La prensa, más libre que nunca
A diario leemos en los diarios mexicanos —o los escuchamos en los noticieros de radio— muy fuertes comentarios contra el presidente AMLO y su familia. La mayoría no son objetivos y, de plano, no pocos simple y sencillamente son calumnias e insultos. Enseguida algunos ejemplos:
1.- Sergio Negrete Cárdenas, en El Financiero, ha insultado a AMLO todas las veces que ha querido. Lo ha llamado “mendigo con visión aldeana”, “enloquecido”, “corrupto”, “dictador”. Nadie ha molestado al señor Negrete.
2.- Javier Sicilia, en Proceso:, comparó al presidente López Obrador con Hitler. Don Javier sigue siendo uno de los articulistas principales del semanario fundado por Julio Scherer.
3.- Jorge G. Castañeda, en Nexos, ha pedido que Estados Unidos intervenga en México. Que yo sepa no se le ha acusado de traidor a la patria… ni se le acusará porque la libertad de expresión es sagrada.
4.- Francisco Martín Moreno, en Reforma: “AMLO desprecia a la Constitución, a la sociedad, a la prensa libre, a los Poderes de la Unión, a la oposición, a los organismos autónomos, desprecia la salud de los gobernados, la vida de los pequeñitos enfermos de cáncer, a las mujeres”. Lo publicó una vez y lo repite y repite y repite. Nadie le ha impedido que ejerza su libertad de esa manera.
5.- Héctor Aguilar Camín, de Milenio, llamó “pendejo” al presidente López Obrador. Se vio muy vulgar el escritor al ofender a AMLO; si así lo decide, seguirá insultando al titular del poder ejecutivo sin que le pase nada.
6.- Pablo Hiriart, El Financiero: “El pacifismo de AMLO es mentira. López Obrador no es pacifista. Se identifica con Putin y recurren al mismo tipo de mentiras para invadir Ucrania o destruir México”. Don Pablo seguramente cobra muy bien por sus artículos. El Financiero le paga por sus opiniones tan hostiles al presidente de México, felicidades. El gobierno no se mete en eso.
7.- Mario Maldonado, en El Universal, ha metido a la esposa de AMLO, Beatriz Gutiérrez Müller, en toda clase de intrigas en las que evidentemente ella no participa. Es de mal gusto lo que ha hecho el señor Maldonado, pero en Palacio Nacional a nadie se le ocurre pedir que se le censure.
8.- Ricardo Alemán, en La Silla Rota: “¡El dictador AMLO, aquí las pruebas!”. Don Ricardo alguna vez vez llamó en Twitter a asesinar al presidente de México. Lo despidieron algunos medios por elemental sentido de la responsabilidad y para no ser cómplices de semejante insensatez, pero lo contrataron otros. Ojalá siga escribiendo, aunque sería deseable que ya no diseñase planes para asesinar ni al presidente ni a nadie. Pero si lo vuelve a hacer, que lo haga: la libertad de expresión da para eso y para más, y el actual gobierno no exigirá que se le castigue.
9.- El monero Calderón, en Reforma: “El presidente viola la ley que juró cumplir”. Es mentira, pero es la opinión del caricaturista, quien ha recurrido muchas veces a los insultos contra AMLO. Nadie se lo impide y es probable que inclusive haya sido premiado con aumentos de honorarios en el diario en el que colabora.
10.- Carlos Loret de Mola, en El Universal: “Presenciamos la faceta más violenta y disparatada del hombre más poderoso de México”. Loret ha dicho más más falsedades contra el presidente López Obrador y su familia, y conserva sus buenos ingresos por colaborar en tres medios de comunicación distintos en los que se le apapacha.
11.- Templo Mayor, en Reforma: “Hoy ES el 22 del 2 del 22, así que es un buen día para que Andrés Manuel López Obrador saque de nuevo su pañuelito blanco... pero para limpiar el cochinero de corrupción que hay en su gobierno”. Elegante expresión periodística esa de “cochinero”, pero en la columna más importante del diario de la familia Junco se le han dicho cosas peores al presidente. Sus editores, si quieren, sin que se les moleste de verdad, subirán el tono todo lo que exijan sus lectores que no simpatizan con la 4T.
12.- Chumel Torres, de Radio Fórmula, ha calumniado e inculpado inclusive al hijo menor de edad de AMLO. ¿Ha perdido Chumel, su trabajo? Por supuesto que no, y hasta podría ser que en las renovaciones de su contrato haya conseguido incrementos sustanciales en sus honorarios.
13.- Joaquín López-Dóriga, de Milenio y Radio Fórmula, cuestiona a AMLO diariamente cuando a los presidentes anteriores no los tocaba ni con el pétalo de la rosa. Ocurre así por dos razones: porque Joaquín aprovecha una libertad de expresión mayor en el actual gobierno que en los anteriores, pero sobre todo se debe a que antes le pagaban para ser como era, y ahora le pagan menos.
14.- Raymundo RIva Palacio, en El Financiero, inventa lo que se le antoja sobre el presidente de México.
15.- Las redes sociales. En Twitter, Facebook, etcétera, se calumnia e insulta cada segundo al presidente López Obrador, a su esposa y a sus hijos.
