Hace apenas unas semanas, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés) incrementó su tasa de Fondos Federales en 25 puntos base, llegando a un nivel de 50 puntos base o del 0.50%. Posterior a esto, existió un incremento de la tasa de interés de referencia por parte del Banco de México en 50 puntos base, llegando a una tasa del 6.50%.

Estos incrementos en las tasas de interés de referencia no son fortuitos; se estimaba que los ajustes ocurrirían debido al problema inflacionario originado por las presiones por costes a nivel mundial a partir de la pandemia por Sars Cov 2. Incluso existe el debate de que estos cambios, de hecho, debieron de haber ocurrido antes. Sin embargo, lo hecho, hecho está. De acuerdo con los últimos resultados proporcionados por el INEGI, se estimó un incremento de la inflación mensual del 0.99%, logrando así un incremento anual del 7.45%; siendo este el nivel más alto reportado en los últimos 21 años. Si bien en México presentamos niveles elevados de inflación en comparación a los últimos 21 años, lo que hay que comprender es que no es un fenómeno meramente “nacional”, si no que es un fenómeno extendido a nivel mundial que está afectando a la gran mayoría de países. Principalmente a los países mas desarrollados, como Estados Unidos.

México es un país dependiente comercialmente de sus operaciones con Estados Unidos, por lo que se estima que importa gran parte de la inflación proveniente de los Estados Unidos, principalmente por la importación de productos terminados o intermedios. El grado de correlación existente entre el comportamiento de nuestras economías así lo demuestran. Si bien el problema generalizado de la inflación no es una situación provocada de manera interna, sí resulta necesario que la autoridad monetaria continue buscando e implementando estrategias para controlar, o al menos mantener a raya, los incrementos de precios. Se estima que los niveles de inflación sigan incrementándose en lo que se siguen ajustando las condiciones de la “nueva normalidad” en las economías. Por lo tanto, no resultaría extraño que se sigan teniendo noticias de más incrementos en las tasas de referencia, al menos en lo que se termina el ajuste de costos.

Jorge Alberto Nájera Salmerón en Twitter: @JansNajera

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