Me parece increíble cómo es que el dinero puede cambiar a las personas. Entiendo que todos tenemos necesidades y urgencias que solventar, pero en verdad la gente cambia por el dinero y cuando hablo de “cambiar” cambian todo: manera de pensar, manera de hablar, ideología, relaciones interpersonales, etc.

No estoy tan segura de que este haya sido el caso del cambio abismal que dio el ministro en retiro Arturo Zaldívar.

A veces puede ser también que alguien le esté pagando por su silencio. O puede ser que sean las dos cosas.

Les diré que una vez que arrancó la pesadilla de la cuarta transformación en el 2019, uno de los personajes que fue tomando forma por decente y recto fue el aquel entonces ministro Arturo Zaldívar. Me parece que lo que hacía era de admirarse. Se le veía un hombre con muchísima rectitud, honorable, imparcial, objetivo y justo.

Esa fue la imagen que se fue formando en mi cabeza de él.

Para entonces saber que existía el ministro Zaldívar daba esperanza ante la cantidad de errores que iba cometiendo el presidente al querer gobernar este hermoso país... De pronto vino un primer cambio.

Pero antes de eso remontémonos al pasado:

Fue el ex presidente Felipe Calderón quien propuso al ministro en retiro Zaldívar para asumir el cargo del máximo tribunal de justicia en el 2009.

El 2 de Enero del 2019 fue elegido como presidente de la Suprema Corte de Justicia. El 07 de Noviembre del 2023 renunció a través de una carta publicada en la red social X, la cual fue recibida y aceptada por el presidente López Obrador.

El mismo día de su renuncia , por la tarde Claudia Sheinbaum ya publicaba una foto con él en su cuenta de X diciendo que trabajarían juntos por amor al pueblo. Ni 24 horas habían pasado.

Hubo un momento en el que estoy segura el ex ministro intentó postularse para algo, no sé exactamente para qué y no estoy segura de ello es mera especulación mía, pero casi puedo asegurarles que soñó ser presidente de México. Tenía la tablas y la experiencia y además no tenía tan mala fama, no tan mala como tantos otros.

Por lo que de un día para otro empezó a grabar videos en TikTok muy bizarros. Queriendo entrar en el mundo de los jóvenes, salió bailando y haciendo una serie de cosas innecesarias, tales como que se creó una imagen de ultra fan de Taylor Swift, lo que se conoce como los “swifties”, tanto fue así que hasta se grabó bailando y cantando en uno de sus conciertos dados en México.

Yo no le creí nunca absolutamente nada. No le compré que fuera ultra fan de ella pero era una manera de conectar con los jóvenes. Él quería llegar a otro lado, sin duda.

Pero de pronto, algún dedito le dijo que no, que sus sueños presidenciables no serían posibles, por alguna razón Arturo Zaldívar se fue convirtiendo en guinda poco a poco.

Quizá tiene mucha información o quizá le saben mucho. Pero dejó de hacer sus tikoks  sonriente y feliz para ponerse serio junto a Claudia Sheinbaum. Se alineó, pues... No sé si es lo que realmente quería.

La trayectoria y experiencia  de Zaldívar  es muy amplia  en términos jurídicos y de abogacía. Supongo que sabe que muchas cosas que hoy pasan dentro de la 4T no son justas, pero él está ahí.

Ahora intenta demandar a la ministra presidenta Norma Piña, porque lo mandó investigar por la supuesta filtración acerca de que el guapísimo Zaldívar presionó a jueces a fin de que emitieran sentencias favorables para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Ahora viene la revancha de Zaldívar y como en un pleito de niños, ahora él acusa a la presidenta de la SCJN de hacer política e intervenir en el proceso electoral apoyando a Xóchitl Gálvez, lo cual para muchos es muy poco creíble.

Pero lo que sí fue creíble es que esta investigación girada en contra de Zaldívar lo puso inquieto, a él y a su team Morena y por eso revira de la forma que revira.

Quizá a él no le parezca en realidad que esto sea justo, pero pienso que de nueva cuenta hubo un dedito otra vez que le solicitó que no se dejara y que tomara revancha.

Xóchitl ante esto dijo que es justo que Arturo Zaldívar le rinda cuentas a México, pero que debería de separarse de Claudia Sheinbaum porque más que beneficiarla, la perjudica. Y que, por el lado de Claudia, debería de dejar de “alcahuetearlo” (así se dice cuando quieres proteger a alguien de algo malo) y promover que se sepa la verdad.

Xóchitl tiene razón. ¿Qué le pasó a aquel Arturo Zaldívar que casi le faltó ponerse su traje de supermán y ahora queda como un corrupto más?

Se le cayó el teatrito. Todo su show. Todos los años que ha estudiado, la inmensa preparación con la que cuenta, toda su experiencia, se van a la basura, porque sutilmente o por dejarse comprar, su credibilidad  y prestigio están en la lona.

Y creo que ya no tiene remedio. Morena no hará mucho más por él. Tampoco creo que Claudia siga felizmente subiendo fotos junto a él sonriendo.

Arturo Zaldívar será uno de esos personajes que muy probablemente reciba una embajada y hasta nunca.

¿Pasará eso? A veces puedo llegar a ser vidente.

Es cuanto.