La oposición se vistió de rosa. Desfile de inconformes en los que había ex funcionarios, empresarios, líderes sindicales. Una estela de finas personalidades salieron para “defender su democracia”, que se traduce en el creciente descontento por haber perdido todos los privilegios que tuvieron sexenio tras sexenio.
No se manifestaron para defender la verdadera democracia. Salieron para defender la “suya” y para protestar contra el presidente Andrés Manuel López Obrador y expresar el odio que sienten por él, valiéndose de duras y falsas consignas con la finalidad de desprestigiarlo. No soportan que ahora sí haya un gobierno democrático que le otorga derechos al pueblo. Odian al presidente por haberles quitado los suyos.
“Democracia es una forma de gobierno del Estado donde el poder es ejercido por el pueblo”. El pueblo es el que convencido, votó por López Obrador. La oposición no puede soportar que esa gente a la que menosprecia, a la que considera inferior a ellos, tenga derechos. La oposición quiere evitar a toda costa que continúe la Cuarta Transformación. Están desesperados porque saben que su candidata nomás no da una, que no ganará. Por eso gritan desgañitados, llenos de cólera, con los rostros contritos todo tipo de consignas.
“¡Narco Estado!”. “¡López es un dictador!” “¡Narco presidente!”. Su propósito es espantar al electorado, hacerlo dudar.
Lo único que desean es recuperar sus privilegios: los elevadísimos salarios de los funcionarios, la condonación de impuestos para los empresarios, la explotación de los trabajadores, seguir entregando los bienes de la nación para su propio beneficio.
Protestan porque creen que son los únicos que tienen el derecho a vivir bien, el pueblo que se joda, al fin son una bola de ignorantes y huevones…
El prestigiado Lorenzo Córdova Vianello fue el orador, el que se dice apartidista cuando es evidente que está del lado de los partidos de derecha que integran la alianza “Fuerza y Corazón por México”. Ése que se paró en la tarima para defender la democracia es el mismo que fue incondicional con el PRI y PAN en sexenios anteriores; el que desprecia a los indígenas.
Jamás hemos de olvidar aquella conversación que tuvo Lorenzo Córdova Vianello con Jacobo Molina. Lorenzo se burla de la plática que sostuvo con representantes del pueblo indígena: “No mames, cabrón: es que desde las dramáticas reuniones con los padres de Ayotzinapa hasta esto, había un mundo. No voy a mentir. Te voy a decir cómo hablaba ese cabrón: ‘quiobo, jefe gran nación chichimeca. Vengo Guanajuato. Yo decir a ti, o diputados para nosotros o yo no permitir tus elecciones’.” Entre risas agregó: “yo, gran jefe Toro Sentado. Líder chichimeca”. “No mames, cabrón, no mames. No, no, no, de pánico cabrón. O acabamos de aquí divertidos o acabamos en el psiquiatra de aquí”.
Ese personaje es el que dice defender la democracia. El que desprecia al pueblo indígena, Lorenzo Córdova y los asistentes a la marcha no pueden admitir que todos los mexicanos tengamos los mismos derechos que ellos. No, ellos son de otra clase, de otra estirpe; él y los que estaban en el zócalo merecen más.
Lorenzo Córdova nada aprendió de su padre…
Arnaldo Córdova fue considerado un activista de izquierda y un luchador por la democracia. En 2011, brindó su apoyo a la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador. Luego del proceso electoral de 2012, participó en la conformación del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), donde fue integrante del Consejo Directivo de la Organización Política. Sí, el padre de Lorenzo Córdova es considerado como verdadero luchador por la democracia…
Coléricos gritaban “¡Marchamos por nuestra democracia!” “¡Narco estado!” ”¡Narco presidente!” “¡Dictador!” Siempre contradictorios y falsarios.
No hay dictadura y lo saben muy bien, de otra manera esa ola rosa fifí jamás se hubiera atrevido a caminar por las calles del centro histórico insultando al presidente.
