Desde tiempos inmemorables muchos seres humanos han tenido que utilizar estimulantes para poder estar bien y sobresalir, basta mencionar al vino, que se tomó desde épocas bíblicas, incluyendo al que se sirvió en el Santo grial, al café, al tabaco y al opio.
Y progresó el narcotráfico y se comenzaron a utilizar gran variedad de estimulantes ilícitos, desde la mariguana, la cocaína, que el mismo Elon Musk twitteó que regresaría como ingrediente de la Coca Cola, hasta el actual fentanilo, desafortunadamente.
Pero también evolucionaron la Ciencia y la Medicina, y surgieron varios medicamentos estimulantes del estado de ánimo que cambiaron la perspectiva de la vida, desde las anfetaminas que Hitler utilizó con sus soldados al inicio de la Segunda Guerra Mundial, mandando fabricar 35 millones de dosis, y que él mismo probó, al igual que lo hicieron Churchill, el Premio Nobel de economía John Nash, y el mismo Elvis Presley, hasta los antidepresivos que fueron modificándose tecnológicamente, iniciando con los derivados de la isoniazida, los inhibidores de la mono-amino-oxidasa (MAO), que aumentaban los niveles de adrenalina en los seres humanos, hasta los actuales que únicamente aumentan la serotonina, y con mucho menos efectos secundarios.
Al aumentar la serotonina tomando estos antidepresivos, los seres humanos consiguen tranquilizarse, y enfrentar mejor la vida actual, por lo que sería muy recomendable, que para resolver los problemas globales modernos, los líderes mundiales optaran por superar sus propios tabúes de líderes, valga la redundancia, y decidieran tomarlos, bajo supervisión médica, obviamente, para que aumente su serotonina cerebral, y puedan tomar mejores decisiones, incluyendo la resolución de las guerras, que ya parecen interminables, como la de Ucrania, la de Siria, la de Afganistán, la de Palestina con Israel, o la de Irán, y también para ya resolver de raíz la problemática del hambre, de la distribución del agua, del calentamiento global, y la del uso de combustibles menos contaminantes.
Finalmente, el uso de estimulantes desde épocas ancestrales, como se describe en el presente ensayo, fue determinante en muchos casos de grandes personajes para escribir la Historia que ahora estudiamos, por lo que no resulta descabellada la recomendación del uso de antidepresivos modernos que liberan serotonina, que son mucho más seguros que los estimulantes que utilizaron otrora, y que además son los más vendidos en los países del primer mundo, para los políticos que actualmente intentan escribir la historia desde su palco, independientemente del país donde lo hagan.
Nota cultural agregada: Recomiendo la lectura sobre el origen del Santo grial publicada en éste portal de SDP Noticias el 1 de Diciembre del 2020.
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