Como la ley de Lavoisier, que en su principio de conservación de la masa establece “la materia ni se crea ni se destruye, sólo se transforma”, para 2030 el PRI se transformará en el PVEM.

Los priistas no pueden dejar que solamente muera el PRI porque su destino de destrucción y desaparición podría ser el mismo para ellos, sin embargo sobre el partido ha caído una estrategia perfectamente orquestada, de un grupo de impresentables que justifican expulsiones o renuncias de los militantes y que se han prestado al obradorismo para presentarse como víctimas, redentores o como los políticos que México necesita.

Y para poder hacer esto, se necesita un villano, un cínico al que no le importe más nada que cumplir con las instrucciones y haga lo necesario para justificar que miles de priistas se vayan a otros partidos políticos. Ese malhechor tiene nombre y apellido, Alejandro Moreno Cárdenas (Alito).

El PRI se empequeñece

Actualmente más del 85% de los militantes, funcionarios públicos, gobernadores y legisladores de Morena son expriistas.

Cuando en 2018 el PRI quedó en tercer lugar en la elección presidencial y con minoría en el Congreso, fue la confirmación de que el partido que gobernó por más de 70 años el país ya no tenía remedio. Una buena parte de dirigentes y políticos priistas ya habían iniciado su transformación sumándose a Morena.

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Claudia Ruiz Massieu, sobrina de Carlos Salinas de Gortari, fue la primera que trató de destruir al PRI para justificar su cambio de partido, pero sin estar dispuesta a ser la política que cargara con todo el desprestigio de sus compañeros y de sacrificarse para que el grupo de su tío se reposicionara en otro partido para volverse encumbrar, se buscó a un buen empleado, cínico y sin escrúpulos, alguien dispuesto a representar toda la porquería de esos políticos que hoy ya están en Morena ¿quién mejor que Alito?

Como lo describió la exgobernadora de Yucatán, Ivón Ortega, el campechano se prestó al juego de AMLO desde un inicio, narró que Alito le confesó que su candidatura ya estaba pactada con Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador: “Me dijo que no me inscribiera porque ya estaba definido (...) que él fuera el presidente del partido”.

Alito

Con Moreno el PRI ha tenido los peores resultados, particularmente en esta última elección y aun así lo reeligieron como su dirigente. El peso político del PRI prácticamente es nada, sin embargo, las historias de terror de Alito y el PRI siguen siendo noticia de primera plana con la que justifican a AMLO, Morena y a todos los priistas que se fueron para allá.

Ahora la nueva labor de Alito es justificar que priistas como Manlio Fabio Beltrones, salinista de hueso colorado, hermano político, compadre y amigo de mil batallas de Ricardo Monreal, tenga una salida digna del PRI que lo catapulte a otro partido: el PVEM.

¿Por qué el PVEM y no Morena?

Parece que Morena tendrá una vida corta, el triunfo incuestionable de Claudia Sheinbaum en las elecciones pasadas le da todo el poder. La presidenta electa ya no depende de AMLO, ni de los grupos del priismo incrustados en Morena, lo que hace que tenga libertad sobre el tabasqueño.

Pero, para poder mantener el control con sus aliados de siempre, los priistas van a empoderar al PVEM que, a la mala, ya es la segunda fuerza política del país.

En el PVEM, que fuera creado por Salinas junto con el PT para ser respaldo y comparsa del PRI, ya está todo el grupo Atlacomulco e importantes priistas y expriistas y para muestra, está el sainete que protagoniza Beltrones. Vale recordar que Manlio Fabio fue parte de quienes crearon el PVEM y con quienes ha hecho muchas alianzas, su yerno, Pablo Escudero fue senador y uno de los dirigentes del partido.

Ayer, junto con el albazo atroz de Alito para mantenerse en la dirigencia nacional del PRI, se nombró al más allegado de Beltrones como coordinador de los senadores, el ex alcalde de Acapulco, Manuel Añorve Baños. Hoy se dice que la bancada decidió, en un acto inexplicable, no admitir al sonorense en su bancada por el solo hecho de haber cuestionado al impresentable de Alito.

El comunicado del PRI decía: “El senador Beltrones queda en libertad de unirse a cualquier otro grupo parlamentario, y en ningún caso sus dichos, declaraciones, votos o posicionamientos representan a la bancada del PRI ni al partido”.

¿Cuánto tiempo tardará Beltrones en saltar al PVEM y con él, una buena parte de la militancia que aún le queda al PRI, para desde ese instituto tratar de influir o controlar a la presidenta?

Morena reviviría al PRI para simular competencia pero al final son más de lo mismo.

X: @diaz_manuel