Entre la multitud, con cara emocionada pero siempre con gesto extraviado andaba Margarita Zavala, la esposa del expresidente Felipe Calderón, el que le robó la presidencia a López Obrador. Ahí andaba Zavala indignada ataviada con su gorra rosa avalando aquellos gritos: “¡Narco presidente!”, cuando su esposo no se atreve a pisar el suelo mexicano por el temor de ser aprehendido y llevado a Estados Unidos para declarar por las acusaciones de narcotráfico de su mano derecha Genaro García Luna. El gobierno de Calderón sí fue un narco estado y ella entre la multitud indignada.
Entre la ola, sobresalía el sombrero oscuro de Vicente Fox, otro que odia a “López” porque le quitó su millonaria pensión, porque le fueron retirados todos los beneficios. Fox, adulto mayor, quiere que Xóchitl cuando sea presidenta, quite los apoyos a adultos mayores, “¡que trabajen los huevones!” Ellos no merecen pensión, él sí.
Cuando Vicente Fox ganó la presidencia prometió terminar con las estructuras del viejo régimen y con la corrupción promesas que pronto olvidó, mantuvo las viejas costumbres. En lo “oscurito” estaban aliados el PRI y el PAN.
En el sexenio de Fox se remodeló la residencia Miguel Alemán en Los Pinos, con un costo de casi 62 millones de pesos, en el ínter, desaparecieron obras de arte, muebles y ornamentos que hasta la fecha se desconoce a casa de quién fueron a dar.
Fox marcha en defensa por la democracia y en 2010, aceptó “haber cargado los dados” para impulsar la candidatura de Felipe Calderón para evitar que Andrés Manuel llegara a la presidencia.
Ahí andaba bien ataviada Elba Esther, la líder sindical que estuvo presa por acusaciones de corrupción y malversación de fondos sindicales. Una mujer con mucho poder y muy codiciada en tiempos electorales. La mujer obligaba a los maestros a votar dependiendo del “moche” ofrecido.
El sonrosado Santiago Creel, ex secretario de gobernación el que desvió 800 millones del FONDEN para campañas electorales. Aquel que lloró en el primer acto cuando pensó que podría ser candidato a la presidencia andaba por ahí defendiendo la democracia.
Otro indignado que marchó fue Roberto Madrazo, el ex gobernador de Tabasco, el que ganó la gubernatura del estado en 1995 por medio de fraude electoral. Madrazo reprimió a los opositores de manera brutal. Los perredistas protestaban en defensa de Andrés Manuel López Obrador. A partir de entonces inició un cacicazgo “madracista” que provocó una ola de represiones y asesinatos contra los opositores, corrupción extrema y saqueo que dejó en ruinas a Tabasco. A base de sangre y fuego, llegó alzando los brazos, Madrazo Pintado al Palacio de gobierno…
Madrazo y familia son los propietarios de Latinus, portal que se sustenta en un presunto esquema de lavado de dinero y desvío de recursos públicos, de acuerdo con la Fiscalía de la República. Sitio que solo denuesta al presidente con la inconfundible voz de Loret de Mola, el experto en montajes y mentiras.
Roberto Madrazo también andaba en la marcha, defendiendo la democracia.
En unos cuantos meses termina el sexenio del presidente López Obrador, el que ha luchado por décadas por el bienestar de la gente, sobre todo por la que tiene menos.
López Obrador en un mitin en Toluca se dirige con entrega al pueblo que defiende: “Si nos preguntamos quién es nuestro mejor aliado, ¿qué contestamos?: ¡El pueblo!
¿Por quién estamos aquí? ¡Por el pueblo! ¿A quién hay que servirle primero? ¡Al pueblo! ¿Con quién transformar? ¡Con el pueblo! ¿En quién confiar? ¡En el pueblo!
Y para la oposición, ¿quién es su mejor aliado? ¡El poder y el dinero! Ellos son el verdadero peligro para México.