PROMETEO.
México es el país miembro del G20 que más ha reducido el nivel de contaminación en los últimos 5 años. Aún así, el 70% de la Energía eléctrica se produce con combustibles fósiles, principalmente gas, eso aplica a las plantas de generación de la CFE y los privados. El otro 30% es generado por energías limpias, la principal energía limpia es la hidroeléctrica que genera CFE y que aporta el 70% de las energías limpias, por lo que la participación de eólica y solar si bien van a la alza son una fuente que no es constante y es por ello que las hidroeléctricas serán las que CFE pretende duplicar en el despacho eléctrico en el tema de energías limpias, de acuerdo a la iniciativa de reforma eléctrica.
Se propone reordenar el despacho eléctrico y, muy importante, las condiciones de transporte o porte de energía eléctrica en la Red de Transmisión de CFE a los productores privados, lo cual ha generado diversas reacciones a favor y en contra, por lo que será una discusión que se verá en las siguientes semanas en todos los medios y conversaciones sobre el tema en redes sociales.
El tipo de tecnología determina los costos para generar energía renovable o no. México cuenta con las llamadas limpias:
- Hidroeléctrica,
- Geotérmica,
- Eólica,
- Solar,
- Nucleoeléctrica o Bioenergía.
Por el lado de las que usan combustible fósiles se encuentran:
- Ciclo Combinado,
- Térmica convencional,
- Turbogas,
- Combustión interna y
- Carboeléctrica.
La mayoría de centrales generadoras de electricidad en México son de ciclo combinado, la segunda posición las Hidroeléctricas, en tercero las Centrales Térmicas, cuarto las Eólicas, quinto las Carboeléctricas, las Solares y al final la Nucleoeléctrica. La mayor demanda de energía eléctrica es el por el sector industrial, no por el sector residencial. Sin duda debe hacerse más eficiente el parque eléctrico nacional, pero sin pasarle el costo redistruido en los 35 millones de hogares mexicanos y pagar lo justo por el porteo o transmisión de energía eléctrica.
Los generadores privados generan su energía eléctrica en sus centrales de generación, ya sean de ciclo combinado o eólicas o solares para enviar a sus filiales o empresas relacionadas en diversas regiones distantes de sus plantas de generación, en donde el costo de transmisión o porteo es muy bajo y ese subsidio se ha trasladado al mercado residencial. Tema que no es analizado con claridad por quienes han objetado ese cambio en especial. Es como si un fabricante que produce automóviles o muebles, que tienen su planta en el Estado de México, no pagarán por el envío a Tijuana o Mérida a sus sucursales, pues ese costo o subsidio se redistribuye en los consumidores residenciales, pues gratis no es.
En México existen 215 centrales generadoras de electricidad con capacidad instalada superior a 80 mil megavatios (un megavatio corresponde a un millón de vatios). Hoy se consumen 55 mil megavatios, es decir se utiliza el 70% de la capacidad instalada. La energía eléctrica a gran volumen no se almacena, se produce la que se consume.
De las 215 centrales generadoras, 65 son privadas (30%) y 150 corresponden a CFE (70%). La CFE genera el 52% de la energía que se consume, los privados el 27% que venden a CFE bajo esquemas especiales y el 23% restante es generado por privados bajo esquemas de autoabastecimiento, cogeneración, pequeña producción, exportación, generación distribuida y sistemas rurales no interconectados. Por lo tanto, los privados en global generan el 48% de la energía eléctrica y aprovechan la Red de Transmisión de CFE. El cambio en la iniciativa es ahora por el 46%, para darnos una idea eso equivale a la generación eléctrica que consume la República de Argentina o de toda España. Ese es el tamaño que tendrá su participación, por lo que hablar de monopolio público es un poco aventurado, ya quisiera que hubiera sido así en el sector financiero en dónde el 80% lo controlan los extranjeros y los mexicanos nos convertimos en la chiquilleria financiera..
