“Es bien cierto que hasta hoy proceden de gentes menores, sin autoridad moral; pero en México todos sabemos a qué dictados obedecen. La conclusión inescapable es que, quienes no entienden el conflicto, ni han logrado solucionarlo, decidieron a toda costa señalar supuestos culpables de lo que pasa y entre ellos me han escogido a mí.”
Javier Barros Sierra Rector de la UNAM
En la marcha de ayer la sociedad en su conjunto se expresó para defender a la institución que reconocemos como garante de la democracia. Fue una manifestación pacífica, sin insultos, sin confrontación, sin acarreados, sin filiaciones particulares ni consignas estériles, fue un verdadero ejemplo de conciencia y civilidad de un pueblo que aprecia la democracia.
Quienes marchamos no lo hicimos para demostrar una corriente de pensamiento o para llenar más las calles que el propio presidente, no se trata de una competencia para ver quién saca más gente, no, esta marcha fue para defender la democracia, eso es lo que el pueblo quiere y por eso salimos y lo expresamos de forma contundente, el pueblo, Sr. Presidente quiere que el INE continue como garante de la democracia en México.
José Woldenberg, primer presidente del IFE ciudadanizado fue quien se encargó de pronunciar el único discurso que tuvo lugar:
“Estamos aquí reunidos con un solo objetivo claro y trascendente: defender el sistema electoral que varias generaciones de mexicanos construyeron, que ha permitido la convivencia y competencia de la pluralidad y la estabilidad política, la trasmisión pacífica de los poderes públicos y la ampliación de las libertades.
Todo eso, constituye un patrimonio común y por ello estamos aquí, ciudadanos de muy diferentes orientaciones políticas y extracciones sociales, militantes de partidos, integrantes de organizaciones sociales y personas sin filiación política que deseamos que México sea la casa que nos cobije a todos”.
José Woldenberg
Conciencia, sociedad y democracia
Quizá el único precedente de esta marcha sea la famosa “marcha del silencio” que se realizó el 13 de septiembre de 1968, donde alrededor de 300 mil estudiantes y profesores marcharon en absoluto silencio y con la boca cubierta para mostrar a la sociedad que los estudiantes no eran un montón de “revoltosos” que querían desestabilizar al país, sino que buscaban un proyecto democrático que incluyera a todos por igual. Ayer fueron aún más los que salieron a dar ejemplo de civilidad y educación democrática.
La propuesta fue clara, defendemos lo que hemos alcanzado hasta ahora, ser un país mayormente democrático y eso se ha logrado a partir de un IFE/INE ciudadanizado y autónomo.
Lo explicó Woldenberg con claridad, a partir de 1996 la vida política y democrática de este país cambio radicalmente en favor de la democracia y de la pluralidad.
“Dejamos atrás el país de un solo partido, de un presidencialismo opresivo, de elecciones sin competencia ni opciones auténticas, de poderes constitucionales que funcionaban como apéndices del Ejecutivo, de medios de comunicación mayoritariamente oficialistas, para abrirle paso a la expresión y recreación de la diversidad política, a elecciones libres, disputadas y creíbles, a Congresos plurales, gobiernos de diferente orientación, pesos y contrapesos en el entramado estatal y sin duda una espiral virtuosa que amplió el ejercicio de las libertades”.
José Woldenberg
La defensa del INE
Ciudadanos de todos los sectores de la sociedad, empresarios, trabajadores, estudiantes, de todas las filiaciones políticas, abarrotaron no solo las calles de la Ciudad de México, la manifestación del pueblo de México se replicó en más de cincuenta ciudades a lo largo y ancho de la república y hasta en modalidad virtual en diversas ciudades del extranjero.
La marcha no fue para decir si López Obrador esto o lo otro, no, la marcha fue para expresar que no queremos que México retroceda a las épocas del autoritarismo, de un partido único y de un Congreso al servicio del presidente como hasta 1994.
El mensaje que Woldenberg pronunció representó la voz de cientos de millones de mexicanos:
“Hacemos un llamado a todos los grupos parlamentarios-sí, a todos- sin exclusiones ni excepciones, los que conforman las Cámaras del Congreso Federal y de los 32 congresos en las entidades, a que defiendan lo edificado en materia democrática y no conduzcan a nuestro país a una etapa venturosamente superada: la del autoritarismo que se auxiliaba de autoridades electorales a modo”.
José Woldenberg
Se alzó la voz del pueblo, ahora los representantes populares, sin distinción de partido, tienen la responsabilidad histórica de actuar en consecuencia y demostrar que fueron capaces de escuchar lo que el pueblo les demanda.