La reacción de AMLO: de respeto a los medios, pero expresando su propio punto de vista
Las difamaciones, las mentiras, las ofensas Andrés Manuel las lee, las escucha, las analiza. ¿Qué hace para defenderse? Ejercer la libertad de expresión existente en México para criticar a quienes le critican. Un sano debate que la comentocracia utiliza para victimizarse y acusar de represor a un presidente que solo responde, con absoluta civilidad, en los mismos términos en que se le cuestiona.
Porque lo otro, lo más importante, no fue defensa, sino una simple y muy justa medida de austeridad: reducir fuertemente la cantidad de dinero que los anteriores gobiernos entregaban a medios y a periodistas para tenerles felices y, por lo tanto, en general más que moderados en sus críticas al poder presidencial.
No le hagamos al Tío Lolo, eso, la disminución en el gasto en publicidad oficial es el origen de la histeria de la prensa mexicana.
El error de AMLO: redactar un comunicado sin asesoría de la SRE
No tenía por qué acordarse AMLO de que México firmó un acuerdo con la Unión Europea que autoriza al Parlamento Europeo —cito al excanciller Jorge Castañeda— a revisar y discutir “la situación de la democracia y de los derechos humanos en México”. Es decir, la Eurocámara no cayó en falta al aprobar una resolución para exigir al gobierno mexicano proteger a periodistas.
Otra cosa es que el Parlamento Europeo esté muy mal informado, pero... la culpa no es de los eurodiputados y las eurodiputadas, sino de la cancillería mexicana que no ha hecho su trabajo.
EL hecho es que el presidente López Obrador no recordó el acuerdo con la Unión Europea, y entonces redactó una poco adecuada respuesta a la Eurocámara.
Como un presidente tiene demasiadas ocupaciones, lo prudente en estos casos es recurrir a sus colaboradores y asesores. Si hubiera consultado con Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, este copn toda certeza le habría dicho al AMLO que el tono de la respuesta debía ser otro ya que no hubo injerencia indebida.
Ebrard también le pudo haber recordado a AMLO —para que el presidente no cayera en imprecisiones— que no era la primera vez que el Parlamento Europeo emitía una resolución hostil a los gobiernos mexicanos. Cito de nuevo a Jorge Castañeda:
√ La Eurocámara “emitió resoluciones sobre la rebelión en Chiapas en enero de 1994″.
√ “De nuevo sobre Chiapas en enero y febrero de 1995″.
√ “Sobre Chiapas y Aguas Blancas en julio de 1995″.
√ “Sobre asesinatos de mujeres en México y Centroamérica en octubre de 2007″.
√ “Sobre la escalada de violencia en México en 2010″.
√ “Sobre Ayotzinapa en octubre de 2014″.
Ebrard, si hubiera sido consultado antes de que el presidente redactara su respuesta a la Eurocámara, pudo haberle dicho a AMLO que no dijera, porque es falso, que la misma guardó “silencio cómplice” en relación a hechos ocurridos en los anteriores gobiernos.
De gran utilidad habría sido Marcelo Ebrard para el presidente López Obrador… si este hubiera escuchado a su canciller. Pero no lo escuchó, y muy probablemente ni siquiera lo consultó.
¿Para qué sirve Ebrard?
La gran pregunta, sin duda, es para qué carajos sirve Ebrard si en los momentos importantes ni siquiera se le toma en cuenta. La respuesta es que don Marcelo no está sirviendo para nada verdaderamente importante.
Andrés Manuel ha sido un gran presidente, no tengo la menor duda. Pasará a la historia por sus transformaciones que harán de México un país más justo y más libre, pero…
Hasta los grandes campeones fallan en algún momento. Usaré una frase beisbolera para darle gusto al presidente AMLO: Pancho González, dueño de Milenio, decía que hasta Babe Ruth se ponchaba. Hoy, en la etapa final de la vuelta ciclista París-Niza el súper favorito, Primož Roglič, quien llegó a la etapa final con una gran ventaja, casi pierde porque no su cuerpo nomás no respondía en una de las tantas cuestas; sin la ayuda de su compañero Wout Van Aert no habría podido con el británico Adam Yates.
Dijo el locutor de ESPN: “Roglič era humano”. Y es que, lo sabe a la perfección el querido presidente López Obrador, errare humanum est. Su equipo de colaboradores ya asesores está, precisamente, para evitar que el gobernante falle lo menos posible.
Desde luego, para que el presidente consulte a sus subordinados debe confiar en que son competentes y leales. Si no los consulta, significa que desconfía o, peor aún, que no los tiene en la cabeza cuando los problemas se presentan.
No creo que Andrés Manuel vaya a despedir a Marcelo Ebrard. Es este el que, para ayudar a su jefe, debería irse del gobierno o solicitar que se le transfiera a otra dependencia, de tal modo de que el presidente tenga en la cancillería a alguien más cercano, alguien con quien dialogue más, alguien en quien sí piense cuando las crisis aparezcan.
No es que Ebrard sea un florero: es que, cuando sí se le necesita, parece no existir.