La Red Eléctrica de CFE permite enviarse del lugar de donde se produce a donde se consume. La Red son conductores que utilizan cobre, aluminio, oro y hierro, por lo que su valor es sustancial tanto en inversión, como en su valor de transmisión de un punto a otro, por distante que sea. La tarifa de alta tensión se cobraba a los privados a 4 centavos de trasmisión de kilowatt hora, paso a 28 centavos en el año 2020, lo cual los privados dijeron que era excesivo, que porque se les sube el precio y se les cambiaban las reglas contratadas. Para comparar esta valoración en pesos mexicanos. la trasmisión en la Red Canadiense es de 50 centavos por kilowatt hora y en el caso de USA es de 1.02 pesos el kilowatt hora. Luego entonces usar la Red Eléctrica Nacional está muy por debajo de los precios de tus socios en el TMEC. De hecho el propietario de la red eléctrica en USA es el Departamento de Energía del US Goverment.
Así que con esta comparación podemos identificar que en caso de un arbitraje internacional sería notorio que la diferencia en precios afecta a CFE y en consecuencia a los consumidores, toda vez que ese subsidio no es parte de un acuerdo comercial justo, pues la Red Nacional de Transmisión de CFE cuenta con más de 2,236 subestaciones eléctricas, con potencial para dar cobertura a 164 mil megavatios, es decir atender las demandas futuras de la población hasta el años 2050}. Se cuentan con 110 mil km de líneas de transmisión, con 255 mil estructuras instaladas y sembradas en los 2 millones de km cuadrados que tiene el territorio nacional. Por lo tanto una cosa es generar energía eléctrica y otra la transmisión de energía eléctrica.
Que bien que hay opciones privadas y con energía limpia, pero otra cosa es la Red Nacional de Transmisión por la cual se debe pagar lo justo, hoy es más barato, de hecho simbólico con relación a Canadá y USA, pero lo que ha pasado no es justo ni para CFE ni para los consumidores residenciales. No profundizaré en el tema de los contratos de asociación de los generadores privados con particulares, que finalmente son clientes y no asociados, por lo que es una simulación irregular de una prestación de servicios y no de un socio. Eso no es libre empresa o sana competencia, es digamos el diablito eléctrico corporativista.
Hay mucho por analizar y no se trata de utilizar el lenguaje técnico en la materia para los lectores, solo se pretende dar elementos con mayor claridad de valoración más objetivos para que la discusión tenga un nivel de miras de altura, con respeto y no solo de descalificaciones diversas sin soporte legal, técnico o de negocios. Desde luego que al igual que Pemex y CFE, hay temas que deben contemplarse en su momento, que ha sido un lastre que también pagamos los consumidores, que son los beneficios y abusos de sus cúpulas sindicales y sus primeros cuadros sindicales con liderazgos sempiternos y que han expuesto a esas compañías públicas a temas de ineficiencia y corrupción, pues se han considerado intocables. Desde luego que hay en la mayoría trabajadores de esas empresas públicas, en especial del personal de campo y técnicos, que han demostrado capacidad y compromiso en sus labores clave.
Estoy convencido de la participación del sector privado en el sector privado, soy parte del mismo, he constatado la burocracia y la ineficiencia del sector público en sus áreas administrativas y judicial. He sido formado a fuego lento en el sector financiero y legal, pero con valores definidos de lo que es bueno para México. En los medios de comunicación actuales, abundan las notas de filtraciones, chismes y escándalos que al parecer les gusta difundir y crear tráfico de lectores afines a la rumorología y al drama inmediato. Eso en mi opinión no es periodismo para los temas de negocios. Pero para todo hay gustos y se respeta.
El tema eléctrico es claro y debe ser el futuro el desarrollar y utilizar energías limpias. Estoy a favor de que se debata en el parlamento con argumentos sólidos, que sea un proceso justo de valoración y no solo descalificando a quien no coinciden con tal o cual posición política, este ya no es un tema político solamente, tiene que ver con el futuro de la energía eléctrica de sus costos y el efecto a los consumidores actuales y las nuevas generaciones de mexicanos que se incorporan a la actividad productiva. La competencia es lo mejor para México, pero que sea con piso parejo y justo entre los participantes y sin subsidio redistribuido en las facturas de los consumidores.
Columna de Mario Sandoval Chávez
Twitter: @MarioSanFisan
CEO FISAN SOFOM ENR
Banquero a nivel directivo con más de 30 años de experiencia de negocios.
Ex Presidente Nacional AMFE