El día de antier, lunes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), desde su cuenta oficial en “X”, a las 14:18 hrs., publicó una carta de la ministra presidenta, Norma Lucía Piña, y del resto de los diez ministros, en la que felicitan a la doctora Sheinbaum por haber ganado la presidencia de la República.
Esta carta puede calificar como el error más delicado de la Corte, en muchos años. No porque la señora Sheinbaum no ganase la presidencia. El error consta en que la propia Corte expresamente violó la Constitución Política, que juraron cumplir. Y es que esta señala en su artículo 99 que:
“El Tribunal Electoral será… la máxima autoridad jurisdiccional en la materia (electoral) y órgano especializado del Poder Judicial de la Federación…
“La Sala Superior realizará el cómputo final de la elección de presidente de los Estados Unidos Mexicanos, una vez resueltas las impugnaciones que se hubieren interpuesto sobre la misma, procediendo a formular, en su caso, la declaración de validez de la elección y la de presidente electo respecto del candidato que hubiese obtenido el mayor número de votos.”
Así, es al Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal (TEPJF) a quien corresponde darle a la Sra. Sheinbaum el título de “presidenta electa”, pero – la Corte- saltándose: los cómputos que apenas hará el INE, las impugnaciones de los partidos y sobre todo la revisión judicial de la elección que hará el tribunal especializado, ya invistió de presidenta a la candidata de Morena, PV y PT.
En su carta, la SCJN, hace las siguientes aseveraciones: “Usted ha sido elegida la próxima presidenta de México”, “… primer mujer que encabeza el Poder Ejecutivo Federal”. “Le extendemos una sincera felicitación”.
No cuidaron las formas en la SCJN. ¿Qué trabajo les costaba -luego de leer el artículo antes referido- felicitarla, pero agregar “a reserva de lo que defina el Tribunal Electoral”? Pero no. Incumplieron la Constitución, violaron la ley y anularon a su propio Tribunal Electoral.
Esto es delicado. El error no lo hizo una cámara empresarial, un sindicato, un medio de comunicación, lo hizo el máximo tribunal de nuestro país y todos sus integrantes profesionales muy respetables. A varios de hecho les admiro su trayectoria y sentencias. Pero hasta el Presidente López Obrador ha sido más cuidadoso que ellos, al señalar que no se reuniría con la Sra. Sheinbaum hasta que tuviera la constancia del Tribunal Electoral.
¿Qué le pasó entonces a la SCJN? Información recabada apunta a que Natalia Reyes Heroles, secretaria general de la presidencia de la Corte, presentó al Pleno, el lunes, una propuesta de comunicado. Los ministros, todos, lo ajustaron para salir con lo publicado.
El comunicado denota a que en la Corte están muy preocupados con la súper mayoría que tiene Morena en ambas Cámaras del Congreso. Con esta, Morena puede llevar a cabo una serie de reformas que podrían desaparezca a la actual Corte, tal y como en su momento lo hizo el presidente Zedillo, en 1995.
Tienen razón en estar preocupados, pues de toda la agenda de los candidatos a la presidencia, las reformas a la Corte y al Poder Judicial Federal fueron el único consenso que tuvieron. La Corte ha tenido un valor importante en el desarrollo democrático y económico del país. En buena parte por ello, los ataques de la 4T. Pero en esta coyuntura “tirarse al piso” para quedar bien con la 4T y dañar su investidura es lo peor que pueden hacer. El verse débiles, frente a los partidos políticos. Esto sólo les hace ser más apetecibles y les convierte en presa fácil.
Tienen que darse cuenta de que la caída en los mercados y el desplome del peso tienen que ver con la preocupación nacional e internacional que hay por la falta de contrapesos. Esto luego de la declaración del presidente, del lunes en la mañanera, de que le interesaba avanzar la reforma judicial.
A los ministros les toca jugar un papel digno y apegado a derecho para donde sea que les lleve el destino político en este país. Son nuestros máximos jueces y esperamos, todos, más de ellos. Hasta en su última sentencia deben de cuidar las formas. De lo contrario, ellos mismos rompen los contrapesos que durante años el país tardó en construir. Contrapesos que siempre son necesarios y ahora algunos quieren destruir. Que la Corte no sea la primera en romper estos.