Esto que les voy a compartir, mis estimados lectores, surge de la comunicación que he sostenido, a lo largo de los años, con mis compañeros de Transportes Aéreos Aeromar, S.A. de C.V. Difícilmente podría exponer en este espacio el enorme abanico de emociones, ideas, posturas y sentimientos de los tantos y tantos compañeros. Pero este esfuerzo no pretende ser “finito”, con límites en el tiempo y el espacio, sino todo lo contrario. De lo que se trata es de hacer visible su situación laboral actual.
Por supuesto, me han solicitado que su testimonio sea “anónimo” porque, como uno de ellos me dijo: “la herida todavía sangra”. Yo los entiendo a la perfección. Aprovecho el ciber espacio que poseo, y le doy voz a los trabajadores de la industria aeronáutica, y gracias a ello se me han acercado diversos trabajadores, de diversas líneas aéreas del país, en busca de un foro desde donde ellos se puedan expresar.
Así lo han hecho no sólo desde mi propia aerolínea Mexicana de Aviación, sino también de Aeroméxico, Volaris, VivaAerobus, Aeroméxico Connect, Magnichartes, TAR, Interjet, y por supuesto, de Transportes Aeromar.
El caso que voy a compartirles, de verdad me genera mucha frustración y enojo, porque me pregunto: ¿dónde están nuestras autoridades laborales?, ¿acaso no deberían de estar impidiendo que se lleven al baile a los trabajadores?
Resulta que un/a compañero/a de Aeromar, se cansó de recibir su quincena en pagos chiquitos, en abonos y con retrasos, decidió como muchos otros emigrar a otra empresa donde sí cumplieran con sus obligaciones patronales básicas, como es el salario.
Y su camino se ha convertido en un verdadero viacrucis. Todo comienza en agosto de 2021, cuando ingresó su renuncia a Aeromar en la ventanilla correspondiente, e iniciar los trámites para obtener el finiquito. Entonces lo dirigieron con Alejandro Heredia Escudero, Gerente de Administración del Personal, para que viera directamente con él dicho tema, y la pregunta que formuló fue: “¿habrá una fecha tentativa para el pago del finiquito?”
Tengamos muy presentes las fechas. Lo siguiente es la respuesta que voz obtuvo este protagonista del relato de parte del encargado de Personal:
“Buena tarde,
Te comento que el área de finanzas programa los finiquitos para pago de acuerdo a la fecha de baja de los trabajadores, y tiene en este momento detenido algunos pagos por la crisis que estamos viviendo por la pandemia y los bajos ingresos. Por lo anterior, los pagos de las bajas de este mes de septiembre podrían estar liberadas aproximadamente a finales de noviembre o principios de diciembre de este año.
Saludos.”
Alejandro Heredia Escudero
Ustedes estimados lectores, ¿qué creen que pasó?, ¿recibió su finiquito? Lamentablemente la historia apenas comenzaba, pues el trabajador, como muchos otros que en su momento renunciaron a Aeromar, han vivido la misma historia de terror.
En octubre de 2021, vuelve el trabajador a preguntar por su finiquito, si ya tendrían listo el recurso. ¡Ojo!, no estamos hablando de una liquidación, sino de un finiquito por renuncia voluntaria, cuyo monto es muchísimo menor que una liquidación por despido.
La respuesta que recibe es que “para noviembre, diciembre a más tardar ya estaría recibiendo su dinero”. Llegamos a noviembre y sigue sin aparecer el pago, así que no queda más que esperarse al mes de diciembre. Y ¡vaya sorpresa!, le informan que el pago del finiquito no se dará para el mes de diciembre, sino hasta enero del siguiente año (2022); eso sí, le agradecen su comprensión al trabajador, y todos nos preguntamos ¿qué otra opción tiene?
Pasa Navidad y Año Nuevo, y llegamos a enero de 2022, se supone que ya deberían de tener liberado el pago del finiquito que se solicitó a finales de agosto, y ¿qué creen que sucedió?, adivinaron, no, no hubo pago alguno en el mes de enero.
Ya para esto, el trabajador fue redirigido con Diana Patricia Gutiérrez Leal, Gerente de Nominas. A mediados de febrero vuelve a preguntar sí ya tienen listo el pago de su finiquito y la respuesta es negativa.
Vámonos a marzo, Más de 6 meses y este trabajador no había recibido su finiquito; pide de la manera más encarecida que agilicen su trámite, pues de verdad le urge recibir su pago. Ahora es Laura Castro Romero quien responde la negativa, y quien le dice: “el área de finanzas no tiene todavía una fecha para el pago correspondiente”.
Así pasaron los meses de abril y mayo, pero llegando al mes de junio dejaron de responderle los correos; estamos hablando de una espera de 10 meses, en los que ha solicitado a la administración de Aeromar el pago de un finiquito.
En julio, y ante la amenaza de ir a la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, le responden que “ya está en las listas de finiquitos atrasados” y que a más tardar “en una semana le darían fecha para su pago”.
Sin embargo, podemos anticipar que eso simple y sencillamente no sucedió. Se cumplió un año desde que este trabajador renunció; vía correos electrónicos y llamadas telefónicas, continuó implorando el pago de su finiquito, pero no obtuvo respuesta sino hasta el mes de octubre del 2022. Nuevamente le prometieron que “ahora sí te vamos a pagar en noviembre, a ti y a todos los que están en la lista de espera”.
Pasó noviembre, y el pago no se llevó a cabo. De nueva cuenta volvió a pedir una respuesta sobre su pago, y la administración solo le daba largas y más largas, sin poder resolver absolutamente nada.
Siempre utilizando el mismo pretexto: la pandemia. ¡Ay!, esa crisis sanitaria… qué bien ha sido manejada como salida por la administración de Aeromar; que se ha convertido en una “patente de corso” para, literalmente, jinetearse el dinero de sus trabajadores y ex trabajadores.
Creo que ya saben cómo “termina” esta historia; llegamos a enero de 2023, y al trabajador -que no es el único, sino que son muchos en la misma situación- no les han pagado su respectivo finiquito. Y a los que todavía prestan sus servicios, les adeudan salarios, vales de despensa, el fondo de ahorro, etc.
Tanto ex trabajadores como trabajadores están espantados y temerosos al ver el resguardo que llevaron a cabo elementos de la Marina, derivado al adeudo que la empresa tiene con el Gobierno Federal, por aproximadamente 500 millones de pesos.
Así mismo, mediante un comunicado conjunto, la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes, la Marina y el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México “Benito Juárez”, informaron que el lunes 16 de enero, a la una de la tarde, habrá una reunión con los directivos de la aerolínea justamente en las oficinas de la Dirección de Asuntos Jurídicos del AICM; sí, los mismos que llevaron a cabo el desalojo de la cafetería de jubilados y la tienda de souvenirs de los trabajadores de tierra de Mexicana de Aviación; efectivamente, los mismos que recuperaron los mostradores de Interjet que estaban bajo resguardo de los trabajadores hasta hoy en huelga. Dicha reunión, según les informaron, será para ver si finiquitan el adeudo que mantiene la línea aérea, o ya se baja la cortina de esta empresa de transporte aéreo.
Muchos compañeros están más que preocupados por el desenlace. La breve historia que les acabo de narrar es una de las tantas que me han compartido los compañeros. No importan antigüedades, áreas ni escalafones; todos están muy tristes por lo que está sucediendo. Llevamos mucho tiempo esperando la respuesta a la misma pregunta: ¿dónde está la autoridad, que vela por el bienestar de este grupo de trabajadores?