal visto. Lo he dicho antes, y lo vuelvo a decir ahora: mientras los pilotos de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) se sientan cuasi empresarios, más que trabajadores, no considerarán a la huelga como herramienta legal que se le otorga a los trabajadores para exigir el cumplimiento de sus contratos colectivos, tal como estipula nuestra Ley Federal del Trabajo.
En cambio, los sindicatos europeos saben a la perfección cómo funciona esta maravillosa herramienta y además de todo, sabe lo que valen como trabajadores dentro de la cadena de producción de la industria aeronáutica. Tan importante son que la IATA, dentro de su reunión en Doha, habló precisamente de esta problemática.
Trabajadores aéreos reclaman un mejor sueldo
Por un lado, la falta de trabajadores para ocupar las plazas, por lo bajo de los salarios; por el otro, trabajadores agotados que reclaman un mejor sueldo ante el desgaste extraordinario que enfrentan. Tan sólo en Europa, alrededor del 69% de los vuelos salen demorados.
El asunto es grave, pues los tiempos juegan en contra. Para el reclutamiento de personal se requieren entre 2 a 6 semanas, por lo que una propuesta es que los gobiernos ayuden a ello, por ejemplo, reconociendo la habilitación de seguridad mutuamente, para que un empleado en un país europeo pueda trasladarse para hacer el mismo trabajo en otro, de la Unión Europea, sin demora.
Sin embargo, estas medidas son apenas paliativas, pues desplazar mano de obra de un lugar a otro, con un salario nada atractivo, y teniendo que cambiar de residencia afrontando los gastos que ello conlleva, simplemente no es negocio.
Ahora, con respecto a nuestro país, la IATA habló sobre el AIFA, cuyo éxito estará estrechamente vinculado al plan de movilidad terrestre de la CDMX, a través de vialidades y transporte, esto en palabras de Peter Cerdá, vicepresidente regional de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) para las Américas.
El funcionario añadió que las aerolíneas sí han manifestado su interés por aterrizar en el nuevo aeropuerto, pues observan que dicha terminal aérea tiene un gran potencial, pero que el mismo está concatenado a la conectividad terrestre.
En este punto debemos insistir que según informes recientes de la actual administración, el tren suburbano estaría operando a finales de año. Lo cual hace interesante el tipo de movilidad que se pueda tener, como en otros aeropuertos, que se puede acceder a ellos en metro.
La IATA pide no “coaccionar” a las aerolíneas por el AIFA
Finalmente, Peter Cerdá expresó que el actual gobierno no debe “coaccionar” a ninguna aerolínea a usar el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), sino que la migración a dicha terminal tendrá que ser de manera orgánica. Yo no dudo que así será, pero faltan obras para que las empresas “palpen” el potencial que tiene e AIFA.