Los hombres no son nada, los principios lo son todo.”
Benito Juárez
Gracias a las libertades de expresión y de pensamiento que me fueron otorgadas por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos como parte de las garantías individuales que tengo por ser mexicano, valga la redundancia, me atrevo a diferir con el expresidente Andrés Manuel López Obrador que aseguró durante todo su sexenio que Benito Juárez fue el mejor presidente de México, para mí lo fue el General Manuel Ávila Camacho, por muchas razones, pero la principal, por haber decidido personalmente dejarle de vender petróleo mexicano a la Alemania de Hitler al empezar la Segunda Guerra Mundial.
Pero de igual manera resulta muy interesante tratar de analizar lo que hubiera opinado don Benito Juárez, con base a su intelectualidad y a su legado, sobre la presente reforma al Poder Judicial, ya que él mismo en su momento, fue presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Siendo ministro de la SCJN Juárez ideó las Leyes de Reforma con esa visión que ha caracterizado a los grandes personajes de la historia, sabiendo lo importante que era convertir a México en un país laico con dichas leyes, ya que desde la evangelización de la Nueva España, y hasta 1850, todos los países de Latinoamérica, incluyendo Brasil como protectorado portugués, eran países católicos, inclusive Morelos estableció a México como un país católico durante la Independencia, pero gracias a Juárez, repito, y muy probablemente copiando la plusvalía que tenían los Estados Unidos por la inmigración de personas de todo el mundo y de muchas religiones, en México también se aceptó que se pudieran practicar todas las religiones del mundo con dichas Leyes de Reforma.
Gracias a las Leyes de Reforma el mismo Maximiliano de Habsburgo pudo gobernar México como emperador, además de que existía la posibilidad de que era hijo de Napoleón II y por ende nieto de Napoleón Bonaparte, gracias a las Leyes de Reforma de Juárez, México recibió a todos los emigrantes que ahora sus descendientes vivimos acá, y también gracias a esas leyes ahora en México tenemos a una presidenta con ascendencia extranjera pero con una gran calidad humana.
Las Leyes de Reforma de Juárez se transmitieron a toda Latinoamérica, y así Argentina tuvo a Carlos Menem como presidente de origen árabe, y Perú a Alberto Fujimori de origen japonés, entre muchos otros.
No puedo asegurar que Juarez pudo visionar al México laico de hoy, pero sí pienso que de alguna manera así lo soñó, desde la SCJN, donde ejerció como ministro y como presidente, y desde el Palacio Nacional donde vivió.