“Frecuentemente la verdad suele ser lo contrario de los rumores que circulan acerca de los sucesos y de las personas.”
JEAN DE LA BRUYERE
“Prohibido prohibir” fue solo una frasecita pegajosa, una más. López Obrador la ha mutado a esta otra: “abajo lo legal; que viva lo ilegal”. Lo que es peor: lo dañino para la población mejor que ni se mencione; abrazos, no balazos al fentanilo clandestino.
¿Y si en lugar de prohibir el fentanilo mejor combate al crimen organizado?
Nada de eso; el chiste es salir por peteneras. Todo antes que poner un alto al crimen organizado, en especial a los narcotraficantes que importan o producen la mencionada droga de manera ilegal.
Lo dicho en la mañanera por López Obrador es adrede. Es evitar hablar de una obviedad: hay una diferencia entre el fentanilo del mercado negro y el del autorizado para su uso como anestésico. De hecho, de concretarse la propuesta, se ampliará el tráfico ilegal; el fentanilo medicinal se prohibirá y el fentanilo elaborado por el crimen organizado (mucho más peligroso) continuaría. Una nueva veta para el mercado negro.
La fórmula es básica. López Obrador no quiere o no puede combatir al narco, y sugerir la prohibición del anestésico le permite no hablar de enfrentar al crimen organizado. Ante la incapacidad en la función de gobierno, ¡qué mejor que destruir el propósito mismo de la administración pública!
La 4T no gobierna; la estrategia es ir de ocurrencia en ocurrencia. No sin antes crecer en la crueldad, pues lo dicho en la mañanera supone quitar el fentanilo a los enfermos terminales. El desabasto de medicamentos oncológicos de por sí es brutal; ¿ahora, además, privar a enfermos de un medicamento que les quita el dolor?
Ni siquiera en razón de la “austeridad republicana” el presidente ha pensado que si bien el fentanilo no es el único opioide, si es el más económico.
Pero lo dicho por López Obrador no surge desde la ignorancia, sino de la estrategia polemizante y polarizadora. Y en ese sentido, que su equipo investigue o no sobre la diferencia de un fentanilo y el otro dará exactamente lo mismo.
El diario “Chicago Tribune” publicó un duro editorial en el cual menciona que López Obrador es un líder “mentiroso y delirante” por decir que en México no se produce fentanilo. La editorial remata “las mentiras no salvan vidas”.
Y no, ni las mentiras ni las ocurrencias de López Obrador salvan vidas, pero bien que lo colocan en la discusión pública y en el imaginario de mucha gente. Esa es la verdad y el único propósito detrás de semejante propuesta.