El futbol mexicano va en picada, y lo peor es que no se avisora un fondo:

- NO límite de extranjeros en liga doméstica.

- NO descenso/ascenso.

- Abandono de fuerzas básicas (salvo el Pachuca).

- Embudo para que los jóvenes talentos debuten, por exceso de extranjeros en equipos mexicanos.

Las columnas más leídas de hoy

- Ausencia de PASIÓN por el futbol (tipo Carlos Vela, Chicharito y otros más) y nula disposición, por ende, a sacrificio alguno.

- La modita que se le introdujo a las mentes del futbolista mexicano, con el sofisma de que emigrar por emigrar, a cualquier equipucho de Europa (sacrificando sueldo), equivale a haber triunfado en sus respectivas carreras. Hoy sólo dos en el extranjero valen la pena (Edson Alvarez y Johan Vázquez), los demás, perdieron el nivel que tenían antes de partir.

- Unos directivos títeres de dueños rapaces y transas (con honrosas excepciones) que utilizan el futbol para negocios ‘lindos’, como el lavado de dinero, la evasión fiscal y más. Esos directivos son un pentatleta, un político prianista caído en desgracia y un ejecutivo del mundo del espectáculo; en países potencia (y los no tanto) son gente 100% de futbol.

Pero el paroxismo de la burla a la afición es el mensaje que vía redes sociales, luego del fracaso histórico, enviaron: que la Selección fue a Copa América a “aprender y a empoderarse”. No señores, a un torneo de esa envergadura se va con lo mejor que se tiene y no a experimentar, menos a eso de “empoderarse”, que se supone que ambas cosas al ser profesionales se dan por sentadas.

Aquí, el único sector que conforma nuestro balompié que se debe empoderar es la afición. ¿Cómo?:

- Dejando de consumir el estiércol caro que nos vende el futbol nacional.

- No siguiendo los partidos de la liga ni de la Selección por televisión, redes sociales y/o cualquier medio.

- Dejar los estadios lo más vacío que fuese posible, tanto en liga cómo los ‘moleros’ de la Selección en los Estados Unidos, donde a los paisanos que allá trabajan y viven, les ROBAN, aprovechándose de la nostalgia y el amor a su país.

Si la afición mexicana se lograra EMPODERAR, sin duda habría presión para efectuar los cambios (así como en política hemos venido despertando los mexicanos). Pero si no la hubiera, si no existe esa conciencia y se sigue consumiendo mierda, pues se alimenta a ese sucio círculo, con la natural consecuencia de ser la burla del resto del mundo, y ahí les encargo el desastre que ya se avisora en el próximo Mundial a celebrarse en casa en el año 2026.